Apenas una hora después de la comparecencia de Mariano Rajoy, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, hizo este lunes una declaración pública dando su pleno respaldo a los dos recursos que el Ejecutivo ha presentado contra la Ley de Consultas y la convocatoria del referéndum del 9-N, aprobados por la Generalitat.

Sánchez, no obstante, advirtió al presidente del Gobierno de que para afrontar este problema 'la legalidad sólo no basta' e insistió en que se tiene que abrir paso la negociación y el diálogo para una amplia reforma Constitucional.

El líder del PSOE estuvo especialmente duro con Mas, a quien acusó de haberse situado fuera del marco de la legalidad democrática y, además, de haberlo hecho de forma consciente. 'Condeno esta quiebra de la legalidad y lamento esta conducta que daña profundamente a la democracia española, y manifiesto mi apoyo y el de mi partido a los recursos presentados por el Gobierno', dijo con toda solemnidad el líder socialista.

Pero, una vez dejado claro esto, afirmó que el problema no se va a resolver 'con trincheras o monólogos', y aseguró que el PSOE quiere y debe tener un papel fundamental en la solución de esta crisis que debe pasar por el diálogo, el consenso y llegar a una reforma constitucional para que luego que sea refrendada por todos los españoles.

Sánchez no ocultó que la responsabilidad máxima para afrontar la situación está en manos de Rajoy y Mas, 'pero a ambos le tendemos la mano para alcanzar ese entendimiento entre todos'; afirmó el líder del primer partido de la oposición.

Al ser preguntado si cree que la reforma constitucional será suficiente para apagar el clamor independentista que parece que hay en Catalunya, Sánchez contestó que él no quiere reformar la Constitución 'para calmar a los independentistas, sino para mejorar el marco de convivencia, en busca de una convivencia juntos pero que sea para todos más cómoda y más fructífera. En mi opinión'; añadió, 'eso se consigue desde una perspectiva federal'.

El secretario general del PSOE descartó, de momento, llevar al Congreso una propuesta de reforma de la Carta Magna, y ahora dice que no lo hará hasta ver si cuenta con un amplio consenso, aunque no aclaró si en el mismo incluye al PP. 'Pero soy muy testarudo, y plantearé una y otra vez la reforma Constitucional. Una crisis política cómo ésta no se puede resolver leyendo artículos de una ley', concluyó.