Este artículo se publicó hace 2 años.
Los promotores españoles del proyecto budista de Cáceres y sus contactos con la dictadura birmana
El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; el concejal de Recupera Madrid Luis Cueto y el exvicepresidente del Tribunal Supremo, Ángel Juanes, forman parte del proyecto de la Fundación Lumbini Garden. En agosto, sus responsables mantuvieron un polémico encuentro con miembros del régimen de Myanmar.
Madrid-Actualizado a
La dictadura birmana ha situado a Cáceres en el mapa. El régimen militar que persigue y ejecuta a opositores políticos ha mostrado su apoyo a la instalación de un centro budista en esta ciudad extremeña. El proyecto es impulsado por Lumbini Garden, una fundación con sede en Madrid, según su propia web, que presume de tener entre sus colaboradores y promotores al presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, o al expresidente de la Audiencia Nacional, Ángel Juanes Peces, entre otras personalidades de distintos ámbitos.
El ambicioso proyecto se ha visto envuelto en una polémica tras conocerse la celebración de una reunión entre una delegación de la fundación española y autoridades del gobierno de Myanmar. Además, uno de los 'líderes espirituales' de Lumbini Garden es un monje birmano que ha respaldado a los militares que en febrero de 2021 perpetraron un golpe de Estado y derrocaron al Gobierno democrático de la Liga Nacional para la Democracia (LND), cuya líder es la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.
Esta iniciativa nació en Madrid bajo el Gobierno municipal de Manuela Carmena. En febrero de 2018 se conoció que el Ayuntamiento estaba dispuesto a ceder un terreno para la construcción de un templo budista, una iniciativa que se enmarcaba en origen en un memorándum de entendimiento suscrito entre Madrid y las autoridades de la ciudad nepalí de Katmandú.
El acuerdo preveía la cesión de un terreno de 5.000 metros cuadrados para la construcción del complejo religioso, que albergaría una estatua de Buda de 36 metros de altura. La inversión rondaría los 30 millones, de los cuales 25 procederían de fondos privados y los restantes cinco los aportaría el Gobierno de Nepal. Asimismo, Madrid recibiría un terreno de 2,5 hectáreas junto al aeropuerto de Lumbini –ciudad natal de Buda– para construir la 'Casa de Madrid'.
"Habíamos valorado ya la parcela e íbamos a empezar la acción vecinal para explicar el proyecto", señala a Público Luis Cueto, excoordinador general de la Alcaldía en la etapa de Carmena y actual concejal de Recupera Madrid. Cueto fue el principal impulsor de esta iniciativa, que finalmente no salió adelante debido a un factor político: tras ganar las elecciones municipales de mayo de 2019, el PP de José Luis Martínez-Almeida rechazó seguir adelante. "El alcalde se mofó y se rió. Esa risa del bobo, del ignorante", recuerda el exintegrante del Gobierno de Carmena.
El proyecto parecía que no iba a ver la luz pero a finales de 2019 hubo un giro: el complejo budista se construiría en Cáceres, cuyo Ayuntamiento –gobernado por el socialista Luis Salaya– había recibido con interés el proyecto. En enero de 2020, el consistorio cacereño, al igual que antes lo había hecho Madrid, suscribió un memorándum de entendimiento con la ciudad nepalí de Lumbini, que incluía precisamente la construcción del centro budista.
"El proyecto en Cáceres tiene otro alcance, ya que se situará en un entorno natural", afirma Cueto, quien ha seguido ligado a esta iniciativa pese a su desplazamiento a la ciudad extremeña. El ahora concejal de Recupera Madrid forma parte del patronato de la Fundación Lumbini Garden, responsable del proyecto: "Estoy en el patronato sin cobrar nada, de forma totalmente altruista", remarcó.
Una fundación que funcionó sin registro
Según ha podido comprobar Público, Lumbini Garden se inscribió en el registro legal de fundaciones de la Junta de Extremadura el 25 de marzo de 2021. Sin embargo, antes de esa fecha ya actuaba como tal, tanto en Madrid –donde, según Cueto, iba a ser la responsable de "gestionar" el proyecto– como en Cáceres.
Público ha comprobado que antes de esa inscripción en Extremadura de marzo de 2021, la Fundación Lumbini Garden no estuvo registrada ni a nivel estatal en el Ministerio de Justicia ni a nivel autonómico en la Comunidad de Madrid.
En octubre de 2020 –cinco meses antes de inscribirse en Extremadura como fundación–, ya figuraba esta entidad como una de las integrantes del Grupo de Trabajo Permanente sobre el Centro Budista, en el que también estaban representados el Ayuntamiento de Cáceres, la Junta de Extremadura y la Diputación Provincial de Cáceres.
