Este artículo se publicó hace 8 años.
Xavier Domènech: “El PSOE no puede presentar el referéndum catalán como un obstáculo para formar gobierno”
En Comú Podem (ECP), la confluencia catalana de Barcelona en Comú, Podem, ICV, EUiA y Equo, afronta las elecciones generales del 26 de junio con las encuestas de cara. Su cabeza de lista, Xavier Domènech, recibe a Público entre acto y acto de campaña para abordar diversas cuestiones.
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BARCELONA.- Un buen resultado de En Comú Podem (ECP), la confluencia catalana de Barcelona en Comú, Podem, ICV, EUiA y Equo, será decisivo para que Unidos Podemos tenga opciones de llegar a la Moncloa. La formación afronta las elecciones generales del 26 de junio en una posición muy distinta a las del 20 de diciembre, con las encuestas de cara. El CIS predice que puede obtener entre 14 y 15 diputados, superando los 12 que le dieron la victoria hace seis meses. Su cabeza de lista, Xavier Domènech, recibe a Público entre acto y acto de campaña para abordar cuestiones como la resolución del conflicto político catalán, el posible entendimiento con el PSOE, los matices programáticos entre su partido y la candidatura que lidera Pablo Iglesias y la construcción de un espacio estable para los llamados Comunes en Catalunya.
Ya no debuta en una campaña electoral y ha tenido su primera, aunque breve, experiencia como cargo electo. ¿Qué le ha sorprendido de su paso por el Congreso?
Es evidente que hay una parte de inexperiencia en la práctica institucional, pero no en la práctica política. Cuando llegas [al Congreso] te impone mucho, piensas que hay ministros, exministros y gente que lleva muchos años y que tiene un conocimiento profundo, pero cuando debates ves que muchos años allí no significan un aprendizaje muy grande. Lo que más me ha sorprendido del Congreso ha sido la interacción mediática, que es extraordinariamente fuerte y es muy fácil que la agenda mediática se imponga a los problemas que tú tienes que resolver. Es muy bueno salir de allí y por eso pedimos enseguida hacer la gira de rendición de cuentas, para no perder el contacto con la calle.
Una de las promesas incumplidas por parte de En Comú Podem fue la consecución de un grupo parlamentario propio. Ahora se presentan con otro formato para conseguirlo. ¿Está garantizado?
El compromiso no era tanto el grupo propio, que lo era, sino actuar como un grupo catalán y lo hemos hecho. Hemos tenido voz propia y hemos ejercido alguna vez el voto diferencial [con Podemos]. Casi llegamos al 25% de los votos y estábamos convencidos de que no nos lo podían negar, lo que pasa es que se configuró la mesa [del Congreso] de una determinada manera y la negativa al grupo propio fue radical desde el primer momento. Sabemos que finalmente la capacidad de tener grupo propio tiene que ver con la configuración de la mesa, pero pese a ello nos hemos presentado con una fórmula diferente, como un partido, En Comú Podem. Y hemos pedido a Unidos Podemos que en la junta electoral ponga específicamente que no se presenta en Catalunya. Hablamos de dos coaliciones jurídicamente distintas. Hemos blindado más la fórmula, pero al final dependerá de la mesa. Nuestro objetivo es ganar las elecciones y en la medida que se consiga también tendremos grupo propio.
Apuesta por hacer un pacto de gobierno a la barcelonesa entre Unidos Podemos y las confluencias con el PSOE. Pero mientras su formación y la de Pablo Iglesias defienden la celebración de un referéndum de autodeterminación en Catalunya, los seis principios del PSOE para un gobierno de cambio lo rechazan tajantemente. Una de las partes tendría que renunciar.
Cuando hubo el último intento de Compromís de hacer un pacto a la valenciana [tras las elecciones del 20-D], ellos [el PSOE] se opusieron a hacer una reforma del artículo 135 de la Constitución, a la derogación de la reforma del PP, a las cinco de la PAH y a compartir un gobierno de coalición. Son cuestiones fundamentales que se tendrán que cumplir para llegar a un acuerdo, como también lo es el referéndum. ¿Qué es complejo? Sí, pero creo que el PSOE se va encontrar con la disyuntiva de dar apoyo a un gobierno de izquierdas y formar parte de un proyecto de construcción de un nuevo modelo o irse hacia la gran coalición. Entendemos que no pueden presentar el referéndum y la solución del derecho a decidir en Catalunya como un obstáculo para la formación del gobierno.
