MADRID.- Ni la terrorífica encuesta del CIS para el PSOE, que le situaba con un 17% de los votos y muy por detrás de Podemos, ni la ausencia de un liderazgo claro, ni la necesidad de buscar una reacción, hacen cambiar de planes a la Gestora socialista, que sigue empeñada en aplazar el 39º Congreso varios meses.

El presidente de la Gestora, Javier Fernández, ha dicho que la fecha la pondrán en diciembre; y Emiliano Garcia Page, muy al estilo de su tierra, lo fijó en torno al Corpus. Mientras tanto Ferraz está funcionado a medio gas, y el único referente del PSOE en Madrid es Antonio Hernando, que no pasa por uno de sus mejores momentos.

El resto es la conexión Ruta de la Plata la que se encarga de salir a los temas de actualidad, un día Mario Jiménez desde Sevilla y otro Javier Fernández desde Asturias, con canutazos esporádicos.

El presidente de la Gestora está muy vigilado por la oposición para dedicarse al Principado, y a duras penas compatibiliza ambos puestos. En su primera conferencia de prensa eludió las críticas diciendo que iba estar en la Gestora “un tiempo breve”.
También está tomando más protagonismo en temas nacionales la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, aunque sigue sin dejar claro en público si finalmente va a presentarse a la Secretaría General del PSOE.

A pesar de todo esto, el empecinamiento de los actuales gestores del PSOE es seguir así unos cuantos meses, con conferencias programáticas que poco podrán añadir al programa que hizo Ramón Jáuregui hace tan sólo tres años. Además, resta contenido al 39º Congreso Federal que es un Congreso de ámbito programático, no sólo para elegir un candidato en primarias.

Todo apunta que lo de ganar tiempo es por esperar a Susana Díaz, porque algunas fuentes indican que ella ha sido la que ha puesto el calendario para pasar Despeñaperros.

Y, a todo esto, Pedro Sánchez está desaparecido. Desde la entrevista en Salvados sólo ha hecho unos cuantos tuits. Tal vez, por ello, las voces que pedían el Congreso de forma inmediata y que lideraba Sánchez se están diluyendo cada día. Pero con todo esto, la decisión parece ser firme: esperar varios meses, desactivar definitivamente a Pedro Sánchez, al que aún se teme, y que entre bajo palio Susana Díaz allá por el Corpus.