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Susana Díaz escenifica de nuevo su frialdad con Pedro Sánchez

Evita respaldarlo como candidato a La Moncloa, habla la primera en el Comité Federal para luego abandonarlo y se abraza ostensiblemente con Madina. 

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, se hace una foto con una simpatizante a su llegada a la sede del PSOE.- EFE

MANUEL SÁNCHEZ

MADRID.- Son gestos calculados, o no. Tal vez magnificados o, tal vez, muy medidos. Pero la sensación que dejó este sábado el Comité Federal del PSOE es que Susana Díaz quiso escenificar, de nuevo, su frialdad política ante Pedro Sánchez como líder del partido.

Primero, porque nada más entrar al cónclave socialista evitó una pregunta directa sobre las posibilidades del líder socialista para que sea el futuro candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno. Vino a decir que ella será “neutral”, y eso será lo que decidan los militantes y simpatizantes del partido en el proceso de primarias.

En segundo lugar porque, buscado o no, lo primero que hizo al llegar a la sede del PSOE fue darse un abrazo, ostensiblemente muy cariñoso, con Eduardo Madina, quien luego estuvo elogiando la intervención de Díaz en cada corrillo periodístico que se encontraba.

Y, en tercer lugar, porque tomó la palabra la primera tras Pedro Sánchez, para abogar por que las elecciones se ganan con “un partido unido, un liderazgo fuerte y un proyecto claro”, para después abandonar el Comité Federal, tras cosechar los mayores aplausos de la mañana.

“Veni, vidi, vinci”, se podría titular la crónica de la presidenta andaluza en el Comité Federal del PSOE, porque sabía que todos los ojos estaban puestos en ella y lo aprovechó, a su manera.

Ni sorprendió, ni entusiasmó

Por su parte, Pedro Sánchez ni sorprendió ni entusiasmó demasiado. Hizo un discurso de lugares comunes, reivindicando que el PSOE “es la única izquierda que puede ganar al PP”.

Si para Rubalcaba el objetivo central era la educación, para Sánchez es que el PSOE presente una propuesta económica alternativa a la del PP, creíble y realizable, que permita a España salir de la crisis de una manera justa para todos.

El líder del PSOE anunció que en las próximas semanas presentará la propuesta socialista para un nuevo Estatuto de los Trabajadores

En este sentido, el líder del PSOE anunció que en las próximas semanas presentará la propuesta socialista para un nuevo Estatuto de los Trabajadores, y que se está también articulando una ambiciosa propuesta de reforma fiscal, para que no sólo paguen las clases medias y trabajadoras.

Más allá del discurso inicial y final del secretario general del PSOE, el Comité Federal transcurrió plácidamente. No se habló de pactos postelectorales. Se apoyó la posición de Susana Díaz de gobernar en solitario. Y los barones se esforzaron en decir que Andalucía ha sido un gran balón de oxígeno, que el mapa político está cambiando muy rápidamente –aunque apenas hubo referencias concretas a Podemos o a Ciudadanos- y que hay muchas posibilidades de que el PSOE vuelva a gobernar más comunidades autónomas y muchos ayuntamientos.

Dos fueron los frentes que tuvo que afrontar Sánchez de carácter más interno. El primero la ofensiva que Tomás Gómez tenía preparada con los suyos para denunciar lo que denominó la falta de democracia interna en Madrid. Maru Menéndez o Amparo Valcarce tomaron la palabra para criticar con dureza la creación de la gestora en Madrid. Pero ninguna federación socialista más salió en su apoyo.

Sánchez, en su contestación final, no le dio mayor recorrido. Dijo que había tenido que tomar decisiones difíciles con el único objetivo de hacer “un partido fuerte, unido y ganador”. Felicitó a Simancas por cómo ha liderado la gestora creada en Madrid, y ni siquiera mencionó a Gómez.

Tomás Gómez denunció lo que denominó la falta de democracia interna del partido en Madrid

El otro asunto, planteado por Izquierda Socialista, fue el relativo al pacto contra el terrorismo yihadista firmado por el PP. Sánchez contestó que en este asunto “ha cumplido con los valores y la trayectoria del PSOE”, y recordó que se recurrirá al Constitucional la cadena perpértua revisable, el principal escollo del acuerdo.

No dio para más el largo Comité Federal del PSOE –hubo 37 peticiones de palabra, y acabó cerca de las cuatro de la tarde-, salvo para saber que todo está a la espera de lo que ocurra el 24 de mayo, y que luego vendrá otro partido.

Guillermo Fernández Vara indicó que había buen ambiente en el partido, hubo un gran reconocimiento a la victoria de Susana Díaz y a la inyección de moral que le ha dado a los socialistas, y se cree que hay unas expectativas electorales que no son tan malas como se preveían hace apenas dos meses.

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