Ha dicho que el referéndum se debería hacer en la legislatura que empezará tras el 26-J. ¿Algún plazo concreto?
Hemos optado por la vía rápida. Habría la opción de la construcción de un Estado plurinacional, que también es una propuesta nuestra e incorpora el derecho a decidir pero es más larga en el tiempo. Y al final optamos por la vía del artículo 92, que permite que el gobierno convoque un referéndum y no hace falta una reforma constitucional. Optamos por ella porque Catalunya lleva ya muchos años con esta reclamación. Nuestra propuesta también incluye la puesta en marcha de un proceso constituyente y los catalanes y catalanas tienen que decidir previamente si quieren participar de esto o si quieren constituir un estado independiente.
Si esta vía no prospera, porque no lo permite el resultado electoral o el PSOE no lo acepta en un hipotético gobierno con Unidos Podemos, ¿cuál sera la vía de ECP para desbloquearla? Ahora una parte del independentismo aboga por el referéndum unilateral de independencia (RUI).
Nuestra apuesta es de fondo. Muchas veces se ve el referéndum como la propuesta nacional para Catalunya, cuando es un instrumento que como tal tiene dos virtudes. La primera es que decide efectivamente que quieren los catalanes, y la segunda es que es un reconocimiento de la soberanía, más allá del resultado que tenga. Y esta apuesta tiene un largo recorrido. Nuestra propuesta de construcción social y construcción de soberanía es más amplia y el referéndum forma parte de ella, pero hay más elementos. Pero creo que este escenario no se dará, porque espero que ganemos. Ahora lo que tenemos por delante son unas elecciones generales y en ellas lo único que tiene sentido es nuestra propuesta. Tenemos que ir paso a paso y parece que a falta de propuesta algunos quieren avanzar varios escenarios e imponer debates.
A raíz del referéndum unilateral de independencia, a mi me gustaría que me aclaren si se mantiene la hoja de ruta de Junts pel Sí o está anulada. Nosotros estamos concentrados en el presente y el presente es conquistar el referéndum. Si se nos pide valoraciones del futuro, las querríamos hacer sabiendo lo que se está proponiendo. Mientras no lo sepamos, hacer valoraciones es añadir ruido al ruido y creo que ahora mismo ya hay demasiado sobre las hojas de ruta y las propuestas. Y toda la ciudadanía de Catalunya se merece claridad. ¿Por qué en unas elecciones generales en las que se puede ganar un referéndum vinculante se habla de una cosa que no corresponde a este escenario sino a otro? Para que las propuestas se tomen seriamente se tiene que ver que no son armas electorales.
Si uno compara los programas electorales de ECP y Unidos Podemos detecta algunas diferencias más o menos significativas. Una que ha tenido cierto recorrido mediático es sobre el corredor mediterráneo ferroviario. ECP apuesta por impulsarlo por el litoral, o sea por Catalunya, mientras que Unidos Podemos explicita la voluntad de hacerlo por Aragón. Por una cuestión de costes, ambos recorridos son incompatibles. ¿A quién nos creemos?
La apuesta central reiterada públicamente y comentada con bastante anterioridad es la del corredor mediterráneo. Lo puedes encontrar en el programa de Unidos Podemos para Murcia y en su programa para el País Valencià y a la vez en la confluencia.
El corredor puede ir por Murcia y el País Valencià y luego pasar por Aragón y no por Catalunya.
En un mitín Pablo [Iglesias] e Iñigo [Errejón] dijeron claramente que la apuesta central era el corredor mediterráneo por el litoral.
ECP habla de una hacienda propia para Catalunya, mientras que Unidos Podemos lo hace de una reforma del sistema de financiación, pero no de hacienda propia. ¿Es un compromiso asumido?
La propuesta de hacienda propia es nuestra y entiendo que es asumible, en ningún momento nos han dicho que no. Lo que pasa es que el programa de Unidos Podemos a veces es genérico, mientras que el nuestro es específico para Catalunya.
