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Pablo Ibar El portavoz de la asociación en defensa de Pablo Ibar: "Recurriremos tanto la condena a pena de muerte como la perpetua"

Andrés Krakenberger considera que hay una serie de irregularidades muy importantes que la justicia debería tener en cuenta, además de la introducción de un nuevo agravante que, según él, debería haberse desestimado. 

El hispano-estadounidense Pablo Ibar (d) comparece este jueves ante el tribunal estatal de Florida frente al juez Dennis Bailey (i) en Fort Lauderdale, Florida (EE.UU.). /EFE

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Andrés Krakenberger, portavoz de la Asociación contra la Pena de Muerte de Pablo Ibar, denuncia que la inclusión de un nuevo agravante a petición de la Fiscalía no debería tener cabida, ya que no guarda relación con el caso principal y perjudica la situación del acusado. Sin embargo, el juez Dennis Bailey aceptó la propuesta del Ministerio Público que consiste en incorporar un delito por el que Ibar fue detenido tres semanas después del triple asesinato por el que se le acusa.

¿Cuándo sale la resolución final sobre el caso?

Estaba previsto que la fase de sentencia arrancase el 25 de febrero, pero el pasado viernes se anunció un retraso tras la incorporación del nuevo agravante que ha solicitado la Fiscalía y aún se desconoce la nueva fecha.

¿En qué consiste ese agravante que la Fiscalía propuso?

La Fiscalía pidió introducir otro incidente que nada tiene que ver con los hechos juzgados, ya que tuvo lugar tres semanas después del triple asesinato. Ibar estaba en casa con su actual mujer y recibió la llamada de dos amigos que se habían quedado sin gasolina. Según su relato, salió de casa, les llevó combustible y terminó por acompañarles durante el resto de la noche.

Uno de esos conocidos era traficante de drogas y tenían a su madre detenida, así que le pidió que fuesen juntos al domicilio de su tía —hermana de su madre— para pedirle algo de dinero para pagar una fianza para recuperar a su madre. Poco después, este hombre y otro amigo de Ibar entraron en la vivienda, situada en el condado de Miami-Dade. Desde fuera, se escuchaban gritos y Pablo, temeroso de que se hubiera producido una fuerte trifulca, cuenta que accedió también a la casa. Él cuenta que no salió de allí hasta que llegó la Policía y detuvo a todos los presentes.

Pablo fue juzgado por aquel altercado y condenado a ocho años de prisión por robo y allanamiento de morada, junto a sus amigos. En ese momento, Pablo se acogió a la figura nolo contendere a recomendación de un abogado de oficio. Se trata de un alegato exclusivo del ordenamiento jurídico estadounidense, que referencia a una situación en la que, en un proceso judicial, la parte demandada puede presentar una declaración en la que no acepta ni rechaza la responsabilidad de los hechos que se le imputan.

La diferencia principal con respecto a una declaración de culpabilidad radica en que esta otra no podrá emplearse más tarde para probar un hecho ilícito en un juicio civil por daños y perjuicios. 

Todo esto se produce cuando Pablo ya había sido condenado a muerte, por lo que su estrategia de defensa se enfocó a evitar una problemática mayor, en lugar de pelear por una rebaja de la pena. En cambio, otro de los acusados por el mismo caso logró  reducir su condena a tres años  con una estrategia menos conservadora.

A pesar de esto, el juez ha aceptado ahora la petición de la Fiscalía de incluir el asalto y allanamiento en Miami-Dade como agravante en el juicio. Esta decisión judicial nos parece altamente irregular, porque se trata de hechos inconexos. No olvidemos que fue tras aquel altercado cuando, ya en comisaría, alguien decidió que Pablo Ibar se parecía al responsable de un triple asesinato que se recogía en un vídeo grabado tres semanas antes.

¿Qué cierre podría tener este caso?

El jurado le declaró culpable hace tres semanas, así que es inevitable que el juez le condene a muerte o a cadena perpetua. En ambos casos, recurriremos el veredicto por las irregularidades que rodean al caso.

Hay peritajes que reconocen que ese vídeo no identifica a Ibar. Raymond Evans, un experto británico en comparación facial fotográfica y mapeo facial, testificó en el juicio y certificó que, a pesar de la deficiente calidad del vídeo de videovigilancia del domicilio donde se produjo el asesinato y de las imágenes fijas extraídas del mismo, se observan varias diferencias entre Ibar y el responsable del crimen.

Por otra parte, en septiembre del pasado año, se descubrió una mancha en la camiseta que cubría el rostro del asesino. La Fiscalía afirmaba que contenía restos biológicos de Ibar. Sin embargo, la defensa ha presentado expertos en muestras genéticas que señalaron que tiene una coincidencia parcial con el acusado está por debajo de los estándares internacionalmente aceptados. Además de que la cadena de custodia de las pruebas estaba fuertemente comprometida, ya que la camiseta que se analizó venía en un paquete medio abierto. 

A esto se suman otro varapalo: la negativa de un tribunal de apelaciones de aceptar una apelación sobre un jurado que, el primer día laboral después del caso, quiso retractarse de su voto y denunció en un foro de Internet que había sido sometido a fuertes presiones e incluso bullying desde el mismo jurado.  No es el único que se ha expresado en este sentido. Varios testigos que afirman haber cobrado por su testimonio y admitieron que habían sido amenazados para declarar contra Ibar.

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