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Sánchez anuncia una "oposición ciudadana" frente al PP y los populismos

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El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, abrió este martes el curso parlamentario con un discurso ante sus diputados, senadores y eurodiputados, en el que anunció que los socialistas harán "una oposición ciudadana que plante cara a la derecha y a los populismos que están utilizando la crisis económica".

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Sánchez quiso situar al PSOE en ese espacio central y, en varias ocasiones, arremetió contra las formaciones más a la izquierda de los socialistas, aunque sin citarlas en ningún momento. "Nosotros somos la izquierda que aspira a gobernar, y no se conforma sólo con protestar", afirmó.

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Sánchez enmarcó la denominada "oposición ciudadana" en tres ejes fundamentales que van a centrar la acción parlamentaria del PSOE en todas las instituciones durante este periodo de sesiones.

En primer lugar, Sánchez reclamó un cambio económico. Anunció que en octubre el PSOE presentará en el Congreso su propia reforma laboral y mantuvo que la actual será derogada si los socialistas llegan al poder en 2015. Asimismo, planteó un plan para la reindustrialización de España que lleve a la creación de empleo de calidad, una potenciación de las políticas activas de empleo y una reforma fiscal que baje los impuestos a los trabajadores y a las rentas medias.

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El segundo eje que planteó el líder del PSOE se refirió a las políticas de igualdad. Aseguró que los socialistas volverán a eliminar cualquier copago sanitario, reiteró su compromiso con una gran inversión en la educación pública y a no escatimar medios en la lucha contra la violencia de género.

Finalmente, Sánchez reiteró sus anuncios para una gran regeneración democrática que, en su opinión, debe empezar los partidos y los políticos para recuperar la confianza de los ciudadanos, quitando aforamientos, prohibiendo las denominadas "puertas giratorias" o eliminando las donaciones de empresas a los partidos.

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Sánchez intentó animar a los suyos asegurando que estarán en el Gobierno en 2015 y, hasta entonces, les pidió una oposición "de luces largas, con los pies en el suelo y la mirada alta", dijo.

Previamente a su intervención en la reunión del Grupo Parlamentario Socialista, el líder socialista presentó en un desayuno informativo al primer secretario del PSC, Miquel Iceta. En esa intervención inicial, Sánchez se desmarcó de forma muy contundente de las palabras de Felipe González en defensa de Jordi Pujol, cuando afirmó que no pensaba que el ex presidente de la Generalitat fuera un corrupto.

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"Yo quiero dejar una cosa bien clara", aseguró Sánchez, "recientemente el ex presidente González ha afirmado que Pujol es inocente. Yo respeto mucho su opinión, pero discrepo. Un ciudadano, y más uno que se hacía llamar molt honorable, que reconoce haber defraudado durante años millones y millones de euros, pues se puede denominar como se quiera pero ese fraude, para mí, es corrupción. Así de claro".

Sánchez levantó en todo momento la bandera de que el PSOE será implacable contra los casos de corrupción y que quien la haga, que la pague: "Aquí no valdrán amigos, ni amiguitos del alma", añadió.

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