También ponéis énfasis en la derogación del Plan Hidrológico del Ebro, que no aparece en el programa de Unidos Podemos, aunque Errejón se comprometió a ello en el mitín del sábado en Barcelona.
Es algo absolutamente compartido y en las manifestaciones [contra el plan] de Amposta y de Barcelona vinieron los compañeros de Podemos Aragón.
En el inicio de campaña las críticas de su partido se dirigen sobre todo hacia el PP y en menor medida hacia Ciudadanos, mientras que en la campaña del 20-D también había muchos ataques al PSOE y a CiU. Ell cambio es significativo.
El 20 de diciembre las preocupaciones eran diferentes y teníamos una de central que era Ciudadanos. Teníamos la perspectiva que nosotros quedaríamos como quinta fuerza y Ciudadanos sería primera en Catalunya. Queríamos marcar también claramente el perfil diferenciado entre las cosas que hacíamos nosotros y otros partidos de izquierda y evidentemente aquella campaña tenía esta lógica. El 20 de diciembre Ciudadanos quedó quinta fuerza [en Catalunya] y estos meses creo que hemos demostrado una coherencia muy fuerte en términos programáticos. Y ha quedado muy claro lo que representábamos y hasta qué punto estábamos dispuesto a defenderlo. En esta campaña el objetivo es conseguir la victoria para terminar con el gobierno del PP. Y hay un efecto multiplicador con el agrupamiento de Izquierda Unida y Podemos y otros espacios como Més en Mallorca. Mi visualización es que el PSOE prefirió una alianza con Ciudadanos y difícilmente una alternativa se construirá a través de ellos, otra cosa es que ellos sean necesarios para hacer una alternativa. Todo ello nos hace plantear una campaña mucho más clara en mostrar cuál es la alternativa al PP.
¿Da por hecho el sorpasso al PSOE? Y entiendo que con el objetivo de pactar con ellos veremos pocos ataques hacia sus políticas.
No damos nada por hecho y por ejemplo si ganamos el 20-D es porque no dimos nada por hecho. Las campañas no reúnen voluntades mirando encuestas. Ahora bien, es cierto que creemos que hemos hecho los deberes no presentándonos exactamente igual que la vez anterior y hemos construido un instrumento que hace posible la derrota del PP. Y nuestro objetivo es este y no otro.
¿El efecto multiplicador del pacto entre IU y Podemos también puede darse en Catalunya o el crecimiento que las encuestas dan a ECP responde a otras razones?
Entiendo que hay dos factores, el primero es que estos cuatros meses hemos demostrado una enorme coherencia. Y el segundo es que si nosotros hacemos una propuesta en Catalunya que tiene que ver con la posibilidad de construir un gobierno diferente en el estado el hecho que nuestros hermanos sean más fuertes, también nos hace más fuertes a nosotros. Esta es la idea de fraternidad. Nuestra fortaleza se construye con la fortaleza de los otros.
Con ERC habéis coincidido en las votaciones de las cuestiones sociales y económicas, pero según su candidato, Gabriel Rufián, sois el principal adversario del independentismo. ¿Qué es ERC para Xavier Domènech?
Históricamente ERC representa uno de los espacios centrales del catalanismo popular, por lo tanto todos los respetos a lo que representa. La actitud actual de ERC me deja un poco perplejo, porque parece que ha decidido que somos su único adversario y creo que a ellos mismos no les hará ningún bien. Nosotros constituimos un espacio político soberanista. Es verdad que tenemos diferencias, porque nuestra apuesta es el derecho a decidir mientras que ERC representa el independentismo. Hay otras diferencias, porque nosotros venimos de los movimientos sociales y no compartiríamos gobierno con Convergència, pero no consideraré nunca que ERC es nuestro principal adversario. A la vez pienso que este tipo de oposición es una lectura un poco ciega del escenario en el que nos encontramos, que son unas elecciones generales. Diría que su principal adversario tendría que ser el gobierno del PP y para mi su estrategia tiene un punto irreal.
¿En qué estado se encuentra el proceso de construcción de un espacio estable que represente a lo que se ha llamado los Comunes catalanes?
La previsión que se hacía es poder abrir claramente en setiembre este debate en términos ideológicos, territoriales, programáticos, orgánicos y de construcción de espacio, para acabarlo en un margen razonable de meses. Ahora bien, es cierto que la sucesión de contiendas electorales ha hecho que el debate quede ralentizado.
