A pesar de que hay quien lo espera, Soraya Sáenz de Santamaría descarta volver a la política, al menos no en este momento de guerra entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso.

Mientras se recupera de su enfermedad ya integrada en el despacho donde trabaja, Sáenz de Santamaría está dispuesta a ver los toros desde la barrera ante el espectáculo sin precedentes que ofrece la cúpula popular.

Tampoco el equipo de confianza de la exvicepresidenta del Gobierno de Mariano Rajoy, como la exministra de Empleo, Fátima Báñez, cuenta en sus planes con involucrarse en las aguas turbias de su partido.

De hecho, el mensaje de Báñez a Público es claro: "Las dos [también por Sáenz de Santamaría] estamos fuera de la política".

Mientras la militancia del PP, y los propios barones, se dividen entre si sería adecuado un congreso extraordinario en el partido para retirar a Pablo Casado de la presidencia, o dejar las cosas como están y cerrar filas en torno a su líder, también se recuerda el cónclave de 2019 de los populares donde el actual presidente del partido doblegó, gracias a Dolores de Cospedal, a Soraya Sáenz de Santamaría.

La exvicepresidenta y mano derecha de Rajoy, cuando éste dimitió en 2018 tras la moción de censura que llevaría a Pedro Sánchez a la Moncloa, presentó su candidatura frente a Casado y se hizo, en la primera vuelta, con el respaldo de la militancia con un 36,95% de los respaldos.

En la segunda vuelta del Congreso del PP, sin embargo, Casado logró el apoyo de los simpatizantes de María Dolores de Cospedal. Así el actual líder de Génova llegaría a presidente del PP con el respaldo del 57,21% de los votos.