El PSOE tendrá cuatro nuevos presidentes autonómicos en una semana
Fernández Vara, Page, Francina Armengol y Ximo Puig pactan su investidura, y se está a la espera de cerrar las negociaciones en Aragón y Asturias
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MADRID.- En una semana, el PSOE tendrá cuatro nuevos presidentes autonómicos tras consolidarse los pactos con Podemos (en Extremadura y Castilla-La Mancha) y Compromís (Valencia) y con un entramado de partidos en Baleares. Cuatro nuevos presidentes y cuatro nuevos “Barones” con mayúscula, porque en el PSOE el poder institucional da poder interno.
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Emiliano García Page fue el primero en llegar a un acuerdo rápido con Podemos para desbancar a María Dolores de Cospedal del Gobierno de Castilla-La Mancha. El hábil político castellanomanchego no tardó en entenderse con los representantes de la formación de Pablo Iglesias pactando acuerdos muy concretos y tasados. Entre el 30 y el 1 de julio, será investido presidente de su comunidad.
Más duro lo ha tenido Guillermo Fernández Vara que, a su más puro estilo, hizo un ejercicio de transparencia en toda la negociación con Podemos y mantuvo una actitud más que prudente.
Francina Armengol también logró rápido un acuerdo con un conglomerado de partidos en Baleares. El deseo de expulsar al Gobierno del PP de la islas primó por encima de todo y, aunque se antoja un Gobierno complicado, el acuerdo para su investidura está completamente cerrado.
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Finalmente, también con muchas dificultades, Ximo Puig será el presidente de la Generalitat Valenciana en escasos días. Aunque se rompieron en un principio las negociaciones con Compromís, finalmente se ha alcanzado un pacto de gobernabilidad que le garantiza la Presidencia.
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, estará en la firma de todos los acuerdos de investidura
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De esta forma, los socialistas podría pasar de haber estado cuatro años gobernando sólo dos comunidades autónomas (Asturias y Andalucía), a estar presidiendo hasta cinco más (Extremadura, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Aragón y Baleares), lo que en Ferraz se considera todo un éxito -aunque sea a través de pactos y sin acuerdos de gobiernos estables- y que puede ser muy determinante de cara a las elecciones generales que se avecinan.