El PSOE se dará la mano con el PP a las puertas de la campaña electoral del 28M por la ley del 'solo sí es sí'
Estos dos partidos están cada vez más cerca de pulsar el mismo botón en la votación del pleno del jueves 20 de abril, cuando la iniciativa legislativa se someta a su prueba final en el Congreso para ser remitida al Senado.
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MADRID, Actualizado:
La tregua política por las vacaciones de Semana Santa llega a su fin con un horizonte marcado por las elecciones municipales y autonómicas del próximo 28 de mayo. La maquinaria legislativa vuelve a cobrar un impulso en el Congreso, siendo la reforma del solo sí es sí su principal reto a corto plazo (además de la ley de vivienda).
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Mientras Podemos apela constantemente al socio mayoritario del Ejecutivo de coalición, el PSOE desoye estas quejas a su izquierda y sigue centrado en confrontar su modelo económico con el PP de cara a los comicios más cercanos, que servirán de termómetro para las generales previstas para final de año. Si bien, más allá de las divergencias entre los dos principales partidos, la foto de la unión entre ambos se repetirá previsiblemente a las puertas de la campaña del 28M a propósito de la reforma de la ley de libertad sexual.
Tal como ocurrió el pasado 7 de marzo con la admisión a trámite de la propuesta del PSOE para modificar la ley estrella del Ministerio de Igualdad ante la rebaja de penas a agresores sexuales, PSOE y PP están cada vez más cerca de volver a pulsar el mismo botón en la votación del Pleno del jueves 20 de abril, cuando la iniciativa legislativa se someta previsiblemente a su prueba final en el Congreso para ser remitida al Senado (se espera que finalice ahí su tramitación el miércoles siguiente, el 26 de abril).
Este escenario cobra más fuerza después de la negativa de los socialistas a introducir cambios en su reforma de la ley del solo sí es sí durante su tramitación parlamentaria. Aunque en las semanas previas al cierre del plazo de enmiendas parciales, que ha finalizado este lunes a las 18 horas, el PSOE hasta dudaba de que llegara a ponerse sobre la mesa una propuesta de reforma alternativa a la suya, como señalaron fuentes de la dirección del grupo socialista, sus propios socios de Unidas Podemos y sus aliados parlamentarios, ERC y EH Bildu conjuntamente, han hecho lo propio.
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Misma necesidad, diferentes caminos
Con algunas diferencias "mínimas", estas tres formaciones, que se opusieron al inicio de los trámites de la modificación de la ley en el Congreso, han vuelto a hacer frente común con la intención de que el PSOE "reflexione" y no camine "de la mano de la derecha" en esta materia. Y es que, la modificación planteada por los de Pedro Sánchez (no tendrá efectos sobre las actuales rebajas) vuelve a introducir la distinción entre las agresiones sexuales cometidas con y sin violencia e intimidación, como pidió el PP en otro texto meses antes.
Aunque los tres partidos a la izquierda del PSOE comparten la necesidad de actuar ante los efectos indeseados tras la entrada en vigor de la norma, estos han plasmado mediante sus enmiendas un camino diferente. "Pese a intentar hasta el último momento llegar a un acuerdo, es necesario mejorar la aplicación de la ley pero no retroceder ni degradar el sistema del consentimiento. Es básico llegar a este equilibrio y así lo han entendido también las fuerzas que sostienen la mayoría progresista y feminista", ha declarado la delegada del Gobierno contra la violencia de género, Vicky Rosell, sobre las enmiendas presentadas por los morados este lunes.
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En esencia, tanto Unidas Podemos como ERC y EH Bildu sitúan la violencia y la intimidación como circunstancias agravantes, y no tocan los artículos 178 y 179 del Código Penal para "mantener el consentimiento en el centro de la ley". Asimismo, las formaciones independentistas, que registraron conjuntamente sus correcciones el pasado jueves, van más allá y retocan la definición del núcleo de la norma para aclarar que "no se deducirá que hay consentimiento por la ausencia de resistencia física o el silencio de la víctima, ni por su conducta sexual previa".
Pero estos cambios no son suficientes para el PSOE, que solo ven en su propuesta la "única alternativa" para solucionar los efectos indeseados de la norma. Este portazo en pleno trámite parlamentario (se reanudará con la ponencia) aboca a que se repita en la votación definitiva de la próxima semana la misma foto que en la toma en consideración, con Unidas Podemos, ERC y EH Bildu votando en contra, según auguran fuentes de dichas formaciones.
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En todo caso, recalcan que todavía confían en que el PSOE "cambie de opinión y se abra a negociar de aquí hasta el próximo jueves". Por su parte, los socialistas asumen desde hace tiempo que la reforma saldrá con la derecha y le restan importancia, pues priorizan actuar para poner coto a futuras rebajas de condena y reduce la oposición de sus socios y aliados a una "minoría parlamentaria".
Si ambas partes se mantienen enfrentadas, la disputa entre las fuerzas de izquierdas por esta cuestión escalará un nuevo peldaño a las puertas de la campaña del 28 de mayo. Paralelamente continúa la negociación sobre la ley de vivienda, la gran esperanza y el principal reto del espacio de cara a la próxima cita con las urnas.