Este artículo se publicó hace 3 años.
Sánchez evita ahora hablar de derogación y dice que hay que reconstruir "algunas cosas" de la reforma laboral de 2012
El líder del Ejecutivo ha interpelado a patronal y sindicatos, a los que ha pedido "responsabilidad de país" para lograr un acuerdo antes de final de año.
A dos días de la reunión que mantendrá con Díaz y Calviño y otros tres ministros que el mismo Sánchez ha convocado, el presidente del Gobierno ha evitado hablar de derogación de la reforma laboral. Ha especificado que habrá que reconstruir "algunas cosas" que considera que el Gobierno del PP hizo mal en 2012.
Así se ha referido Pedro Sánchez a la negociación de esta norma -que ha abierto una brecha entre los socios de la coalición-, al término de la cumbre del G20 en Roma, donde ha añadido que lo importante es "ganar la batalla al futuro".
El líder del Ejecutivo ha interpelado a patronal y sindicatos, a los que ha pedido "responsabilidad de país" para lograr un acuerdo antes de final de año sobre la reforma laboral, que espera que se haga "con el máximo consenso de agentes sociales y el mayor de los diálogos".
"Que tengamos a empresarios y sindicatos en ese diálogo y que podamos llegar a un acuerdo con ellos será fundamental para lograr la actualización de nuestro modelo de relaciones laborales", ha remarcado el presidente en declaraciones a los medios de comunicación recogidas por la Agencia Efe y Europa Press. Fuentes de Moncloa han precisado que cuando Sánchez habló de reconstruir "algunas de las cosas que se hicieron mal en 2012", se refería al "consenso con todos los agentes sociales" y no al contenido de la reforma.
Respecto al acuerdo sobre la reforma laboral, este sábado la vicepresidenta Nadia Calviño fijó cuatro puntos que considera fundamentales en esta negociación e insistió en la necesidad de hablar con una sola voz en el Gobierno. Por ello, enmarcó dentro de la normalidad la reunión de este martes junto a Yolanda Díaz, y los ministros de Hacienda, Seguridad Social y Educación para coordinar la posición del Ejecutivo al respecto.
La reunión de este martes, clave para desencallar en el conflicto en el seno del Gobierno
No obstante, pese a las palabras de Calviño y Sánchez, lo cierto es que la tensión que se ha vivido en el Ejecutivo a cuenta de la reforma laboral ha sido notable. Esta negociación ha obligado a volver a convocar que la mesa de coordinación de la coalición, un foro que no se reunía desde junio de 2020.
En Unidas Podemos están convencidos de que la discrepancia acerca de la reforma laboral es, fundamentalmente, sobre "contenidos", y sobre dos maneras de entender la economía y las relaciones laborales. Sin embargo, en la formación morada también creen que parte de lo que ha sucedido recientemente responde a un cambio de estrategia por parte del PSOE.
Lo normal en una coalición de Gobierno es que sea el partido mayoritario (y el presidente) el que rentabiliza los avances pero, a juicio de Podemos, la oposición del ala encabezada por Sánchez a muchas de las normas que han provocado roces entre socios habría conseguido que los socialistas apenas hayan logrado "capitalizar" muchas de estas reformas.
Por ello, desde UP consideran que el conflicto de la reforma laboral supone el primer paso de un cambio de rumbo del PSOE que podría cambiar las relaciones de los dos partidos que componen el Ejecutivo.
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