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Cómo cerrar ciclos emocionales: herramientas psicológicas útiles

Es uno de los grandes desafíos psicológicos que vivimos a lo largo de nuestra vida: cerrar un ciclo emocional… para poder abrir otros. Si no somos capaces de filtrar los sentimientos desagradables vinculados a las personas, los lugares y las situaciones que protagonizan un ciclo podemos quedar atrapados en élin aeternum. Y las consecuencias pueden ser muy graves.

A continuación, te explicamos cómo identificar un ciclo emocional agotado y/o perjudicial del que hay que salir, una serie de pasos para dejarlo atrás, así como herramientas psicológicas útiles para cerrarlo de forma eficaz.

¿Qué es un ciclo emocional?

Un hombre mira el paisaje - Fuente: Unsplash
Un hombre mira el paisaje – Fuente: Unsplash

Un ciclo emocional es aquel periodo definido por una serie de emociones recurrentes, tanto agradables como desagradables, generalmente vinculadas a una serie de personas, lugares y/o situaciones particulares.

Existen ciclos emocionales que no se cierran nunca (ni que deben cerrarse) como los que nos vinculan a determinadas personas muy relevantes de nuestra vida. Sin embargo, en otros casos, nos vemos inmersos en ciclos que ya no aportan beneficios y que son dominados por emociones negativas que nos impiden avanzar y abrirnos hacia otros periodos emocionales y a nuevas experiencias vitales.

Señales que indican un ciclo emocional agotado (y nocivo)

Melancolía - Fuente: Pexels
Melancolía – Fuente: Pexels

Para cerrar un ciclo emocional negativo, primero debemos identificarlo. Una “mala racha”, un malentendido o una (moderada) crisis emocional (vinculada, por ejemplo, a un trabajo o a una persona) no suele ser suficiente para cerrar un ciclo. De cualquier forma, en principio, debes ser tú mismo el que certifique si es hora de dejar algo atrás de forma definitiva analizando señales como estas:

  • Pensamientos rumiantes. Son esa clase de pensamientos intrusivos que no nos quitamos de la cabeza, totalmente estériles y que no conducen a ninguna conclusión. Si nuestro ciclo emocional está dominado por los pensamientos rumiantes durante un largo periodo de tiempo, muy mala señal.
  • Resistencia al cambio. Se aferra el corazón a lo perdido, decía el poeta. Es nuestra naturaleza. Pero si nuestro sentido común nos indica que algo está perdido y no se puede (ni debe) recuperar, es hora de dejarlo atrás.
  • Infructuosos (e insensatos) intentos por volver a la situación inicial. Si ya has intentado de diversas formas recuperar el estado emocional inicial dominado por emociones agradables, pero no has sido capaz de lograrlo, estás dominado, casi en exclusiva, por la nostalgia. Y la nostalgia nunca es suficiente para sostener un ciclo emocional.
  • Dominio de las emociones desagradables. Si buena parte de las emociones que sientes cuando valoras el ciclo emocional son tristes o angustiosas y generan melancolía o preocupación, es otra inequívoca señal de que el ciclo no solo está agotado, sino que es perjudicial para ti.

Y ese es el mayor problema de estar atrapado en un ciclo emocional agotado: que te perjudica, aunque no lo quieras admitir. Lo sabes. Por alguna razón, el ser humano (unos más que otros, eso sí) sienten el deseo (casi masoquista) de reflotar algo que está hundido con la esperanza de revivir aquellos (maravillosos) momentos que quedaron atrás.

Pero, ni fueron, probablemente, tan maravillosos (la memoria es selectiva y tiende a quedarse con lo bueno, idealizándolo hasta el extremo), ni es posible volver a ellos salvo que tengas un Delorean. Incluso así te puedes meter en aún más problemas, ya sabes.

Pasos para cerrar un ciclo emocional

Mudanza - Pexels
Mudanza – Pexels

Cada uno de nosotros debe seguir un plan específico para poder cerrar un ciclo emocional adecuadamente, pero esta serie de pasos son frecuentes en esta exigente tarea psicológica.

