Tras los comicios electorales de abril y mayo, en las filas 'populares' preocupa que el líder del partido, Pablo Casado, quiera volver a sus esencias FAES, con un PP a su medida en todo el territorio, una cuestión que los barones temen. Fuentes del 'populares' del sector más crítico con la dirección señalan a Público que "el partido es muy variado y diverso, y si Casado intenta esta estrategia, habrá resistencias". 

Aseguran las citadas fuentes que el modelo del PP funciona porque tiene una implantación territorial superior a la de sus adversarios y porque el partido es "plural" y tiene "autonomía" en sus diferentes municipios y comunidades: "No creo que vaya por ahí, Pablo es listo y sabe que necesita tener de su lado a los territorios, creo que la sangre no llegará al río. La medida estará en a quien nombra como portavoz en Congreso y Senado", afirman en declaraciones a este medio.

La designación de los portavoces preocupa en el PP, especialmente a los barones. "La intención de Casado era nombrar al portavoz el pasado lunes y ha decidido posponerlo en el último momento, pero él tenía decidido nombrar a Cayetana [Álvarez de Toledo]" —explican fuentes 'populares' cercanas a Pablo Casado— que no creen que esta sea la mejor solución.

Aseguran que el líder del PP, reforzado por la posibilidad de gobernar en Ayuntamiento y Comunidad de Madrid, "inesperadamente, se encuentra a que los barones lo de Cayetana no les hace ninguna gracia, que fue muy critica con el PP, con Rajoy incluso con Feijóo. Escribió un articulo diciendo que votaría a Ciudadanos, estuvo bailando el agua durante muchísimo tiempo con lo de Libres e Iguales. Todo eso un partido no lo perdona tan fácilmente", consideran voces 'populares'.

Hay quienes esperaban que después de los comicios Génova aceptase introducir cambios —ya sea sumando voces en la cúpula o introduciendo cambios en el Comité de dirección— y virase hacia un PP más "centrado", que pase por escuchar a las estructuras del PP. Sin embargo, el plan de Casado es centralizar todo el poder en Madrid y situar a sus fieles en administraciones estratégicas, como la madrileña.

Feijóo presume de que ni Cs ni Vox tienen implantación

Con poco más de 500.00 sufragios el PP de Galicia es primera fuerza en el conjunto territorial, con un 33,35 % del voto y 1.629 concejales. Sin embargo, los 'populares' se han dejado más de 20.000 votos respecto a las municipales de 2015. Fuentes cercanas al presidente de la Xunta, Alberto Nuñez Feijóo, aseguran que está "preocupado y descontento por los resultados". Desde la formación defienden que aun siendo mejores que en el resto de España, "son desilusionantes porque no gobernamos en ninguna de las siete ciudades principales".El partido de Feijóo es la fuerza más votada en solo tres ciudades (A Coruña, Ferrol y Lugo) pero en todas ellas la izquierda suma para gobernar.

Esta circunstancia juega, a su vez, a su favor. El barón con más poder del PP —y al que todos los ojos apuntan para reemplazar a Casado— presume de que su partido en Galicia "fue el que menos bajó de todo el PP de España y, en las elecciones generales, fue el que obtuvo el mejor resultado de todo el PP a nivel nacional", subrayó el día después de las elecciones municipales. Además, desde su equipo destacan la escasa implantación de Ciudadanos y Vox en el territorio.

El partido de Santiago Abascal no ha obtenido ningún concejal en toda la región, obteniendo menos de 10.000 votos del total.Ciudadanos, por su parte, ha logrado representación en A Coruña (1)  Ourense (2), Lugo (2) y Pontevedra (1). Sin embargo, los 'naranjas' pierden el concejal que tenían en Ferrol, y no han podido obtener ningún escaño en Santiago y Vigo. Haciendo balance respecto a 2015, el partido ha conseguido poco más de 400 votos extra.

Desde el PPdeG aseguran que Casado no puede exportar su modelo a otros territorios —defienden que sus resultados superan a los de José Luis Martínez-Almeida en Madrid— "y menos después de lo sucedido en las elecciones generales". Los barones territoriales que han hecho el análisis de la situación, han achacado la mejoría "a que el partido estaba mas centrado, que no se ha metido la pata con ningún mensaje estridente,  que Casado ha sido moderado", una cuestión que el líder del PP niega.

"Sin los territorios el PP se hunde todavía más"

Además de la derechización de Casado, un sector del partido achaca la mejora de los resultados a que se ha "confiado en las estructuras territoriales", sin imposiciones desde Génova, una cuestión que ya generó malestar a nivel interno en la confección de listas previas al 28-A por parte del secretario general del partido, Teodoro García Egea, que decidió por su cuenta, por lo que muchas de las administraciones municipales y autonómicas se sintieron ninguneadas. "Sin los territorios, el PP se hunde todavía más", destacan. 

Casado, por su parte, contestó a las críticas en la rueda de prensa posterior al Comité Ejecutivo: "El PP tiene que conseguir que se hable menos de la dinámica interna del partido y de supuestos giros inexistentes y ponerse a remar. El PP ha tocado la misma partitura y yo he intentado ser el director de orquesta, dando pie a los solistas", aseguró, en un claro mensaje a sus líderes territoriales.