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El PP elige al expresidente del partido en Catalunya Daniel Sirera como alcaldable en Barcelona

A finales del siglo XX había sido concejal en la ciudad y ahora ejercía de jefe de gabinete del líder de la formación en el País Valencià. Durante 15 años fue diputado en el Parlament y se ha pasado una década como consejero en el Consell de l'Audiovisual, a cambio de unos 100.000 euros anuales.

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El PP elige al expresidente del partido en Catalunya Daniel Sirera como alcalde en Barcelona. — José Oliva / EUROPA PRESS

barcelona, Actualizado:

Daniel Sirera completa la terna de candidatos a la alcaldía de Barcelona. El PP se ha decantado por un hombre de partido -que acumula un cuarto de siglo con cargos vinculados a la formación- para relevar a Josep Bou e intentar aumentar su representación en la capital catalana, donde actualmente cuenta solo con dos concejales. Según ha avanzado El Periódico, la suya es una elección personal del líder estatal de la formación, Alberto Núñez Feijóo, que se habría decantado por él tras recibir la negativa de la exministra de Sanidad Dolors Montserrat, que habría preferido mantenerse como diputada en el Parlamento Europeo.

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Será la primera vez que Sirera liderará una candidatura electoral, pero en ningún caso se puede decir que sea un recién llegado a la política institucional, puesto que ha sido concejal en el Ayuntamiento de Barcelona, diputado en el Parlament de Catalunya y senador. También presidió durante un año el PP de Catalunya, de donde fue defenestrado por Génova sin llegar a encabezar una lista en las elecciones. De hecho, su elección desprende un claro aroma de pasado y supone rescatar para Catalunya a una persona que estaba fuera de la política institucional desde el 2010 y que desde hace un año ejercía de jefe de gabinete de Carlos Mazón, líder del PP en el País Valencià y que aspira a que la formación conservadora recupere la presidencia autonómica en las elecciones del próximo 28 de mayo.

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Nacido en 1967 en Barcelona, Sirera ha estado vinculado desde muy joven al PP, hasta el punto de que presidió las Nuevas Generaciones -la organización que agrupa a los cachorros del partido- en la provincia. En 1995, con solo 28 años, daba el salto al Parlamento, donde permanecería ininterrumpidamente hasta el 2010, en una etapa relativamente tranquila y previa al estallido del Proceso. Licenciado también en derecho, durante un mandato -de 1996 a 1999- fue concejal en el Ayuntamiento de Barcelona, por lo que si, como parece, la formación obtiene representación en el consistorio volverá a ocupar un cargo que había tenido en el siglo pasado.

Cuando se convirtió en diputado, el líder del PP en Catalunya era Aleix Vidal-Quadras, que posteriormente sería defenestrado por la dirección estatal -un clásico- y, años más tarde, sería uno de los fundadores de Vox. También convivió con Alberto Fernández Díaz (1996-2003) y Josep Piqué (2003-2007) como presidentes de la delegación catalana del PP. Sin embargo, las constantes críticas de los sectores más intransigentes del partido al antiguo ministro de Aznar acabaron forzando su cese y que Sirera, visto siempre como un dirigente fiel a la dirección de turno, fuera colocado -obviamente a dedo- al frente del PP catalán. Solo duraría un año en el cargo, porque en julio del 2008 Génova le movería la silla para situar a Alicia Sánchez-Camacho, que se impondría en las elecciones internas a la entonces diputada Montserrat Nebrera.

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Lucrativa recolocación en el CAC

Sirera no se tomó demasiado bien el movimiento y meses después un fotógrafo parlamentario de El Punt Avui captaría en la pantalla de su móvil, el texto de un SMS que estaba enviando a la entonces también diputada popular Carina Mejías. "¿Qué quieres que te cuente? ¿Por qué no me presenté? Porque al girar la vista atrás solo estarías tú, el Tutu, el Berman, la Nadal y cuatro más. Este partido es una mierda".

Pese a ese malestar, Sirera completaría el mandato como diputado en el Parlament, donde se estaría hasta el 2010. Un año antes, y previendo su salida de la política institucional, había fundado una agencia de comunicación, pero su larga hoja de servicios en el PP no quedaría en nada. Pese a no ser periodista, en julio de 2012 se convirtió en consejero del Consell de l'Audiovisual de Catalunya (CAC) a propuesta del partido y se estaría casi una década en el cargo -hasta enero en 2022-. Alejado del escrutinio mediático y de grandes polémicas políticas, la posición le garantizaba a Sirera unos ingresos de más de 100.000 euros anuales.

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La renovación del organismo -acumulaba tiempo con el mandato caducado- comportaron su salida y el inicio de una etapa en València que se habrá alargado un año, hasta su sorprendente regreso a la política municipal barcelonesa, de donde había salido hace más de dos décadas. Su nombre completa a los aspirantes a la alcaldía de Barcelona, después de que previamente hayan sido confirmados Ada Colau (Barcelona en Comú), Ernest Maragall (ERC), Jaume Collboni (PSC), Xavier Trias (Juntos), Anna Grau (Cs), Basha Changue (CUP), Eva Parera (Valents) y Gonzalo de Oro-Pulido (Vox). Con el previsible hundimiento de Cs en el horizonte, Sirera pugnará con Vox por el voto más de derechas y neoliberal.

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