Pedro Sánchez prueba la hiel de la aritmética y ve rechazada su investidura
La bronca de la "cal viva" de Felipe González
Publicidad
Actualizado:
MADRID.- El pleno del Congreso de los Diputados ha rechazado en primera votación la investidura de Pedro Sánchez como candidato, propuesto el pasado día 2 de febrero por el jefe del Estado, a presidir el Gobierno. Sánchez ha recibido 130 votos a favor – los 89 del grupo socialista, los 40 de Ciudadanos y el de su socio Pedro Quevedo, de Nueva Canarias – mientras que el resto de la cámara, 219 votos – PP, Podemos, ERC, DiLl, PNV, Compromís, IU-UP, EHBildu, UPN y Foro – se manifestó en contra, salvo la diputada Ana Oramas, de Coalición Canarias, se abstuvo.
Publicidad
Una larga sesión parlamentaria en la que también ha quedado patente que Sánchez no cuenta con más apoyos para llegar a Moncloa que el de Ciudadanos, la formación emergente de corte de centro-derecha. Totalmente insuficiente en esta primera jornada – eran necesarios 176 votos a favor, la mayoría absoluta de la cámara -; pero también para la segunda votación, el viernes por la noche, cuando solo son necesarios más votos favorables que contrarios.
Sánchez no cuenta con
más apoyos para llegar a
La Moncloa que el de C's
Pedro Sánchez, pese a sus denodados llamamientos a cualquier rincón del hemiciclo, no ha logrado sumar ni un solo respaldo más a los 90 propios que los 40 que le ofrece el grupo de Ciudadanos encabezado por Albert Rivera. “Gracias a todos los diputados del grupo de Ciudadanos por su valentía y a su presidente, Albert”, ha dicho casi a modo de consolación.
Publicidad
"Felipe González
tiene la memoria
manchada de cal viva”
Y en esa dinámica Iglesias ha recomendado al aspirante a no hacer caso “a quienes tienen manchada la memoria de cal viva”. Una expresión que ha generado rumores y algún abucheo desde la bancada socialista. Pero, no contento con eso, en otro pasaje, ha insistido: “Señor Sánchez, no se fíe ni haga caso, porque le han ordenado que no gobierne con Podemos – asomaban de nuevo los abucheos -, sí, sí, de Felipe González que tiene la memoria manchada de cal viva”.
Publicidad
La bronca de la "cal viva" de Felipe González
Y claro, se ha organizado la marimorena con una monumental bronca y catarata de improperios desde los escaños socialistas – Iglesias con esa frase aludía al caso del asesinato de los jóvenes vascos Joxi Lasa y Josean Zabala, enterrados en cal viva en Alicante y por el que fue condenado el general Galindo de la Guardia Civil durante un Gobierno presidido por González -.
“No hace falta que reparta canés de socialismo", le ha espetado Sánchez a Iglesias
Publicidad
Han mantenido un diálogo de sordos sobre si hay o deja de haber una mayoría de izquierdas y qué salida ofrecía cada cual. “No hace falta que reparta canés de socialismo – le ha espetado Sánchez a Iglesias – ni que sea duro con el PP, lo único que hace falta es que no voto como ellos”. Y eso se lo ha dicho después de afearle que el día anterior aludiese en términos elogiosos a la liberación de Otegi cuando los socialistas recordarán “mañana el asesinato de Isaías Carrasco por la banda terrorista ETA”.
Duelo Rajoy-Sánchez
Pero este clima agrio estuvo precedido por las descalificaciones durante el enfrentamiento entre Rajoy y el candidato. El presidente del Gobierno en funciones, que por momentos confundió la tribuna de oradores en un debate de investidura con el escenario del Club de la Comedia, a juzgar por los continuos juegos de palabras, citas e ironías que dibujaron no pocas sonrisas en el hemiciclo y chanzas en su propia bancada, no se ha encontrado cómodo ni durante su intervención ni en el resto del debate: era evidente que no era el protagonista de la sesión.
Publicidad
Salir a la tribuna desde la bancada azul, la del Gobierno, y replicar desde su escaño sin ser él quien rematase el debate, como en las sesiones de control de la anterior legislatura, pues ha descentrado al presidente en funciones, quien ha empleado su intervención para realizar su particular ajuste de cuentas con Albert Rivera.
El debate ha sido la constatación del divorcio entre el “marianismo” del
PP y Albert Rivera
Publicidad
Este apartado ha sido otro aspecto significativo de la sesión de investidura de este miércoles: la constatación del divorcio entre el “marianismo” del PP y la formación que lidera Albert Rivera. O lo que es lo mismo, la constatación de que es imposible, por ahora, intentar labrar una mayoría desde el flanco del centro-derecha para la desolación de los populares y su concepto del mantenimiento del poder.
Un beso en la boca en pleno Hemiciclo
Pero afectos que sin duda se profesan en el seno de la formación morada han quedado patentes cuando Iglesias ha bajado corriendo a recibir a Domènech cuando éste ha terminado de hablar en la tribuna. Ambos se han fundido en un fuerte abrazo que ha culminado con un beso plantado en las respectivas bocas ante la sorpresa del hemiciclo.
El desarrollo normal del debate ha estado en riesgo debido a la falta de pericia, sin duda por las escasas horas de vuelo, del presidente Patxi López. La bancada popular, con el colmillo retorcido, le ha puesto en un aprieto con continuas solicitudes de palabra alegando el recurrente artículo 71 del reglamento que se refiere a las alusiones y falsedades entre intervinientes.
Publicidad
Los ministros García-Margallo y Fernández Díaz solicitaron intervenir, y lo hicieron; también el propio Rajoy – ninguno concretó las falsedades o alusiones, según el presidente -, y lo pretendió el portavoz popular Rafael Hernando quien, antes de que le diese la palabra, tomó el micrófono y empezó a hablar hasta el que el presidente le cortó el sonido. La cosa tomó cuerpo y hasta Xavier Domènech, entre risas, lo intentó. Pero ya no hubo más.
Tardà a Sánchez: “Ha puesto el reloj en marcha para la república catalana”
Publicidad
El debate del candidato Sánchez con las formaciones minoritarias ha estado presidido por la mutua incomprensión. Así ha ocurrido con Joan Tardá, de ERC, quien simple y llanamente ha reiterado al candidato y al resto de la cámara que su formación, soporte del Govern de la Generalitat, “ha puesto el reloj en marcha para la constitución de la república catalana”.
Los socialistas, a cambio de nada de nada, permitimos el cambio en Madrid, Cádiz, Zaragoza o Barcelona
Publicidad
Antes de la votación, que se ha adelantado una hora sobre el horario calculado inicialmente, el portavoz del grupo socialista, Antonio Hernando, ha apelado a la voluntad de cambio de la mayoría de las fuerzas del hemiciclo “abandonando el inmovilismo y el adanismo, los defectos que tenemos ahora y que no tuvieron los diputados de las primeras Cortes democráticas. Algunos van a votar igual que el PP y permitirán que Rajoy siga. Los socialistas, a cambio de nada de nada, permitimos el cambio en Madrid, Cádiz, Zaragoza o Barcelona”, ha dicho. Y ha reivindicado el trabajo de los Gobiernos de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero.