“Es la incertidumbre de si seguir o no seguir. ¿Sigo invirtiendo dinero y tiempo o paro aquí? Tienes que tener parada tu vida, no puedes planear nada. Estás sujeto a las decisiones de cuatro personas que influyen demasiado en ti, más de lo que deberían”.

Son palabras de Julián, profesor en un colegio concertado y futuro opositor a una plaza pública. Sin embargo, es una situación que viven miles de aspirantes a un empleo público, cuyas oposiciones, ante la ausencia de presupuestos, han quedado en el aire. La ley no permite que se convoquen mientras el Estado funcione con las cuentas prorrogadas de 2016, ni siquiera para cubrir la tasa de reposiciones.

“La excusa que da el Ministerio es que al no haber Presupuestos Generales del Estado, no se puede convocar”, confirma Nicolás Fernández, presidente del sindicato independiente de docentes ANPE. “Aunque a la vez lanzan lanzan informaciones paralelas que dicen que si hay presupuestos, en estos tres próximos años va a haber una oferta muy jugosa”, revela.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, juega con los tiempos. Necesita el apoyo de la oposición para aprobar las cuentas de 2017. Mientras el Estado funcione con las de 2016 prorrogadas, sabe que la presión está sobre el resto de grupos, especialmente sobre el PSOE, quien hizo posible su gobierno con su abstención: sin nuevos presupuestos, no habrá “oposición útil”, bandera que están intentando enarbolar los socialistas. Los recortes impuestos por el PP en las cuentas de 2016 seguirán presentes un año más.

“Dedico un día a la preparadora, otros tres días entre diario y otro día más entre semana. Le dedico unos 5 días a la semana. Ahora, conforme se vaya acercando la fecha, que es (o era) junio, tendré que dedicarle más tiempo… Seguramente los 7 días”, explica Julián. La preparadora le cuesta 150 euros al mes, dinero que se irá por el sumidero si finalmente no se convocan las oposiciones.

Tasa de interinidad disparada

“La incertidumbre la tenemos todos ahora mismo”, lamenta el presidente de ANPE. Sin oposiciones, las comunidades tienen que tirar de trabajadores con contratos eventuales o interinos para apuntalar sectores públicos como la educación o la sanidad, aumentando así la tasa de empleo precario dentro de la propia administración.

“Viene siendo un mal endémico”, cuenta Fernández. “Se ha ido yendo de las manos, con las comunidades convocando menos de lo que deberían para evitar el efecto llamada. ¿Qué ha provocado esto? Una tasa de interinidad disparada. Hay 110.000 interinos en el sistema y eso hace difícil conciliar una política de personal seria y que atienda a las necesidades educativas con una vocación de solucionar los problemas de los centros y las plantillas”, lamenta.

El Gobierno admite una tasa de interinidad en las escuelas públicas del 20%. Según los sindicatos, los interinos suponen un cuarto de las plantillas. La situación de estos profesionales es “bastante precaria”, confiesa Julián. “Aunque tengas una vacante de todo el año desde septiembre hasta junio el verano no te lo pagan, sino que estás despedido y te tienes que ir al paro. No tenemos derecho a pedirnos permisos ni excedencias…”, resume.

“Además, las oposiciones están más que justificadas, incluso han tenido que abrir bolsas de extraordinarias de interinos porque se habían acabado las listas”, asevera. Es algo en lo que coincide con Soledad, médico de atención primaria sin un puesto fijo.

Sanidad

Soledad trabaja en la Comunidad de Madrid y lamenta que, tras tantos años de estudio, sea tan difícil salir de la precariedad. Expone que en su área se suma el problema de los contratos eventuales. “Los fijos mueven a los interinos cuando se trasladan, a los eventuales los mueven los interinos… Salvo que seas fijo y apruebes una oposición, tienes que estar sujeto a estar siempre moviéndote de puesto. En función de que seas eventual o interino te mueves más o te mueves menos”, explica la doctora.

Sin cifras oficiales disponibles, la Federación de Empleados de los Servicios Públicos de UGT apunta que hay unos “170.000 interinos en el Sistema Nacional de Salud”. Este sindicato, al igual que ANPE en el sector educativo, pide que "se modifique la normativa que impide a las CCAA y ayuntamientos convocar oposiciones” y fijar un máximo del 10% en la tasa de interinidad.

“Siendo eventual no tienes derecho a prácticamente nada. Es imposible conciliar vida familiar y laboral, te estás moviendo constantemente. Eso no es malo sólo para nosotros, también para los pacientes. Si tu médico no es fijo, a lo mejor está como mucho dos años contigo, año y medio o incluso menos, y te cambian de médico otra vez”, señala Soledad.

“Encima no hay ningún razonamiento para esto, porque médicos está claro que se necesitan. No tiene sentido tener médicos interinos cuando pueden ser fijos, es un tema de recorte presupuestario”.