Te tiras al sofá agotado otro día más. Echas un vistazo instintivo al móvil, pero lo vuelves a dejar en la mesa. Ahora es momento de relajarse, coger el mando de la televisión y comenzar con una de esas series “feel good” que te ayudarán a sentirte mejor.
Pero, ¿qué ver entre tantas y tantas series que abundan en las plataformas digitales? No te preocupes, te ayudamos seleccionando nueve de ahora y de siempre que te ayudarán a irte a la cama con una sonrisa.
‘Ted Lasso’
Llegó como salvavidas para muchos espectadores durante 2020, cuando el contenido audiovisual se convirtió en antídoto contra el aburrimiento y la inquietud, y terminó erigiéndose en una de las grandes series de aquel año, renovando casi instantáneamente por una segunda temporada. Y en breve llegará la tercera, que dicen puede ser la última.
Jason Sudeikis es Ted Lasso, un entrenador de fútbol americano universitario que es contratado para dirigir un equipo de fútbol —soccer para los americanos— de la Premier League, la máxima competición inglesa. Pero, tranquilo, no es una serie sobre fútbol: este deporte es tan solo el escenario sobre el que guionista Brendan Hunt —que también actúa en la serie— desarrolla este argumento repleto de candor, ternura y buenas intenciones.
‘Heartstopper’
Ya hace tiempo que las principales distribuidoras de contenido audiovisual han asumido que las series que abordan temas asociados a la comunidad LGBT deben formar parte de su catálogo, entre otras cosas porque también dan dinero. Pero no se trata tan solo de mostrar la realidad de esta comunidad, no hay que dejar de lado el aspecto artístico, indispensable si se pretende que el resultado sea algo más que otro producto audiovisual de usar y tirar.
Heartstopper es uno de esos ejemplos que han puesto de acuerdo a público y crítica, abrazando esta entrañable y romántica historia de dos chicos que se descubren a sí mismos durante la adolescencia. Con una cuidadísima puesta en escena y mucho mimo en el diseño de producción, Heartstopper es una de las grandes series románticos de los últimos tiempos.
‘Atypical’
Robia Rashid triunfó en el pasado como productora de Cómo conocí a vuestra madre, una serie que se convirtió en una de las herederas del espíritu Friends. Pero con Atypical, Rashid se vio con la responsabilidad de escribir y desarrollar una serie partiendo de cero. Pero la jugada le ha vuelto a salir bien: 4 temporadas de una de las series más frescas de los últimos años.
Sam es un chico con un trastorno del espectro autista aficionado a la Antártida y a los pingüinos. Y tiene mucho que decir sobre su afición a todo aquel que quiera escuchar. Y siempre hay alguien que quiere escuchar. La cuestión es encontrarlo. Atypical es una serie de búsqueda y madurez que nos enseña a transformar nuestras rarezas en impulso e identidad.
‘The Good Place’
Su punto de partida no fue el más original, pero supo dirigir el argumento hacia caminos menos explorados. Porque no es la primera vez que una película o serie abordan el más allá desde la comedia, pero Michael Schur —también conocido por la venerada The Office— supo afilar el guion para conseguir una propuesta sofisticada pero también redentora.
Eleanor (Kristen Bell) es una mujer que despierta en el buen lugar tras fallecer, allá donde van las buenas personas’ Pero ha habido un error administrativo: Eleanor no debería estar entre los buenos. Pese a ello, la protagonista no quiere irse de allí, así que toca investigar qué es eso exactamente.
‘Jane the Virgin’
Las telenovelas son un género que ha tenido gran relevancia en la cultura popular. Y es que los argumentos enrevesados de amores, muertes, traiciones, venganzas, malos malísimos, y alguna que otra resurrección siempre terminan enganchando a los espectadores.
Aunque ahora son las telenovelas turcas las que han tomado el testigo, no cabe duda de que fue Latinoamérica la que forjó este género. Jane the Virgin es una divertida serie que ironiza sobre los clásicas clichés telenovelescos: Jane es una joven piadosa que descubre que ha sido inseminada artificialmente por error… y el gran objetivo de su vida —llegar virgen al matrimonio— se viene abajo…
‘Friends’
Friends es un ejemplo paradigmático de lo que puede conseguir una serie cuando está en el momento justo en el lugar adecuado: toda una generación de espectadores sintiéndose reflejada en las aventuras y desventuras de Rachel, Monica, Phoebe, Joey, Chandler y Ross, un grupo de entrañables amigos con síndrome agudo de Peter Pan que buscan el Santo Grial de la felicidad en Manhattan, ¿dónde si no?
Ya hace casi 30 años que Friends se estrenó, pero su fama no ha dejado de crecer. Y es que siempre hay algún canal que la repone. Y aunque tal vez no tengamos el día para chascarrillos noventeros, el innegable encanto de Friends hace que nos detengamos unos minutos para saborear la nostalgia de aquellos maravillosos años.
‘Seinfeld’
Un grupo de amigos y Manhattan como escenario. Buena parte de las sitcoms estadounidenses clásicas parten de los mismos presupuestos, pero Seinfeld se diferenciaba de las demás en su argumento: “una serie sobre nada”, tal y como Jerry y George presentaron su serie en uno de los primeros capítulos autoparódicos de Seinfeld.
Pero aquella ‘nada’ que inspiraba esta serie terminó por convertirla en un mito de la comedia de la historia de la televisión. Aunque en España nunca logró las cotas de éxito que cosechó en Estados Unidos —cancelando la serie en el punto culminante de su popularidad, como habría que hacer siempre, (no miro a nadie, Simpsons)—, Seinfeld sigue siendo una apuesta segura si se trata de reírse de la vida y de sus soporíferas rutinas.
‘Futurama’
Durante un tiempo, Futurama fue la serie oficial de los resacosos a este lado del mundo. Nada como un capítulo de Fry, Bender y Leela para recargar las pilas en esas turbulentas mañanas de sábado. Tomando las bases de Los Simpsons, Groening apostó en este caso por una serie con más ritmo y menos personajes, con más aventuras y menos acidez, y por momentos, más deliciosamente chiflada: como si los guionistas hubieran escrito los capítulos, pues eso, la noche del viernes…
‘Doctor en Alaska’
Si hay una serie capaz de relativizar cualquier problema, esa es Doctor en Alaska, otro mito de los años 90 que ha acertado de pleno en rechazar un reboot. ¿Para qué más si en las 6 temporadas y 110 capítulos de Doctor en Alaska ya lo tuvimos todo? Amor, amistad, comedia, trascendencia, naturaleza, filosofía, música, arte y esperanza. Mucha esperanza.
Joel Fleischman es un recalcitrante judío neoyorquino que llega a Cicely, Alaska para trabajar como médico. Y allí, en el fin del mundo, se encuentra con que todos sus vecinos son un tanto extravagantes. Hasta la piloto Maggie O’Connell, su nueva amiga (y enemiga), con la que mantendrá una relación de amor (y odio) que marcó un hito en la historia de la televisión.