El hecho de constituirse como fundación ha sido un paso importante para poder recibir una subvención de la Junta de Extremadura. En febrero de 2022, el Gobierno autonómico publicó una relación de las ayudas directas concedidas por la Consejería de Cultura en materia de turismo durante la anualidad 2021. La fundación a cargo del centro budista figura allí, con una subvención de 281.229 euros en concepto de "Actividades y Jornadas de trabajo en Cáceres dentro del Proyecto Gran Buddha.
Estas ayudas se conceden, según reza el documento publicado en el Diario Oficial de Extremadura, de manera excepcional, a entidades públicas o entidades privadas sin fines de lucro (artículo 32.1.A de la ley de subvenciones de Extremadura). Por lo tanto, era imprescindible que la entidad que gestionase el proyecto tuviera una personalidad jurídica que permitiera recibir este dinero.
Colaboradores políticos
El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara (PSOE), figura entre los "colaboradores políticos" de Lumbini Garden junto al alcalde de Cáceres y el presidente de la Asamblea Nacional de Nepal, Ganesh Timilsina. El presidente de la fundación es el empresario José Manuel Vilanova Alemán, quien aparece además como CEO de una consultora turística en China y Hong Kong y como consejero de una promotora de eventos en Madrid.
Según consta en el registro de la fundación, el cargo de patrono y vicepresidente de honor corresponde al magistrado –ya jubilado– Ángel Juanes Peces, exvicepresidente del Tribunal Supremo (enero de 2014-octubre de 2019) y expresidente de la Audiencia Nacional (2009-2014).
Por su parte, Cueto figura como vocal de la fundación junto a Pilar Acosta Llera, vicepresidenta de la Confederación Empresarial de Hostelería y Turismo de Extremadura, y Ricardo Guerrero Diañez, presidente de la Asociación Hispana de Budismo. Según ha confirmado Público, Guerrero ejerce como responsable de Asuntos Institucionales de Lumbini Garden.
Asimismo, la fundación tiene entre sus 'líderes espirituales' al monje birmano Sitagu Sayadaw, un conocido budista que respalda a los militares que en febrero de 2021 perpetraron el golpe de Estado y reinstauraron una atroz dictadura que persigue, encarcela y ejecuta a disidentes.
El papel de Myanmar
En 2022, un año después del golpe militar y de la caída de la incipiente democracia, Myanmar pasa a tener un papel importante en el proyecto. Las violaciones de los derechos humanos –a finales de julio pasado se conocieron cuatro ejecuciones de presos– no frenaron al presidente de la Fundación Lumbini Garden en sus propósitos de levantar la gran pagoda, y el 30 de agosto se reunió con el ministro de Turismo del régimen, Htay Aung.
Según la nota emitida por la dictadura birmana tras el encuentro, el ministro pidió a Vilanova "compartir sus experiencias personales cuando regrese a España tras conocer la situación real del país durante su visita a Myanmar".
Por su parte, el responsable de Lumbini Garden reconoció allí que "Myanmar desempeña un papel importante para el éxito del proyecto", por lo que solicitó la "ayuda de todos" para sacarlo adelante.
"Error garrafal"
La reunión ha levantado ampollas en Cáceres. En un pleno celebrado este jueves, el alcalde definió ese encuentro entre Vilanova y las autoridades birmanas como "un error garrafal" y anunció que convocará una reunión de la comisión de seguimiento del proyecto. Destacó además que se trata de "un problema reputacional para la ciudad" e exigió "aclarar ese viaje".
El responsable municipal argumentó que la Junta Militar birmana "no está reconocida como gobierno" y que la fundación "tiene que hablar del papel de este monje", en relación al polémico Sitagu, "porque es un asunto realmente muy complejo y es muy difícil acceder a información".
Poco antes de que se conocieran estas declaraciones, Cueto señaló a Público que, pese a estar en el patronato de la fundación, desconocía que se iba a producir ese encuentro con responsables de la dictadura birmana. "En principio la idea era reunirse con las autoridades religiosas, que son las que tienen una enorme influencia, para que este proyecto no se paralice", afirmó.
Según Cueto, el "único papel" de la Junta Militar de Myanmar ha sido autorizar la donación del mineral que se empleará para construir la escultura de Buda, al tiempo que no mostró sus dudas en que este proyecto "saldrá adelante". Precisamente el material al que se refiere es, ni más ni menos, una piedra preciosa: jade birmano.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.