Dos sustos en un día y aterrizaje en el escenario menos deseado. Fuentes del PP reconocen a Público su "sorpresa" tras el anuncio de la candidatura de Pablo Casado a la Presidencia del partido y, muy especialmente, después de la renuncia de Alberto Núñez Feijóo a la carrera sucesoria.

Hasta esta tarde, cuando se sirvió de una enrevesada fórmula para declinar postularse, y tras varios minutos de piruetas lingüísticas, el presidente de la Xunta de Galicia se perfilaba como el claro favorito de las direcciones regionales consultadas por este diario. Parecía que el traje de "candidato de consenso" estaba hecho a su medida: con esta vía, el PP pretendía suavizar el proceso de relevo, y evitar que se visibilizara un enfrentamiento que hoy parece seguro.

De hecho, a la incertidumbre de afrontar la elección de su líder nacional por votación de los militantes por primera vez en su historia, se une el vacío dejado por Feijóo. Y esto, después de que el anuncio de Casado ya "cambiase todo", como reconocen fuentes de la cúpula de Génova.

En este escenario, hay quienes dan por hecho que las protagonistas de esta batalla serán la secretaria general, María Dolores de Cospedal, y la exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que han ganado peso en la pugna sucesoria con la renuncia del presidente gallego. La vía del "candidato de consenso" les dejaba poco margen de maniobra, pero hoy el marco ha mutado.

Previsiblemente la primera despejará la incógnita este martes, tras la Junta Directiva Regional del PP de Castilla-La Mancha, que preside, y que convocó el pasado viernes. Esta reunión comenzará a las 11.00 horas, y posteriormente uno de los dirigentes regionales, aún sin concretar, comparecerá ante la prensa. No se descarta que la encargada de dar explicaciones sea precisamente la secretaria general nacional, que según distintos medios ya ha decidido que sí dará la batalla sucesoria.

Por su parte, Santamaría llevaba casi una semana sin dejarse ver en público, y su entorno guarda absoluto silencio. Un veterano diputado del PP reconoce que la ausencia del llamado a ser "candidato de consenso" allana el camino de la exvicepresidenta del Gobierno, hoy diputada rasa.

También alaba la "coherencia" de Feijóo y su "respeto" por el "compromiso contraído con los gallegos", al optar por completar la legislatura en Galicia. Contrapone su caso al ejemplo de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, cuando trató de dar el salto a Madrid en las primarias en las que se vio derrotada por Pedro Sánchez. "Igualito que Susana", ironiza.

Casado, el "experto en unir" que podría ser imputado

El día se anticipaba movido desde la mañana, tras el paso al frente del vicesecretario de Comunicación del PP. Casado se ha vendido como un "experto en unir", y se ha marcado como reto convencer a quienes simpatizaron con el PP y hoy se sienten identificados con la siglas de Cs y Vox.

Sin embargo, el dirigente conservador realizaba este anuncio poco antes de que trascendiera que la jueza que investiga su máster y el de la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, pidió recientemente al Congreso de los Diputados que acreditase el aforamiento de Casado. Este suele ser el paso previo a la investigación a un aforado, y esta condición haría necesario que la jueza remitiese la causa al Tribunal Supremo.

Además del vicesecretario de Comunicación, ya han anunciado que se postularán como candidatos el exministro de Exteriores y diputado, José Manuel García-Margallo, el expresidente de Nuevas Generaciones en Valencia, José Luis Bayo, y el diputado y secretario ejecutivo de Relaciones Internacionales del PP, José Ramón García Hernández, que fue el primero en anunciar este paso.

Visto lo ocurrido en las primeras horas de plazo, y teniendo en cuenta que el periodo para registrar candidaturas expira el miércoles a las 14.00 horas, aún queda pista para nuevas sorpresas; el escenario puede complicarse aún más para un PP dramáticamente enviado a la oposición, huérfano de liderazgo y en caída libre en las encuestas.