El PP vira su postura sobre Junts: se abre a un indulto con condiciones a Puigdemont y ve "difícil" probar el terrorismo
Feijóo estudió la amnistía durante las negociaciones para su investidura.
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lugo,
"El PP tardó menos de 24 horas en rechazar totalmente la amnistía", ha dicho este sábado Alberto Núñez Feijóo. Es decir, Feijóo tuvo la amnistía sobre la mesa durante 24 horas. Según fuentes populares, durante las conversaciones para la investidura del presidente del PP
—contactos que se han ido conociendo por goteo tiempo después—, Junts per Catalunya les trasladó su exigencia de una ley de amnistía y el equipo jurídico del partido "estudió" sus posibilidades legales durante un día.
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Lo rechazaron porque no le encontraron encaje legal, dicen las mismas fuentes, al tiempo que explican que al PP no le parece disparatado todo lo que esté dentro de la ley. ¿Indultos? Junts no lo pidió, sostienen, aunque no dicen ahora que no lo verían mal "políticamente". Así, fuentes del PP se muestran partidarias de un posible indulto a Carles Puigdemont si, en primer lugar, se somete a la Justicia española; en segundo, renuncia a la unilateralidad y, tercero, se compromete a una "reconciliación real".
En estas condiciones, los indultos formarían parte de la fórmula del PP para la resolución del conflicto catalán. Algo que no habían explicitado hasta la fecha.
Además, las mismas fuentes populares reconocen también que ven difícil probar delitos de terrorismo en el caso del líder de Junts, aunque defienden que se investigue. Esta es la principal zancadilla a la ley de amnistía y al acuerdo de investidura entre el PSOE y Junts: el juez García Castellón ve ahora indicios de terrorismo contra Puigdemont en el caso Tsunami, lo que, tal y como está redactada la ley, le dejaría fuera de su ámbito de aplicación. PSOE y Junts todavía no han encontrado un punto de encuentro y la norma ha regresado a la comisión de Justicia.
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"Los votantes de Junts no son terroristas"
En el PP no tardaron en sumarse a la tesis de García Castellón. "El terrorismo es terror y en Catalunya hubo días de absoluto terror", aseguró Feijóo. Más clara todavía, Isabel Díaz Ayuso sentenció: "En Catalunya durante el procés se cometieron delitos de terrorismo". Será "difícil" demostrarlo en el caso de Puigdemont, dicen ahora fuentes del PP. Y añaden: "Los votantes de Junts no son terroristas".
Los populares lanzan así un mensaje diferente con respecto a la formación independentista, clave ahora mismo para la gobernabilidad del país. Una operación para tender puentes con Junts que, según los foros políticos en Catalunya, arrancó antes de la investidura de Feijóo. Contactos en la sombra que acorralan al PP desde el verano.
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Esas conversaciones con Junts, en las que según ha confirmado el propio Feijóo les plantearon la amnistía y la estudiaron, tuvieron lugar antes de la conformación de la Mesa del Congreso, el primer alto en el camino para la investidura. Fuentes del PP aseguran que tras su negativa a los planteamientos de Junts, la formación independentista hizo presidenta de la Cámara a la socialista Francina Armengol. Esto sucedió el 17 de agosto, por lo que Génova conocía las condiciones de Puigdemont, y las reflexionó, antes de esa fecha.
Aún así, el 5 de septiembre Feijóo hizo volar por los aires su estrategia de acercamiento a Junts, con los que iba a reunirse de forma oficial en la ronda de contactos para su investidura, porque el líder independentista había explicitado en una rueda de prensa desde Bruselas que sus votos serían a cambio de una ley de amnistía. Fuentes del PP reconocen ahora que ya conocían esa exigencia y que incluso la estudiaron.
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Además, hubo que esperar al 12 de septiembre para que Núñez Feijóo asumiera públicamente esos contactos en la sombra con el partido de Puigdemont a través de "varios" interlocutores. A día de hoy, seis meses después, el vicesecretario de Institucional de Génova, Esteban González Pons, reconoce haber hablado alguna vez con Puigdemont en el Parlamento europeo; y Daniel Sirera, presidente del PP en Barcelona, también admite que se reunió con Junts en un hotel de la ciudad condal para escuchar sus peticiones.
Tras el fiasco del 23 de julio, en Génova se vieron forzados a explorar todas las vías para llevar a Feijóo a La Moncloa. Y la de buscar el apoyo de Junts fue una. Y aun cuando se demostró imposible, el PP nacional entendió que debía recuperar la alianza con los posconvergentes. Una estrategia de ambos partidos a largo plazo que ya empieza verse: Junts dio vía libre en el Senado a la toma en consideración de la ley antiokupación del PP esta misma semana, lo que abre la puerta a su aprobación en el Congreso.
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Bendodo allana el terreno en Catalunya
Una de cal y otra de arena. Porque solo un día después, Puigdemont se defendió de la trama rusa del procés cargando así contra Feijóo y contra el PP: "Si mi partido hubiera permitido la investidura del candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, o hubiera impedido la de Pedro Sánchez, todos estos espectáculos se habrían ahorrado. Y de esto también hablaremos cuando toque. Como en la trama rusa, todo se sabrá", dijo a través de una carta. Fuentes del PP aseguran que no lo han percibido como una amenaza.
El viernes, un día después de la carta de Puigdemont, con Feijóo y Alfonso Rueda peinando Galicia en el ecuador de la campaña electoral, Elías Bendodo estuvo en Barcelona y ahondó en el mismo mensaje que trasladan fuentes de la dirección nacional del PP, de la que él forma parte: se puede hablar con Junts en el marco de la legalidad.