  • La aceptación. Si no aceptamos que el ciclo ha terminado, aunque lo haya hecho, nunca saldremos de él. Mucho cuidado. Por lo tanto, el primer paso para cerrar un ciclo emocional es dejar la nostalgia a un lado (por el momento) y aceptar, conscientemente, que es hora de dejarlo atrás. Y si hay que llorar, se llora, por supuesto, la forma más directa de liberar emociones enquistadas.
  • La distancia emocional. Para que este proceso psicológico sea eficaz, debemos distanciarnos emocionalmente de las personas, los lugares y las situaciones que debemos dejar atrás, tanto literal como metafóricamente. Pon tierra de por medio para poder manejar las emociones, especialmente las “positivas” que te seducen para resistir al cambio.
  • El perdón. No es fácil perdonar, y no siempre es pertinente, pero dependiendo de la situación puede ser un paso imprescindible para avanzar, también perdonándonos a nosotros mismos. Se trata, ante todo, de evitar el rencor y el resentimiento, emociones tóxicas que pueden alentar venganzas autodestructivas.
  • Una despedida simbólica. En ocasiones puede ser útil elaborar una ritual concreto de despedida, un last dance para cerrar el ciclo de forma positiva. Pero cuidado con estos últimos bailes, porque puedes volver a la casilla de salida.
  • Nuevos planes. Una vez superados los pasos anteriores, es hora de concentrarse en lo nuevo, con ilusión y esperanza. Solo cuando logramos cerrar un ciclo emocional, podemos abrirnos plenamente a otro. Si no, estaremos atrapados entre dos periodos y ambos se pueden confundir y contaminar mutuamente.
  • El recuerdo. Una vez que el ciclo está cerrado nos damos cuenta de que, en la práctica, ningún episodio de nuestra vida “desaparece” dejando recuerdos que, adecuadamente filtrados, forman nuestra memoria, la cual sustenta nuestro desarrollo vital. Por lo tanto, no temas recordar, incluso lo negativo, no lo ocultes. Ya sabes, de todo se aprende: las cicatrices emocionales también forman nuestra historia y configuran nuestra personalidad.

Herramientas psicológicas para cerrar ciclos: el apoyo emocional

No siempre somos capaces de cerrar un ciclo emocional por nosotros mismos por todo lo anteriormente indicado. A veces, nos resistimos de tal forma que vamos a necesitar ayuda: todos a nuestro alrededor nos sugieren que “es hora de dejarlo atrás” pero nosotros, erre que erre, sin siquiera dar el primer paso, sin aceptar que el ciclo ha concluido.

Es entonces cuando un profesional nos debe brindar apoyo emocional para salir de ese callejón sin salida sentimental en el que estamos atrapados usando herramientas como estas:

  • El refuerzo positivo. Se trata de alentarte en cada paso positivo que das hacia la consecución de tu objetivo que no es otro que dejar atrás y abrirte a nuevas experiencias vitales.
  • La escucha activa. No siempre logramos que nuestros amigos y familiares entiendan la situación en la que nos encontramos y aunque, con buenas intenciones, nos den “consejos” no siempre son los indicados. Un terapeuta con experiencia en la gestión de las emociones nos escuchará de forma activa, indicándonos los pasos más aconsejables a dar para avanzar en la buena dirección.
  • Planificación de acciones concretas. A veces, lo que necesitas no es tanto hablar, sino actuar en consecuencia con tus reflexiones. Es decir, tus reflexiones son certeras pero no actúas con consonancia con ellas, a menudo por miedo o falta de arrojo. Un profesional puede ser la figura (externa) ideal para estimularnos para poner en práctica lo que ya sabemos que debemos hacer… pero no hacemos.
  • Visualización guiada. Es una técnica psicológica que te permite recrear situaciones pasadas, futuras o imaginadas con cierta carga emocional para percibir detalles que tal vez se hayan escapado del análisis. Con ella podemos enfrentarnos de forma inicial a un cierre emocional y sus consecuencias. Es especialmente útil cuando no nos “atrevemos” a visualizar en solitario las negativas consecuencias del ciclo emocional del que no somos capaces de salir.
  • La silla vacía. Una técnica que puede lograr un efecto catártico para enmendar conflictos no resueltos. Porque, como decía Fritz Perls, “la verdad puede ser tolerada solo si la descubres por ti mismo, porque entonces, el orgullo del descubrimiento hace que la verdad sea apetecible”. Y si descubres por ti mismo la verdad sobre un ciclo emocional nocivo, lo cerrarás.


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