El PSOE baraja alargar los plazos de negociación con Junts sobre la amnistía hasta marzo
Los socialistas y el partido de Carles Puigdemont se toman su tiempo para tratar de desencallar la ley y no se descarta que la solución llegue más allá del 21 de febrero. Las elecciones en Galicia son la prioridad estos días para Ferraz.
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madrid,
21 de febrero. Es la fecha que marcó la Mesa del Congreso para que la Comisión de Justicia realice un nuevo dictamen sobre la ley de amnistía. El rechazo de Junts en la votación parlamentaria de la pasada semana ha retrasado una de las medidas más complejas y polémicas que pactó Pedro Sánchez para amarrar su investidura. Y la resolución de la ley no parece que vaya a producirse de manera inmediata.
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Ya desde el pasado viernes, como destacó este medio, fuentes socialistas transmitían que habían decidido tomarse unos días para retomar las conversaciones para desencallar la amnistía. Conforme ha ido pasando la semana, esa idea se ha reforzado y en el ánimo del PSOE no tienen prisa. De hecho, ya se baraja llegar hasta el mes de marzo. La Comisión de Justicia puede prorrogar otros 15 días más la decisión sobre el nuevo dictamen de la ley.
Hay dos factores que explican esta decisión. Por un lado, la necesidad de pensar soluciones que desembocen en un acuerdo con el partido de Carles Puigdemont. Fuentes de Moncloa apuntan a que hay varias opciones sobre la mesa. Una de ellas la desveló el propio Sánchez el lunes. Se trataba de una reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (Lecrim) para acortar los plazos de instrucción judicial.
La apuesta duró poco y ya desde el miércoles Moncloa transmitía sus dudas sobre una medida así porque no acababa de convencer a Junts, entre otros factores técnicos que veían de difícil encaje.
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Además, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, declaró ante los medios que una reforma de la Lecrim no iba en la dirección correcta y que se había enterado de la posibilidad de llevarla a cabo a través de los medios. El lunes, el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun había manifestado que estaban abiertos a cualquier propuesta que desbloqueara la ley de amnistía.
Por otro lado, hay una cuestión política clave: las elecciones en Galicia. El PSOE se ha volcado con la campaña electoral y no quieren gastar energías en un asunto como el de la amnistía. "La Xunta de Galicia está a tiro de la izquierda", señalan fuentes de la dirección socialista de Ferraz.
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El gran reto para el PSdeG y su candidato José Ramón Gómez Besteiro si quieren sumar lo suficiente para gobernar junto al BNG y quizás Sumar es aumentar la movilización y participación de su electorado en esta última semana. Sánchez echará el resto estos últimos días. Este sábado estará en Vigo y prácticamente seguro la semana que viene en A Coruña y Santiago para la recta final antes del 18 de febrero.
En medio de este paréntesis, Puigdemont hizo pública este jueves una carta en la que cargaba directamente contra la judicatura y por extensión contra el PP de Alberto Núñez Feijóo. "Si hubiéramos hecho presidente a Feijóo, todo esto no pasaría", escribía en relación las actuaciones judiciales que tiene abiertas.
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En este sentido, el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, ha cargado este viernes contra "el doble rasero" de los populares. El ministro ha reclamado conocer qué ofreció Feijóo a los políticos catalanes después de las elecciones del 23 de julio. "Quizá si el señor Feijóo respondiera a esta pregunta sería más fácil entender todo", ha afirmado.
En las filas socialistas insisten en que lo troncal de la ley de amnistía no se puede modificar. Pero sí existe la posibilidad de "retoques técnicos" en aspectos como el delito de alta traición. Sería también compartido por Junts como informó esta semana Público. La formación catalana parece dispuesta a rectificar su posición.
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El desenlace, salvo sorpresa imprevista, tardará unas semanas. Lo que sí dejan claro en las filas socialistas es que la voluntad para sacar adelante la ley de amnistía es clara. La han defendido pese al coste político que pueda suponerlas y no quieren desandar el camino. "Ya casi es una ley nuestra más que de Junts o ERC", ironizan algunas voces. Pero de momento, el objetivo es la Xunta de Galicia.