¿Qué tiene que ser exactamente este espacio? Colau dijo que su objetivo es luchar por la hegemonía en Catalunya. En este sentido, ¿son posibles alianzas futuras con ERC y la CUP?
Más allá de las alianzas postelectorales, para nosotros lo que está claro es que hay un espacio electoral muy transversal en términos de país. Muy claramente de las clases populares y las clases medianas, del área metropolitana, pero también del resto. [El 20-D] ganamos en el pueblo más pequeño de Catalunya, que es Sant Jaume de Frontanyà, y en la capital, Barcelona. No se trata sólo de hacer un asalto electoral para lograr una hegemonía política de las izquierdas, sino que también forma parte de la idea de construir país. De alguna manera se trata de ver como este reclamo de corriente soberanista, de catalanismo popular, de las izquierdas, de esta nueva política que emerge del fracaso del sistema político, se puede convertir en un nuevo espacio que sea alternativa de país. Y esto es un proceso que va mucho más lejos de configurar una candidatura electoral más o menos de coalición y ganar las elecciones a la Generalitat. Para mi el centro del debate y lo que me genera más interés es como construir este espacio y como esta alternativa se convierte en una opción de mayorías. Y creo que haríamos mal si hiciéramos un proceso de conversión rápido en una realidad que nos permitiera que nos permitiera presentarnos a unas elecciones. Hemos vivido un ciclo muy electoral, pero un día acabara y necesitamos construir alternativas más orgánicas de país. Al final puedes llegar al poder, y creo que es bueno porque haces políticas distintas, pero si no construyes este espacio que vaya mucho más lejos de lo electoral, la profundidad de los cambios puede quedar muy atrapada y marcada en las lógicas de poder.
En el libro Camins per l'hegemonia dice que el catalanismo “siempre ha sido una propuesta de reconstrucción de España. (…) Desde la vertiente de izquierdas, la construcción de una España diferente, popular y republicana federal o confederal”. ¿ECP es un catalanismo 2.0 que al fin y al cabo tiene como prioridad está construcción de una España distinta?
En un cierto momento una parte del independentismo, no todo, proclamó que el catalanismo estaba muerto. La lectura que se hacía es que el catalanismo era el pujolismo y como esto ha muerto ha muerto el catalanismo. Esto era legítimo, de alguna manera querían coger las fuerzas del país y convertirlas en un proyecto político de construcción de un nuevo estado. Lo que pasa es que para mi esto significaba una mala comprensión de lo que es una cultura nacional por esta parte del independentismo, una construcción de país que va más allá de una propuesta política concreta, por más potente que sea. Nosotros reivindicamos el espacio de este catalanismo, que tiene una conformación identitaria y de imaginarios muy plural, mestiza y diversa. Es el espacio que nos es propio y tiene que ver con la fraternidad, con la lucha de los pueblos conjuntos. Y esto es el catalanismo de izquierdas histórico, que yo no creo que haya muerto. De hecho, creo en él hay gran parte de las claves de las respuestas a las preguntas que nos hacemos ahora.
En el mismo libro se autodefine como comunista libertario. ¿Cómo lleva su alma libertaria este paso a la institución?
He hecho una suspensión biográfica temporal del tema [ríe]. Me parece que la cultura libertaria es una cultura muy profunda en el país. Al final siempre ha habido una cultura que ha querido construir el poder desde abajo, desde el municipalismo, desde el control de las propias vidas, y esto ya formaba parte de las clases populares catalanas del siglo XIX y se convierte en republicanismo federal, en anarquismo y en muchas cosas. Y hay otra cultura que es la que se construye como catalanismo. Y esto se imbrica y se construye como catalanismo popular. Y yo formo parte de esta cultura.
Finalmente, ¿se ve como ministro?
Yo nunca he tenido vocación ni de ser diputado. Hace unos meses ni aspiraba a encabezar la candidatura de En Comú Podem, pero lo hice porque creía que el proyecto valía la pena. Esto también quiere decir que si tengo que asumir responsabilidades obviamente lo haría, pero no personalizaría. Creo que en ECP hay muchas personas que pueden asumir responsabilidades.
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