El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, clausurará este mediodía la convención que el PP celebra en Barcelona desde ayer viernes. El objetivo declarado del concláve es declarar la guera al independentismo catalán y desmontar supuestos agravios, como el expolio fiscal. Para el presidente de la Generalitat de Catalunya no es más que 'un festival de amenazas'.

De hecho, ayer mismo el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, anunció un cambio en la metodología de las balanzas fiscales, que permitirá conocer las diferencias de coste de los servicios públicos que reciben los ciudadanos en cada autonomía, cuestión que unos expertos detallarán el próximo marzo, en plena negociación de la financiación autonómica.

Tras las intervenciones del viernes de Montoro y otros ministros como Jorge Fernández Díaz, Rajoy participará este mediodía acompañado de la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho.

Rajoy ofrecerá un discurso previsible y sin sorpresas en el Palau de Congressos de Catalunya. Hace unos días el presidente del Gobierno aseguró que tiene un plan para Catalunya. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, dijo el viernes que ese plan se basa en trabajar por el bienestar de los ciudadanos catalanes, como del resto de españoles, 'y contar e informar de la realidad de lo que hay'.

Tras la clausura de la convención del PP, tres ministros, diferentes dirigentes del PP como Esperanza Aguirre, empresarios catalanes, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y el líder del PSC, Pere Navarro, coincidirán en un almuerzo de un acto benéfico en la localidad ampurdanesa de Fonteta (Girona) organizado por el empresario y cazatalentos Luis Conde, según fuentes conocedoras del encuentro.

Está prevista la asistencia de la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, así como de los ministros de Interior, Jorge Fernández Díaz, el de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, y la de Fomento, Ana Pastor, así como el director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, Jorge Moragas.