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Los últimos de Franco: nueve alcaldes de la dictadura siguen en el cargo

Pequeñas poblaciones de áreas rurales

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Senén Pousa, alcalde de Baede. EFE

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ZARAGOZA .- Nueve alcaldes nombrados en los años 60 y 70 por los gobernadores civiles franquistas siguen en sus cargos. En todos los casos, tras haber resultado elegidos en las diez elecciones municipales democráticas celebradas a partir de 1979, algo que han logrado otros 26 ediles en todo el país.

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Esmeraldo Marzo Marín

Los siete primeros encabezan listas del PP, mientras que Gordón lleva más de tres décadas al frente de una lista independiente y Marzo es un clásico del Par (Partido Aragonés). La mayoría de ellos formaron parte de las candidaturas de UCD o AP en las primeras elecciones.

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Pequeñas poblaciones de áreas rurales

Collado, que llegó a la alcaldía en 1972, cuando era concejal y enfermó su antecesor, ha sido alcalde por tres partidos desde 1979. “Primero me presenté por AP, que luego cambió el nombre para ser el PP, pero después el PSOE nos ofreció ayuda para el pueblo y nos cambiamos tres concejales”, explica a Público. Eso ocurrió a mediados de los años 80. “Ahora hemos vuelto con el PP –añade-. Es lo que tiene mi pueblo, que hago lo que quiero”.

Collado gobierna en El Recuenco desde 1972. Ha sido alcalde durante la dictadura y después con AP, PP y PSOE: "Es lo que tiene mi pueblo, que hago lo que quiero”.

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“Hace más de 43 años que soy alcalde –anota Collado-. Entonces había más gente para elegir. Cuando no la hay es ahora”. Se trata, en todos los casos, de pequeñas poblaciones de zonas rurales. Dos de ellas, Valdarachas con 36 habitantes y El Recuenco con 74, no llegan al centenar de vecinos, mientras que, del resto, solo Taboadela, con 1.514 empadronados, supera el medio millar. Beade, con 451, y Banastás, con 305, son el escalón intermedio.

Alcaldes franquistas con calles dedicadas al dictador

Dos de los ayuntamientos gobernados por alcaldes que llegaron al cargo en el franquismo, el orensano de Beade y el zaragozano de Mainar, se encuentran entre los tres centenares y medio de municipios a los que el abogado Eduardo Ranz ha reclamado en los últimos meses, mediante el ejercicio del derecho de petición, que cumplan la Ley de Memoria Histórica eliminando los símbolos franquistas y cambiando los nombres de las calles relacionadas con la dictadura.

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Calle en Mainar

En Beade, cuyo alcalde, Senén Pousa, lleva el Cara al sol como tono de móvil y mantuvo retratos del dictador hasta que un atentado obligó a remodelar el edificio, el callejero conserva la calle Caudillo –por ella se llega al ayuntamiento- y la travesía del mismo nombre. En Mainar sigue existiendo la calle General Franco, rotulada como “Generalísimo” en el cartel.

La respuesta judicial y la inacción de la Administración

Las primeras sentencias están siendo favorables a sus tesis. “Los jueces, con buen criterio y como paso previo, están ordenando a los ayuntamientos que cataloguen los vestigios del franquismo para determinar quién es el dueño de los edificios en los que se encuentran y si hay algún tipo de protección sobre ellos”, explica el letrado.

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