El foco de las negociaciones para formar Gobierno está puesto especialmente en Junts. Pedro Sánchez, presidente en funciones y líder del PSOE, necesita al partido de Carles Puigdemont. Pero el Ejecutivo será de coalición. Y aquí entran en juego Sumar y Yolanda Díaz.

El espacio, heredero de Unidas Podemos y que aglutina a Podemos, IU, Más País, Compromís o la Chunta Aragonesista, no será un mero espectador en el proceso. De hecho, son parte bien interesada, al formar parte del próximo Gobierno. 

En este contexto, el papel de Díaz ya se ha visibilizado durante el mes que ha transcurrido desde las elecciones del 23 de julio. La líder de Sumar dejó claro la pasada semana que la apuesta para la Mesa del Congreso debería reconocer la plurinacionalidad y que este país necesita un nuevo acuerdo territorial.

Del mismo modo, anunció que ella misma estaba negociando, también Jaume Asens, al máximo nivel para la investidura de Gobierno. El uso de las lenguas cooficiales en el Congreso, un asunto que ya se había reclamado por parte de UP anteriormente, llevó su sello, al ponerlo sobre la mesa a principios del mes de agosto. Su participación para que ERC tenga grupo propio también ha sido decisivo ya que les prestarán dos diputados a los republicanos para que puedan hacerlo. 

Ese fue el primer paso para que Sánchez revalide el Gobierno. Pero aún queda camino. Sumar ya ha remitido un documento programático a los socialistas. Primero los contenidos y luego lo demás, dicen en Sumar. Es decir, antes de saber cuál será la composición del Ejecutivo y el reparto de carteras, los de Díaz necesitan arrancar una serie de compromisos ambiciosos al PSOE. 

El acto celebrado este jueves por Díaz en Lyon (Francia), junto al político Jean-Luc Mélenchon, ejemplifica muy bien este punto y las intenciones políticas de Díaz. Los mensajes de la vicepresidenta hacia el PSOE fueron directos: "no tener miedo a la subalternidad" con ellos; "ir siempre por delante", "caminar dos pasos para que el conjunto del país pueda avanzar uno". 

Díaz criticó el conformismo de los socialistas. Como ya hizo durante la campaña electoral y recordó delante de Mélenchon. Para la líder de Sumar, el proyecto de los socialistas es esencialmente "que las cosas queden como están". Y alertó del riesgo que supone ahora la negociación del nuevo Gobierno. "Hay gentes en el PSOE que piensan que ya hemos protegido demasiado a la ciudadanía frente al modelo que proponemos en Sumar", afirmó. 

En Sumar consideran que el PSOE siempre actúa de forma lenta. Que le cuesta reaccionar. Y que no es el mismo PSOE durante la campaña electoral que cuando toca negociar propuestas concretas.

En la coalición que lidera Díaz recuerdan las resistencias de los socialistas a medidas que luego aprobó y que defendió en campaña electoral como los avances de igualdad, la excepción ibérica, la subida del SMI, la reforma de las pensiones o los ERTES, entre otras. En muchas de ellas vivió auténticas batallas políticas abiertas con los socialistas. 

¿Y a partir de ahora, qué?

¿Cómo se traducirán todas estas intenciones políticas sobre el papel a partir de ahora? En Sumar, como también en el PSOE, mantienen la máxima de "discreción" para no revelar prácticamente nada del contenido de las conversaciones. 

Pero sí hay un asunto donde en Sumar ya han marcado posición clara por lo que pueda pasar. Es sobre la amnistía que piden desde Junts o ERC para los implicados en el Procès de Catalunya. Un asunto que los socialistas de momento esquivan pero que los de Díaz defienden de forma pública. 

El portavoz de Sumar, Ernest Urtasun recalcó este jueves que "la voluntad política de Sumar es clara" y que los de Díaz creen que la amnistía "tiene encaje constitucional y que puede salir adelante". Frente a eso, Sánchez se puso de perfil esta semana al evitar pronunciarse sobre si esta ley tiene o no cabida en la Constitución. Para Sumar, "resolver el conflicto político" en Catalunya es un tema clave. 

En Sumar no desvelan qué medidas concretas han puesto encima de la mesa como prioridades para esta legislatura y la conformación del Gobierno. Sí que han dado algunas pistas generales como avanzar en feminismo, derechos sociales o lucha contra el cambio climático. Además de considerar a Catalunya como una solución y no como un problema.

Si atendemos a la campaña electoral de Sumar, algunas de las líneas en las que más insistieron y que podrían verse reflejadas en el hipotético acuerdo de Gobierno tienen que ver con el derecho a la vivienda, la reducción de la jornada laboral o el acceso digno a la cesta de la compra ante la subida de precios de productos como el aceite o los carburantes.