Reforma fiscal, 24 semanas de permisos retribuidos y vivienda: Sumar se vuelca en la negociación de los Presupuestos
Los de Yolanda Díaz preparan una propuesta para negociar con el PSOE con el objetivo de que las cuentas prioricen la protección social por encima del cumplimiento de las reglas fiscales marcadas por Europa.
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madrid,
Cerrado el ciclo electoral tras la celebración de las europeas, el foco político vuelve a virar hacia la preparación y negociación de los Presupuestos Generales del Estado. En Sumar han vivido un terremoto en los últimos meses, sobre todo tras la dimisión de Yolanda Díaz como coordinadora general de su formación, un movimiento que a día de hoy sigue provocando cambios en el espacio de la izquierda alternativa.
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Ahora, la coalición (sobre todo en los ámbitos del Gobierno y del Parlamento) se ha centrado por completo en la negociación de las cuentas para 2025, según apuntan fuentes del espacio. Las conversaciones en este sentido se dan, fundamentalmente, en dos ámbitos.
Por un lado, entre el PSOE y Sumar, para pactar un proyecto de Presupuestos que el Ejecutivo tendrá que negociar posteriormente con los grupos del Congreso; y, por otro, entre los distintos partidos que forman parte del grupo parlamentario de Sumar en la Cámara Baja.
En este segundo ámbito las conversaciones estarían bastante avanzadas entre las distintas formaciones, sobre todo porque ya existió una negociación interna sobre los Presupuestos de 2024, que decayeron debido a la negativa del presidente, Pedro Sánchez, a impulsarlos tras el adelanto electoral en Catalunya.
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El trabajo realizado de cara a las cuentas de este año también servirá como base para la negociación que los de Yolanda Díaz abrirán con los socialistas. Antes de que comiencen las conversaciones, Sumar elaborará una propuesta cuyos ejes, a grandes rasgos, están bastante definidos.
Permisos y prestación universal por crianza
Una de las principales prioridades para este espacio es la ampliación de permisos retribuidos de maternidad y paternidad. En total, los de Díaz propondrán al PSOE la ampliación de estos permisos hasta las 24 semanas mediante dos modificaciones: la ampliación de los permisos de maternidad y paternidad retribuidos desde las 16 hasta las 20 semanas, por un lado; y la retribución de cuatro de las ocho semanas del permiso de cuidados por hijo a cargo hasta los ocho años.
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Para cumplir con la directiva de la Unión Europea (que en la actualidad ya acumula sanciones contra España por incumplimiento en materia de permisos), habría que retribuir, al menos, 22 semanas, pero el objetivo de Sumar es alcanzar las 24 (un compromiso recogido en el acuerdo de coalición rubricado con el PSOE).
Otro de los objetivos es la aprobación de una prestación universal por crianza de 200 euros hasta los 18 años, una medida trabajada por el Ministerio de Derechos Sociales (dirigido por Pablo Bustinduy), que copa buena parte de la agenda de Sumar desde hace semanas.
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La reforma fiscal será otro de los puntos importantes de la negociación. Al igual que los permisos, el de la modificación del sistema impositivo también es un asunto comprometido con Europa, con la que España arrastra una brecha de recaudación "impropia de la cuarta economía de la Zona Euro", explican desde este espacio.
Impuestos a banca, eléctricas y grandes supermercados
Uno de los elementos que previsiblemente generará más discusión es el de los impuestos a la banca y a las energéticas. Sumar y otras formaciones, como Podemos, demandan hacerlos permanentes y estructurales (en este momento son extraordinarios), sobre todo después de que las grandes corporaciones de estos dos sectores sigan arrojando importantes beneficios en mitad de una crisis que merma el poder adquisitivo de las familias.
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Fuentes de Sumar explican que "el poder de compra de las familias va a ser un elemento fundamental para nosotros en la negociación". En este sentido, a principios de año la coalición lanzó una propuesta para aprobar un "impuesto inteligente" para las grandes cadenas de supermercados que grave a aquellas superficies cuyos beneficios sean mayores a los que obtenían antes de la pandemia.
Estas mismas fuentes precisan que este tributo no tendría como finalidad última la de recaudar, sino que lo que buscaría es romper la "cultura de rebaño" en en la actualidad tienen los supermercados (que, básicamente, consiste en renunciar a competir con los precios en un contexto en el que todas las cadenas obtienen beneficios, lo que impide de facto una rebaja de los precios de los productos).
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De esta manera, el impuesto se aplicaría cuando se superaran unos determinados beneficios (los que tenían los supermercados antes de la pandemia) en base a un sistema de escalones o niveles en el que tributarían más las cadenas con mayores márgenes empresariales. El tributo, explican en Sumar, actuaría como un aliciente para aumentar la competitividad en el sector a través de la rebaja de los precios. Lo recaudado se destinaría a un fondo para financiar ayudas para garantizar el poder de compra de los hogares vulnerables.
La vivienda será otro de los ejes estructurales de la propuesta presupuestaria de Sumar. En la anterior negociación presupuestaria Sumar planteó la necesidad de extender la cobertura de la ley de vivienda a aquellos territorios que ya han manifestado el rechazo a la norma y que se oponen a declarar zonas de mercado tensionado para rebajar los precios del alquiler, aunque no se llegó a ninguna fórmula concreta.
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Esta misma semana, el Ministerio de Vivienda anunciaba una nueva regulación para los pisos turísticos y para los denominados alquileres de temporada. El próximo miércoles el portavoz económico de Sumar, Carlos Martín, presentará en el Congreso una propuesta sobre fiscalidad para rebajar la rentabilidad de los apartamentos turísticos y transformarlos en alquiler permanente.
Sumar pide priorizar la protección social y el desarrollo del tejido productivo por encima de las reglas fiscales
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Desde la coalición insisten en que uno de los principales objetivos de la negociación que se abrirá con los socialistas es que las cuentas "sigan teniendo como prioridad el seguir conectados al progreso por encima del cumplimiento de las reglas fiscales" que Europa ha recuperado después de suspenderlas para que los países pudieran hacer frente a las consecuencias económicas de la pandemia y de la guerra de Ucrania.
En este sentido, estas mismas fuentes apuntan a la necesidad de que los Presupuestos reflejen "una apuesta clara por reforzar nuestro tejido productivo, diversificarlo y hacerlo más resiliente de cara a futuras crisis. Cuando llegó el euro y se dio carpetazo a los altísimos tipos de interés que tenía la peseta, todo eso se invirtió en el ladrillo y no se reforzó el tejido productivo. Ahora no podemos desperdiciar la oportunidad y, sobre todo, tenemos que hacerlo de manera equilibrada entre los territorios, para que no vuelva a suceder que unos avanzan mientras otros se quedan atrás", concluyen.