Si la sociedad Española ha vivido entre 2014 y 2020 lo que no había experimentado en décadas -de la abdicación del rey a la situación en Catalunya, pasando por el fin del bipartidismo y por una pandemia mundial-, los partidos políticos, también Podemos, ha vivido en seis años al mismo ritmo frenético. 

De la "maquinaria de guerra electoral" de 2014 al partido capaz de gobernar en coalición con el PSOE, la formación morada ha experimentado todo tipo de acontecimientos, entre ellos la entrada en las instituciones, las subidas y bajadas en citas electorales, la alianza con Izquierda Unida... además de escisiones como el divorcio con Teresa Rodríguez y el resto de Anticapitalistas- confirmada esta semana-, y la más abrupta, a manos de Íñigo Errejón, que abandonó el partido para embarcarse en su propio proyecto y hoy es diputado por Más País en el Congreso. 

El 8 de mayo, ante la dirección del partido, el secretario general morado, Pablo Iglesias, anunció la reanudación de la tercera Asamblea Ciudadana Estatal, el congreso extraordinario en el que previsiblemente revalidará su liderazgo. Dada la situación de emergencia generada por el coronavirus, en marzo Podemos congeló "sine die" su Asamblea Ciudadana, y ésta culminará el próximo viernes con el anuncio de los resultados, sin actos presenciales programados.

Y, si bien desde el principio el máximo órgano de decisión entre asambleas ha sido el Consejo Ciudadano Estatal (CCE), ha sido el Consejo de Coordinación, la Ejecutiva del partido, quien ha marcado el rumbo día a día. Los inscritos nombran a la dirección -debe reunirse al menos una vez cada tres meses-, y es el propio CCE quien nombra a las "entre 10 y 15 personas" que deben integrar la Ejecutiva, "a propuesta del secretario general".

De los Cinco de Vistalegre -Iglesias, Errejón, Juan Carlos Monedero, Carolina Bescansa y Luís Alegre-, el primer núcleo duro de Iglesias, sólo el vicepresidente segundo del Gobierno y líder del partido sigue al frente del partido.

Además, de la primera Ejecutiva de Podemos, surgida del Vistalegre primigenio, en noviembre de 2014, sólo siguen hoy al timón el líder del partido, Pablo Iglesias, y el portavoz de la formación y secretario de Relaciones con la Sociedad Civil, Rafa Mayoral, de un total de 11 asientos.

Meses después, la Ejecutiva aprobó dos nuevas incorporaciones, de Irene Montero y Pablo Bustinduy, pero sólo la primera, hoy también ministra de Igualdad, sigue teniendo asiento en este órgano.

Del primer Consejo de Coordinación han caído, -además de Errejón, Bescansa, Monedero y Alegre- los exdirigentes Tania González, Gemma Ubassart, Auxiliadora Honorato, Sergio Pascual o Ángela Ballester. 

Por otro lado, tras Vistalegre II, en febrero de 2017, Iglesias rediseñó y amplió la Ejecutiva, dando acceso a quienes hoy siguen siendo sus más estrechos colaboradores: es el caso de Pablo Echenique, portavoz en el Congreso; Juanma del Olmo (Director de Estrategia y Comunicación de la Vicepresidencia de Derechos Sociales y Agenda 2030), Sofía Castañón, portavoz adjunta en la Cámara Baja; Noelia Vera, secretaria de Estado de Igualdad; Idoia Villanueva, eurodiputada y portavoz del partido; la diputada Meri Pita y la senadora Pilar Garrido. 

Hasta ahora, también formaban parte de este órgano el eurodiputado Miguel Urbán, uno de los rostros más visibles de Anticapitalistas, que ya está fuera de la formación morada.

Algo después también entró en la Ejecutiva Nacho Álvarez, actual secretario de Estado de Derechos Sociales, y máximo responsable de dictar las políticas económicas del partido. Además, en ese núcleo duro se integraba Gloria Elizo, hoy vicepresidenta tercera del Congreso y anteriormente presidenta de la Comisión de Garantías Democráticas del partido. 

Elizo es la gran ausencia en la lista de Iglesias para Vistalegre III, la única de las caras conocidas que no repite en esta candidatura, en la que ahora se integra el presidente del grupo parlamentario y líder de los Comunes, Jaume Asens, que ya estuvo en el primer CCE. 

No obstante, esta segunda Ejecutiva de 2017 también sufrió cambios hasta adquirir su actual configuración: El propio Errejón, que ya pasó a ostentar un rol de menor peso tras su derrota en Vistalegre II, abandonó el órgano al dejar el partido, y en junio hicieron lo propio Pablo Bustinduy y Auxiliadora Honorato, ambos encuadrados en el errejonismo. 

En la misma reestructuración, Iglesias propuso la inclusión de otros cinco dirigentes: son Alberto Rodríguez, Ione Belarra, Ana Marcello, Txema Guijarro y Pablo Fernández, que también irán en las listas de Iglesias. Y todos ellos son considerados hoy cercanos al secretario general.