Cargando...

Repetir las elecciones generales costaría unos 130 millones, más las campañas de los partidos

13,5 millones por partido, como máximo

Publicidad

Un hombre ejerce su derecho al voto./ EP

MADRID.- Organizar unas nuevas elecciones generales el próximo mes de junio tendría un coste millonario, al menos los 130 millones que costó la maquinaria electoral del 20 de diciembre, más el gasto en campaña de los partidos políticos, que procede fundamentalmente de las arcas del Estado.

Publicidad

Según los datos facilitados por el Ministerio del Interior, el presupuesto de la maquinaria electoral para las generales de diciembre fue de 130 millones de euros, incluidos los 48 millones de Correos (voto a distancia y propaganda), los 12,8 millones del escrutino y la difusión de los datos, otros 12,59 millones de logística (papeletas, locales, campañas de difusión) y 55,1 millones que se dejan las administraciones públicas en todo el proceso (por ejemplo, el despliegue de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado costó casi 13 millones).

Click to enlarge
A fallback.

13,5 millones por partido, como máximo

Para los partidos que se presentan en toda España, ese tope es de unos 13,5 millones de euros: 0,37 céntimos por persona con derecho a voto (36,5 millones de electores). Sin embargo, sólo PP y PSOE son capaces de acercarse a ese límite y aún así los socialistas se quedaron en diciembre ya a cierta distancia. El PSOE gastó unos 9 millones en la campaña del 20-D. Podemos, por su parte, invirtió unos 2,2 millones a la campaña y Ciudadanos, cuatro.

El PSOE gastó unos 9 millones en la campaña del 20-D. Podemos invirtió unos 2,2 millones a la campaña y Ciudadanos, cuatro

Publicidad

Para ambos supondrá una importante inyección de dinero, mientras que PP y PSOE deberán atenerse a las consecuencias de haber perdido millones de votos y de escaños, como Izquierda Unida (concurrió como Unidad Popular). Esta última además no recibirá dinero para propaganda electoral, que sólo les corresponde a los partidos con grupo parlamentario en el Congreso, y no es su caso.

Publicidad