Podemos sanciona a militantes que el 26M se presentaron en confluencias en Aragón
La dirección de Aragón suspende de militancia a dos miembros de Zaragoza y otra de Huesca y pide a la Comisión de Garantías estatal que las expulse mientras prepara expedientes a otros militantes que optaron por los espacios confluyentes tras la ruptura oficial del partido con estos.
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ZARAGOZA,
El tormentoso proceso de tensiones internas desatado en Podemos Aragón en vísperas de las elecciones municipales y autonómicas del 26-M, cuya causa principal fue la ruptura con el espacio local de confluencia Zaragoza en Común (ZeC) y con IU en el ámbito autonómico, sigue dando coletazos en un conflicto que ahora se traslada a los órganos centrales de los morados.
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El último episodio, tras el batacazo electoral que redujo de nueve a tres los concejales de ZeC y que dejó con solo dos a Podemos Equo tras una agria ruptura que entregó el ayuntamiento de la capital al trío de Colón, ha sido la apertura de expedientes y la suspensión de militancia a dos miembros de la organización que se presentaron a las elecciones en Zaragoza en Común (ZeC) en lugar de con Podemos-Equo, así como a otra de la capital oscense que concurrió con Cambiar Huesca, y el envío de los legajos a la Comisión de Garantías estatal para que decida sobre su eventual expulsión del partido.
Las afectadas en Zaragoza son Pilar Vaquero y Esther Moreno, que ocuparon, respectivamente, los puestos sexto y duodécimo en la lista de ZeC tras haber quedado cuarta y octava en las primarias de Podemos con la plataforma Podemos en Común, en la que se alineaba el sector crítico local, afín a Pablo Echenique, y los Anticapitalistas entre otros grupos.
“Es un procedimiento que prevén los estatutos, sin más. En otros partidos presentarse en una lista que compite contra la de tu organización conlleva la expulsión directamente, pero en Podemos hay un procedimiento reglado que es el que hemos puesto en marcha”, señaló el secretario de Organización de los morados en Aragón, Carlos Arroyos, que sostiene que “caeríamos una dejación de funciones si permitiéramos que la gente se saltara los estatutos”.
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Más casos en lista de espera
La comunicación que todas ellas recibieron el pasado viernes indica que, según los estatutos, “la integración en las primarias o en las listas electorales de otros partidos que compitan electoralmente con Podemos” supone una infracción muy grave e insta a la Comisión de Garantías estatal “a que analice dichas actuaciones y resuelva si son sancionables de forma disciplinaria definitivamente”, lo que conllevaría la expulsión.
Fuentes de la dirección estatal de Podemos declinaron pronunciarse sobre el procedimiento, ya que la comisión es un órgano independiente que marca su propio ritmo de trabajo, al margen de la cúpula política.
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Esas tres resoluciones, adoptadas por el Consejo de Coordinación autonómico el 3 de junio, ocho días después de las municipales y dos meses antes de ser comunicadas, no van a ser los únicos expedientes de este tipo relacionados con las municipales que se abran en Aragón.
“Estamos estudiando varios casos más”, confirmó Arroyos, que justificó el retraso en la comunicación por el hecho de que la dirección pasó esas semanas centrada en las negociaciones para la investidura de Javier Lambán y para cerrar la coalición con PSOE, Cha y Par.
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Tanto en La Muela como en Alagón, entre otras localidades aragonesas, hubo miembros de Podemos que siguieron en las confluencias, en las que algunos de ellos llevaban cuatro años trabajando, cuando la dirección autonómica optó por romper con IU y presentarse coaligados con Equo.
"Cada vez menos gente decide"
Tanto Vaquero como Moreno coinciden en destacar que la comunicación coincide con el cierre del acuerdo para el cuatripartito. “Esto es el cierre aprovechando el momento”, señala la primera de ellas, que considera los expedientes “la guinda a un pastel de despropósitos que comenzó cuestionando la capacidad de ZeC, siguió con la ruptura de una confluencia que ha demostrado que podía gobernar y ha terminado con la ciudad en manos de la derecha sin que nadie asuma en Podemos ninguna responsabilidad política”.
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“Es un pataleo de la dirección de un partido en el que cada vez decide menos gente” y que “ha esperado a tener cerrado su pacto con el Par, que como todo el mundo sabe es un partido de izquierdas”, ironiza Moreno, que anota que “era importante que Podemos formara parte de ZeC” y añade que “Pilar y yo no dimos el paso solas, detrás había mucha más gente de la organización”.
Ambas siguen desde marzo esperando que el mismo Comité de Garantías que ahora tiene sobre la mesa sus expedientes resuelva su consulta sobre si podían o no presentarse con ZeC, tal y como habían decidido las bases de Podemos antes del viraje de la dirección. “La dirección tiene ahora una oportunidad para pronunciarse sobre algo que no es una cuestión de disciplina sino de fondo”, señala Vaquero, que se pregunta, en referencia a Nacho Escartín, si “¿puede un secretario general ir en contra de lo que dice la asamblea”.