El presupuesto del Gobierno para Cooperación, según un experto: "Una subida de un 3% de poco sigue siendo poco"
Gonzalo Fanjul, experto en la materia de la Fundación PorCausa, nos ayuda a valorar y a analizar el presupuesto para cooperación internacional que el Gobierno ha especificado esta semana, en el Congreso de los Diputados.
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MADRID, Actualizado:
Esta semana el Secretario de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica y el Caribe, Fernando García Casas, presentó en el Congreso de los Diputados, en la comisión correspondiente, el presupuesto previsto por el Gobierno para su departamento para 2018. Anunció un incremento del 2,7% con respecto al presupuesto de 2017, hasta llegar a 519 millones de Euros para este año y afirmó que “este incremento es un síntoma de la traducción en cifras de la recuperación económica”.
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Fernando García Casas, Secretario de Estado de Cooperación sobre el incremento del 2,7% de su presupuesto: "es un síntoma de la traducción en cifras de la recuperación económica”
Sobre los números es tajante: “Una subida de casi un 3% sobre poco sigue siendo poco; es exactamente lo mismo”. Para Fanjul, el quid de la cuestión es que se pasó, de un año para otro, de un presupuesto de casi 4000 millones, durante los gobiernos de Zapatero, a cifras mínimas. Además, subraya que esto es lo contrario de lo que ha ocurrido en los principales países europeos. En Inglaterra, la única partida que no se ha recortado en toda la crisis es la correspondiente a cooperación al desarrollo. En Alemania y en Italia se han incrementado. “Es que los presupuestos que tenemos nosotros son... 50 millones para toda África. Eso se lo gasta la agencia de desarrollo británica en dos programas en un país”, nos cuenta, y esto ocurre a pesar de que la prensa británica está dando fuerte al gobierno de Teresa May por los escándalos sexuales, con menores de por medio, por parte de cooperantes británicos.
Y sobre la estrategia o, mejor dicho, la no estrategia de estos planes, también se muestra rotundo: “más de lo mismo”. “Son pocos recursos repartidos entre muchos países y mucha gente, sin objetivos ni prioridades claras, acciones paracaidistas”. Además, añade que “no se parece en absoluto a una cooperación moderna” y define como tal, a aquella “que tiene coherencia política, que coordina en todos los ámbitos de acción del país, en el interior y en el exterior, todo lo que afecta a los objetivos del desarrollo.” Como ejemplo, recuerda que el Secretario de Estado, en su presentación, habló sobre la importancia de actuar en conflictos con acciones humanitarias y las anunció para varios países entre los que mencionó a Yemen. España vende armas a Arabia Saudí que, con seguridad, son utilizadas en el conflicto armado de este país. Lo mismo denuncia sobre el Sáhara, donde, según muchas asociaciones, estamos bloqueando cualquier opción de ayuda real para el pueblo saharaui, mientras les mandamos 3 millones de euros para que sobrevivan en los campos de refugiados. El problema, subraya, es “la incoherencia”.
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Por otro lado, Fanjul denuncia que la ayuda de la UE para “cooperación delegada”, incluida en este presupuesto, es utilizada por Europa para asegurar que otros gobiernos se encarguen de evitar la inmigración por medios más que dudosos. España es el tercer país gestor de cooperación delegada de la UE, tras Alemania y Francia. En 2018, gestionará 88 millones de Euros de estos fondos, 30 millones más que en 2017.Según los estudios de Fanjul, la falacia europea en este tema en concreto es gigantesca. Los que emigran a Europa tienen un cierto nivel educativo y económico porque hacerlo es caro y requiere unos conocimientos geográficos. "Vienen los mejores", afirma y añade "con la presunta ayuda a la pobreza no se va a impedir que vengan, no hay manera de impedirlo".
Este presupuesto por primera vez se alinea con la Agenda 2030 de Naciones Unidas, que nació hace tres años, renovando los Objetivos del Milenio y ampliándolos. La Agenda 2030 moderniza la anterior incluyendo a los países ricos. Lo que antes era una agenda clásica de ayuda a la pobreza y de necesidades de los países muy pobres, ahora pasa a ser una agenda de equidad y sostenibilidad; un plan mundial, global, de desarrollo sostenible, que incluye la lucha contra el cambio climático, la lucha contra la desigualdad, las enfermedades no transmisibles, la transición energética, etc. Son 17 objetivos y 169 metas; una agenda absolutamente inabarcable, con ninguna posibilidad de que se cumpla por completo en sus 15 años de aplicación, según Gonzalo Fanjul, pero que, sin embargo, marca una orientación muy clara, dinamizando políticas y presupuestos, lo que tiene una importancia enorme. Todos los países se comprometieron a ejecutar un plan nacional de aplicación de la Agenda 2030, de los objetivos de desarrollo sostenible. España, está preparando con retraso un borrador, que presentará en julio en Nueva York. Se parece al Plan director de la Cooperación Española que acaba de aprobar en solitario el gobierno, solo con el apoyo de la CEOE, nos cuenta Fanjul. Otra vez “sin objetivos, sin argumentos”.Ya han pasado 3 años desde que se aprobó la agenda 2030, en septiembre de 2015, y han tardado 3 años en presuntamente alinearse.
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Para terminar, nos recuerda que el gobierno suma a sus presupuestos para este año, algunas cifras de lo no ejecutado en el ejercicio anterior. Según Oxfam, en 2011 no ejecutó el 29% de lo presupuestado, en 2012 el 32%, en 2013 el 9%, en 2014 el 19% y en 2015 el 28%. Así que estos presupuestos son más ficticios que los de otras secretarías.
El Secretario de Estado despidió su comparecencia en el Congreso de los Diputados felicitándose por el incremento presupuestario para este año, a pesar de tratarse de “un presupuesto modesto” y afirmó que “solo podemos confiar en que presupuestos de años sucesivos vean consolidada esta tendencia”.