BARCELONA.- La oferta que encontrará el ciudadano catalán cuando se acerque a su colegio a escoger papeleta de voto este domingo será diferente a la de otras ocasiones. Si lo que busca son los líderes conocidos de los partidos que suelen encabezar las listas, también observará que el panorama es diferente, porque todos son nuevos en este papel.

El elector despistado no encontrará papeleta de la fuerza que ha gobernado en Catalunya durante la mayor parte del tiempo desde que se restableció la Generalitat. CiU se rompió como coalición y su partido más fuerte, Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), la organización fundada por Jordi Pujol, no concurre como tal a estas elecciones.

Tampoco hay lista del histórico partido republicano de Catalunya, ERC, porque de acuerdo con Convergència se plantearon estas elecciones como un plebiscito, que sustituyera de alguna manera al referéndum sobre la eventual independencia de Catalunya, que no se pudo realizar debido a la negativa del Gobierno central y la suspensión de la consulta por parte del Tribunal Constitucional.

Junts pel Sí nació formalmente con esta finalidad y pretende recoger el voto de la mayor parte de los partidarios de la independencia.

Artur Mas, presidente de la Generalitat, convocó estas elecciones anticipadas (las anteriores se celebraron en noviembre del 2012) sólo después de estar seguro de contar con el compromiso de Esquerra Republicana y con el apoyo de organizaciones de la sociedad civil catalana, como Òmnium Cultural o Assemblea Nacional Catalana (ANC).
Para encabezar la lista por Barcelona eligieron a un ex militante y ex - eurodiputado de Iniciativa per Catalunya Verds, Raül Romeva, y como números dos y tres, a Carme Forcadell y Muriel Casals, expresidentas de ANC y Òmnium. Los lugares cuarto y quinto los ocupan los líderes de CDC y ERC, Artur Mas y Oriol Junqueras.

El acuerdo para la constitución de Junts pel Sí presenta una particularidad inédita y es que el candidato a la presidencia de la Generalitat no es el número uno, sino el cuarto de la lista, Artur Mas. En el pacto también previeron que la vicepresidencia del gobierno y la presidencia del Parlament serían ocupadas por dirigentes de ERC.

Esta condición, más la participación de otros políticos en activo, fue la que hizo imposible la formación de una única lista independentista, que en algún momento pareció que se podía formar sólo con representantes de la sociedad civil catalana.

Junts pel Sí ha conseguido en todo caso el apoyo explícito de un buen número de personalidades significativas, y el de otras organizaciones independentistas, como la constituida por democristianos que se reivindican herederos de la histórica UDC, Demòcrates de Catalunya , u organizaciones desgajadas del Partit del Socialistes de Catalunya (PSC), como el Moviment d’Esquerres.

Todo hace prever que Junts pel Sí obtendrá la mayoría, a gran distancia del resto de formaciones. Las encuestas y pronósticos acreditados ponen en duda, no obstante, que por sí solos puedan hacerse con la mayoría absoluta de la cámara.