Sánchez recrudece la confrontación con Ayuso con la guerra sucia judicial como telón de fondo: "Es la jefa de Feijóo"

"La jefa". Con estas dos palabras ha definido esta semana el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a Isabel Díaz Ayuso. El líder socialista ha recurrido a esa calificación tanto en el Congreso de los Diputados la pasada semana como en Bruselas este jueves durante su rueda de prensa. Moncloa y Ferraz han contraatacado a Alberto Núñez Feijóo y el PP en plena ofensiva judicial y política agitando el débil liderazgo del actual presidente de los populares. 

La visión de los socialistas no es, ni mucho menos, nueva. Es un ataque recurrente. No se olvidan en el PSOE cómo llegó Feijóo al liderazgo del PP. Pablo Casado ha sido evocado, también esta última semana, en varias ocasiones. El anterior presidente de los populares fue defenestrado por su partido por denunciar públicamente las sospechas de enriquecimiento personal del hermano de Ayuso durante la pandemia. 

La influencia de Ayuso en Feijóo es "evidente", según señalan en el PSOE. La consideran artífice de los pasos atrás del PP durante meses en asuntos que estaban muy avanzados, como la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en su momento.

Más recientemente, la consideran responsable de no apoyar un pacto sobre la reforma de la ley de extranjería. "Muchos de sus votantes y barones y quizá hasta usted mismo quieran llegar a un acuerdo para el reparto de inmigrantes menores, pero es que el problema es que la jefa no les deja", dijo Sánchez en la Cámara Baja en referencia a Ayuso. 

Fuentes socialistas señalan que la presidenta madrileña hace el "trabajo sucio" que Feijóo todavía no se atreve a realizar. El ejemplo perfecto es la llamada a comparecer a Begoña Gómez, esposa de Sánchez, en la comisión de investigación abierta en la Asamblea de Madrid. Ese hecho generó una fuerte respuesta de los socialistas, que la acusaron de tapar las muertes en las residencias durante la covid-19 y el caso que afecta a su pareja, Alberto González Amador. 

Precisamente este último punto es el que ha desatado una decisión del Tribunal Supremo sin precedentes, la imputación del fiscal general del Estado por presunta revelación de secretos. El Gobierno, con Sánchez a la cabeza, defiende el trabajo de Álvaro García Ortiz y está convencido de que la investigación quedará en nada. 

Sánchez exige a Feijóo que pida la dimisión de Ayuso por el caso de su pareja

Sánchez aprovechó su rueda de prensa del jueves para sacar toda su artillería contra Ayuso. Deslizó que la dirigente madrileña se ha podido enriquecer por los negocios de un "delincuente confeso" como su pareja. Cargó también contra su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, como responsable de difundir bulos. Y pidió expresamente a Feijóo que exigiera la dimisión de Ayuso. 

El PSOE, siguiendo la estela de Sánchez, dedicó también este viernes el editorial de la publicación El Socialista a este asunto. "Queremos saber, porque hasta la fecha solo escuchamos medias verdades o insultos al presidente Sánchez. Pero ni una sola explicación", señalan en referencia al caso de su pareja. "Alberto Núñez Feijóo, ponga orden en su partido. Ya. Pida a Ayuso que deje el cargo, si es que puede. Demuestre la autoridad que nunca se ha visto, y pierda el miedo a la jefa", añade el texto. 

Los socialistas, en todo caso, no se olvidan de la trayectoria de Feijóo. "Alguien con una fotos y vacaciones con un narcotraficante, los contratos de su hermana con la Xunta de Galicia bajo la lupa del Parlamento gallego y quién sabe si de la Justicia, igual que los de tu cuñado, el desastre de las cajas gallegas a sus espaldas... ¿a quién le puede pedir cuentas alguien con ese currículum?", reflexionan fuentes del PSOE. Esta misma semana los socialistas han advertido de que llevarán a Feijóo a la Justicia si no explica las adjudicaciones a empresas como en las que participa su hermana, informaciones que ha revelado Público. 

En Moncloa apuntan a que la sensación es que Feijóo está cada vez más cuestionado "dentro y fuera" del PP, con la CEOE como ejemplo. "No deben confiar en él", señalan fuentes gubernamentales. Sobre Ayuso, califican de "insultantes" e "impropias de un dirigente político de ese nivel" las declaraciones recurrentes sobre Sánchez. Este mismo jueves señaló que el Gobierno estaba lleno de "mafiosos, tiranos, estalinistas y caraduras".  

A nivel político, Sánchez ha buscado confrontar con Ayuso, y las comunidades del PP, por sus medidas concretas. Un ejemplo que ya se vio en el discurso de inicio del curso político. El presidente del Gobierno mencionó al menos en seis ocasiones a la Comunidad de Madrid durante aquella intervención. Cargó contra sus políticas y las contrapuso con las medidas impulsadas desde el Ejecutivo de coalición progresista.

En este contexto, el PP de Madrid también ha agitado las calles. Ha llamado a manifestarse este domingo en una convocatoria organizada por la llamada Plataforma por la España Constitucional. En ella se pide la convocatoria de elecciones y se ilustra con múltiples referencias a Venezuela y mensaje de apoyo al juez Juan Carlos Peinado, instructor de la causa contra la esposa de Sánchez. Precisamente este viernes se conoció que la querella por prevaricación presentada por la Abogacía del Estado no se admitía a trámite. Un hecho que provocó la "discrepancia" en el Gobierno. 

"Me dan lecciones, ¿de qué?", se preguntó Sánchez el jueves en relación a sus actuaciones con los casos de corrupción. En Moncloa defienden que han tomado las acciones más contundentes posibles en el caso Koldo con la expulsión casi inmediata de José Luis Ábalos o la auditoría encargada por Óscar Puente en el Ministerio de Transportes. 

Reunión en Moncloa pendiente 

La tensión máxima entre Sánchez y Ayuso llega poco antes de que tengan que verse las caras en Moncloa. El Gobierno inició hace semanas una ronda de reuniones con presidentes autonómicos. La cita con la Comunidad de Madrid todavía no está fechada, según confirman fuentes gubernamentales. Pero la intención es que se produzca como con todas las que faltan (Extremadura, Castilla y León, Illes Balears, Catalunya, Ceuta y Melilla). 

Ayuso trató de liderar una suerte de boicot del resto de barones del PP a estas citas. pero, al contrario que en otras ocasiones, su posición no fue respaldada. Ambos dirigentes se han reunido en dos ocasiones durante los últimos años. Una de ellas en septiembre de 2020, en plena pandemia. Fue en la sede del Gobierno autonómico y con una imagen delante de numerosas banderas que no pasó desapercibida. En 2021, tras la victoria electoral de Ayuso, la presidenta madrileña acudió a Moncloa. A nadie se le escapa la fuerte expectación que genera un nuevo encuentro que debe llegar en las próximas semanas.