El subidón de Ciudadanos el 27-S acerca a la derecha a sumar mayoría absoluta en el próximo Congreso
Una España que vuelve a estar partida en dos
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Catalunya ha dado un subidón a la derecha española. Pero no a la que gobierna España, sino al partido que apoya al PP para que pueda seguir gobernando la Comunidad de Madrid. Y una alianza así tras las generales podría impedir el cambio de izquierdas en el Congreso de los Diputados que se vaticinaba hasta hace bien poco.
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El PP sufrirá el mayor descalabro electoral de su historia, cayendo a un nivel de siete millones de votos justos que parecía imposible desde hace más de 20 años
Ese desk research de JM&A prevé que el PP y Ciudadanos sumen 169 escaños (121 y 48, respectivamente), a sólo siete diputados de la mayoría absoluta. Y eso a pesar de que el partido de Rajoy sufrirá el mayor descalabro electoral de su historia, cayendo a un nivel de siete millones de votos justos que parecía imposible desde hace más de veinte años, puesto que incluso superó los 8,2 millones cuando fue derrotado por el PSOE por cuarta vez consecutiva en 1993.
Una España que vuelve a estar partida en dos
No obstante, de la tabla de resultados previstos por JM&A que aparece aquí arriba (con las comparativas de las generales de 2011 y 2008) se hace patente que España vuelve a estar dividida casi por mitad entre votantes de derecha y votantes de izquierda. PP+C's suman prácticamente 11 millones de votos, mientras que PSOE+Podemos+IU reúnen casi 10,4 millones. Igualmente, el recuento de los votantes de las otras formaciones con representación parlamentaria también arroja un empate aproximado: las conservadoras CDC+PNV+CC+PRC suman 1,28 millones; y ERC+Amaiur+Compromís+CUP+Geroa Bai, en el otro extremo, reúnen 1,22 millones.
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El PP quedará atado de manos por el tsunami naranja y el resurgimiento del PSOE limitará la futura influencia de Podemos
Ahora bien, de las transferencias de votos estimadas por esta proyección de JM&A se deducen dos fenómenos novedosos, surgidos de los resultados del 27S en Catalunya: el tsunami naranja dejará al PP, incluso si logra gobernar, atado de manos con la soga de un Ciudadanos crecido; y el resurgimiento socialista limitará la influencia de Podemos, que dará un bocado mucho más pequeño de lo que se pensaba al electorado del PSOE.