De la soberanía a la cogobernanza: dos propuestas sobre el modelo territorial en el debate de 'Público' y 'Espacio Público'
Ander Gil (PSOE), Carme Forcadell (ERC), Ana Pontón (BNG) y Oskar Matute (EH Bildu) contraponen sus aspiraciones en un debate de altura sobre la plurinacionalidad del Estado español.
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madrid, Actualizado:
No ha habido acuerdo entre el modelo territorial que ha puesto sobre la mesa Ander Gil, expresidente del Senado por el Partido Socialista (PSOE) y el que han defendido, cada uno son sus matices y grados, Carme Forcadell, expresidenta del Parlament de Catalunya por Esquerra Republicana (ERC); Oskar Matute, diputado de EH Bildu o Ana Pontón, portavoz nacional del Bloque Nacionalista Galego (BNG). El debate se ha llevado a cabo en un acto organizado por la Fundación Espacio Público y Público en la sede de Caixaforum en Madrid.
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Han chocado los modelos, pero no han saltado chispas. A diferencia de la habitual bronca en los debates parlamentarios, la mesa de diálogo ―de la que se ha ausentado a última hora Gerardo Pisarello (Comuns) por motivos personales― ha dado a los cuatro ponentes la oportunidad de confrontar desde la tranquilidad.
Virginia Pérez Alonso, directora de Público, ha abierto la discusión situando un marco general. Ha hablado de la dificultad de encarar un debate constructivo del modelo territorial con la oposición frontal de la derecha, de las diferencias en los servicios sociales en los distintos territorios, de la imposibilidad de convertir el Senado en una Cámara verdaderamente territorial o del modelo de financiación caducado. Ella y el presidente de la Fundación Espacio Público, Ignacio Muro, han coincidido en que el actual modelo territorial "no consigue cubrir las necesidades de los territorios".
Y es un extremo en el que han convergido todas las figuras políticas invitadas. No tanto, en cambio, en las soluciones. Ander Gil ha empezado diciendo que "el Estado de las autonomías ha merecido la pena" y que no fue tarea fácil generarlo. "Se construyó una casa con los habitantes dentro y eso es muy difícil". De todas formas, el expresidente del Senado hace una "valoración positiva" del recorrido del actual modelo, aunque reconoce que necesita algunos ajustes.
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Sin embargo, Gil considera que esos ajustes tienen que pasar por acentuar y mejorar la "cogobernanza". No más allá. Además, ha remarcado que un cambio de gran calibre habría de hacerse "con el concurso del Partido Popular". Es algo con lo que no han estado de acuerdo ni por asomo el resto de los ponentes.
Ana Pontón ha querido dejar claro que ese modelo de cogobernanza no ha sido nunca útil a Galicia. Ha insistido en que los problemas gallegos no llegan a Madrid y en que "el Estado español tiene que reconocer cuál es su realidad: pluricultural, plurilingüe y plurinacional". Además, ha enfatizado en que, de primeras, "el conjunto de los actores políticos han de reconocer que hay naciones [dentro del Estado] que tienen derecho a que se acepte su soberanía". "Lo lógico", ha abrochado, "es que haya un reconocimiento confederal" para una realidad que no esté "subordinada a un poder central".
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En su turno, Oskar Matute ha ido más allá. "Queremos una república confederal vasca libre y soberana". Con ella, ha continuado el diputado abertzale, "será más fácil hacer políticas transformadoras". Su partido ―que quieren que se entienda como un "partido-movimiento"― trabaja para "generar las condiciones en Euskal Herria para que se dé una nueva transformación nacional" y aspirar, primero, a la plena soberanía y luego a la independencia. En ese punto, ha reconocido que las dificultades son muchas ―a la luz del caso catalán―, pero ha zanjado que están dispuestos a recorrer el camino. Un camino, ha explicado, que "no puede partir del Congreso, sino que tiene que venir del pueblo vasco".
Carme Forcadell, que ha empezado hablando en catalán para evidenciar que el Estado español nunca ha puesto en valor la lengua catalana, ha sido muy dura en su intervención. "A nosotros no se nos ha permitido vivir con nuestra catalanidad", ha aseverado. Después, ha relatado uno por uno los hechos más determinantes en la relación entre Catalunya y España de los últimos años.
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Ha empezado por la promesa de un Estatut "que respete la decisión del Parlament" ―un anhelo que Forcadell considera enterrado primero por el pacto entre Zapatero y Artur Mas y, después, por los recortes del Tribunal Constitucional― y ha terminado con la victoria de Salvador Illa en las últimas elecciones. Ha querido explicar, así, que el encaje de Catalunya en España no es posible y ha señalado el fracaso del Estatut como una de las chispas que terminó prendiendo el procés.
La DANA y la descentralización
En unos momentos tan dramáticos como los que atraviesa el país, con la tragedia de la DANA en plena vigencia, los ponentes han discutido, en términos teóricos, cuál debería haber sido el papel del Estado en este desastre. El que más claro ha sido en esta cuestión ha sido Matute. Ante la pregunta de si el Gobierno central tendría que haber declarado el estado de alarma o haber cogido las riendas de la gestión de alguna otra manera, como han pedido partidos desde Izquierda Unida o Podemos, hasta el PP, el diputado abertzale se ha posicionado totalmente en contra, toda vez que hubiera sido un síntoma de recentralización. Ha subrayado, además, que Mazón tenía y tiene las herramientas para mantener las competencias y liderar dicha gestión.
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Ha habido cuórum, en cualquier caso, en que el problema es que tanto el sistema, como los responsables políticos del País Valencià fallaron.
Con todo, el debate Estado y soberanías ha terminado sin acuerdo, pero con intercambio de ideas. Gil ha defendido ganar en "cogobernanza" como objetivo de futuro, mientras que los otros tres ponentes trabajarán por obtener más soberanía. Se trata, de eso no cabe ninguna duda, de una de las discusiones estructurales del Estado español. Ana Pontón ha señalado que la cuestión territorial atraviesa la política española desde hace 200 años: "Cuando un debate es tan pertinaz es porque hay una realidad detrás".