El PSOE espera ser determinante en los próximos gobiernos de Euskadi y Catalunya tras las elecciones
Las encuestas apuntan a que los socialistas serán la llave de Gobierno en Euskadi y podrán reeditar la coalición con el PNV. En Catalunya emerge el PSC de Salvador Illa, claro favorito para ser el más votado aunque sin garantías de poder gobernar.
Madrid-
El ciclo electoral que se inicia el 21 de abril en Euskadi beneficia al PSOE, según aseguran en Moncloa y Ferraz. Tras el varapalo de los socialistas en Galicia, con su peor resultado histórico, en el partido que lidera Pedro Sánchez buscan motivos para el optimismo. Tanto en abril como el 12 de mayo en Catalunya confían en un papel determinante para formar gobierno.
Las encuestas y las particularidades de ambos territorios invitan a los socialistas a pensar así. Por un lado, en Euskadi, todo indica que el PSE liderado por Eneko Andueza será llave para el Ejecutivo autonómico. Frente a la disputa encarnizada entre PNV y EH Bildu para ser primera fuerza, los socialistas vascos emergen como tercera vía. Según algunos sondeos recientes, como el publicado el pasado 25 de marzo por 40dB para la Cadena SER y El País, la candidatura de Andueza mejoraría sus resultados y se garantizaría la tercera posición.
La alianza con el PNV es sólida, según las fuentes socialistas consultadas. Andueza y otros dirigentes del PSOE lo han reiterado en varias ocasiones: no gobernarán con EH Bildu, y si los números, como todo parece indicar, son suficientes, reeditarán la coalición con los jeltzales, con quienes ya gobiernan desde 2016.
A finales de los años 80 y entrados los años 90 ya gobernaron juntos en tres legislatura diferentes. Además, el año pasado firmaron un pacto a nivel municipal mediante el que gobiernan juntos en diputaciones o ciudades tan importantes como Vitoria. En algunos casos necesitaron el favor del PP para evitar ejecutivos de EH Bildu.
En el PNV confían también en que habrá un acuerdo similar. Pero, eso sí, no se terminan de fiar del todo a tenor de las declaraciones públicas realizadas. "Sería lo lógico, pero habrá que ver", destacó el portavoz de la formación vasca en el Congreso, Aitor Esteban, en una entrevista en TVE. "Patxi López dijo que nunca haría un acuerdo con el PP y luego se convirtió en lehendakari con su apoyo", recordó el diputado.
"El PSE va a ser garantía de estabilidad y, sobre todo, va a ser quien decida cuál va a ser el futuro de Euskadi, quien decida cuál va a ser la coalición de gobierno que gestione este país a partir del 21 de abril y quien decida qué políticas va a poner en práctica ese Gobierno", destacó Andueza en una reciente entrevista con la Agencia Efe.
"El PSE ha dicho en todo momento que sale a ganar. El PSE todavía no sabe con quién va a gobernar, con quién va a pactar, pero tiene muy claro con quién no lo va a hacer. Y el PSE no va a hacer lehendakari a un candidato de EH Bildu ni va a firmar un acuerdo de Gobierno con EH Bildu", reiteraba en esa misma entrevista.
Illa, la gran esperanza de Sánchez
La situación es diferente en Catalunya. Salvador Illa, líder del PSC, es el principal favorito para ser el candidato más votado. Está por ver la aritmética parlamentaria concreta que dejan las urnas el 12 de mayo y si podrá formar Gobierno. Y con qué fuerzas políticas. ERC y Junts se disputan la segunda plaza y la hegemonía del independentismo.
Según el último sondeo del CEO (el equivalente al CIS catalán), las mayorías no están claras. ERC, Junts y la CUP podrían no sumar lo suficiente y quebrarse la mayoría independentista. Una opción que manejan como muy probable en Moncloa y Ferraz. Algo que además supondría, según fuentes socialistas, un claro aval a las políticas de Sánchez sobre Catalunya, ley de amnistía incluida.
En un escenario completamente abierto, los socialistas consideran que tienen un "discurso muy potente" en Catalunya. Un territorio donde ganaron claramente en las elecciones generales del 23 de julio. El propio Sánchez se volcará personalmente durante la campaña. Los socialistas restan relevancia a que Carles Puigdemont sea candidato. "Es la tercera vez que se presenta y ahora estamos una nueva etapa", apuntan.
El anticipo electoral en Catalunya debido al rechazo de los Presupuestos catalanes del Govern de Pere Aragonès no entraba en los planes iniciales de Sánchez. Tampoco la renuncia, como consecuencia de la decisión del president de la Generalitat, a aprobar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2024.
Pero los socialistas lo ven ahora como una oportunidad y reiteran que no está en riesgo la legislatura pese a las incógnitas que pueden surgir por el comportamiento de Junts y ERC tras las elecciones. "Estamos preparados en Catalunya y nos va a ir bien", reiteran en el entorno del presidente del Gobierno. De momento, las relaciones formales entre los socialistas y ambos partidos independentistas se han congelado hasta después de la cita con las urnas.
El PSOE apunta especialmente a la debilidad de un PP que no tiene fuerza en Euskadi y Catalunya. En esta última comunidad autónoma ni siquiera tienen liderazgo claro a tenor de las dudas para nombrar candidato. "Tenemos ahora dos elecciones donde el PP es un convidado de piedra en las que luchará por no quedarse en tantos por ciento de un dígito, y en las que el PSOE juega un papel central", afirman fuentes de la dirección socialista en Ferraz.
Después de las elecciones autonómicas en Euskadi y Catalunya vendrá la cita final, el 9 de junio, con los comicios europeos. El PSOE señala que el hecho de que los procesos electorales sean todos seguidos es un factor positivo para sus intereses. Consideran que los buenos resultados que tendrán en abril y mayo generarán un "efecto moral" para los suyos que ayudará en junio. No será hasta después de las elecciones vascas cuando se conozca quién encabezará la candidatura socialista al Parlamento Europeo.
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