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Pedro Sánchez: “Yo no soy Rajoy, yo voy en serio”

El líder del PSOE se ha salido con sus planes de ser propuesto por el jefe el Estado, y ahora está en su mano afrontar una negociación más que complicada. "No se trata de sillones, sino de soluciones", destaca el líder socialista al anunciar que tenderá la mano "tanto a izquierda como a derecha" para formar gobierno al tiempo que acusa a Rajoy de "escapismo" y del bloqueo de 40 días que ha mantenido al país en el limbo.

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El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, durante la rueda de prensa que ha ofrecido este martes después de que el rey le haya propuesto como candidato a presidente del Gobierno. REUTERS/Sergio Perez

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MADRID.- Le llegó la hora. El ninguneado líder del PSOE tiene el mandato del Jefe del Estado para intentar formar Gobierno. Sus planes políticos le han salido como hasta ahora los había planeado, pero aún le queda lo más difícil.

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A última hora de la tarde del martes, los pronósticos más previsibles se cumplieron. El rey Felipe VI convocó al presidente del Congreso, Patxi López, de que su decisión era que Pedro Sánchez intentara la investidura para poder ser presidente del Gobierno.

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Sánchez, que esperó toda la tarde en su despacho del Congreso, compareció ante la prensa cuando supo que era la decisión oficial, para hacer casi un discurso de investidura, con los ochos puntos que quiere negociar para lograr ser presidente.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, durante la rueda de prensa que ha ofrecido este martes después de que el rey le haya propuesto como candidato a presidente del Gobierno. REUTERS/Sergio Perez

En el PSOE, de momento, se piensa que se ha llegado al lugar donde se quería estar. Que se abre un periodo complicado, pero ya sin Mariano Rajoy, y se confía en que pocos quieran desear la vuelta del aún presidente en funciones. Eso, en opinión de Ferraz, da un amplio campo de juego a Pedro Sánchez de negociación.

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Sánchez, además, se enfrenta a la aritmética parlamentaria, y que salvo un tripartito con Podemos y Ciudadanos, que se antoja imposible, sólo un milagro laico podrá lograr que pueda llegar a ser investido presidente del Gobierno.

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