La oposición centra sus críticas sobre Juanma Moreno en el deterioro de la sanidad pública andaluza
La comunidad está a la cola del país en inversión en sanidad por habitante.
Publicidad
Actualizado:
El deterioro de sanidad pública en Andalucía, uno de los asuntos, junto a otros, que provocó la caída del PSOE después de 37 años de gobiernos consecutivos, es hoy el tema que trae de cabeza al gobierno andaluz de PP y Ciudadanos. Después de años de decadencia y de una pandemia que ha provocado tensiones de todo tipo sobre el sistema, los sanitarios están hartos.
Publicidad
La no renovación de 8.000 contratos temporales efectuados durante la crisis del coronavirus ha causado indignación en los trabajadores. Estas navidades se produjeron, ante la falta de personal, dos hechos que se vivieron con particular desazón: por un lado, la oferta al personal jubilado [menor de 70 años] de la posibilidad de trabajar nuevamente por "alta frecuentación covid 19" y por otro, que el personal de enfermería de los hospitales pueda ir a los centros de salud para "mejorar la accesibilidad de los ciudadanos", según denunciaron los sindicatos.
"No es razonable ni concebible que Salud recurra a toda prisa, sin ninguna negociación [a unas medidas] que demuestran la nula capacidad organizativa de unos dirigentes que primero despiden a miles de profesionales, provocan la huida de estos a otros servicios sanitarios y ahora tienen que recurrir a la desesperada a nuestros jubilados y a los enfermeros de hospital para que trabajen en atención primaria", lamentó UGT en un comunicado.
Así, la situación de la sanidad, convertida ya en el talón de Aquiles de la autonomía andaluza, es el principal eje de oposición al Gobierno de Juanma Moreno, que según la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, está, junto a Murcia y Madrid, a la cola de la financiación por habitante (hasta 300 euros por debajo de la media de todas las comunidades autónomas).
Publicidad
Tanto el PSOE como Unidas Podemos y Adelante Andalucía han cargado contra el Gobierno andaluz por el asunto de la sanidad, cada uno a su estilo. Juan Espadas, líder del PSOE, ha ofrecido un pacto por la salud al presidente Moreno, a quien ha pedido por carta una reunión.
El lugarteniente del presidente, Elías Bendodo, le ha remitido al consejero de Salud, Jesús Aguirre. "Lo que vamos a hacer es decirle que somos todo oídos y escuchamos todas las propuestas y que tiene al consejero de Salud a su disposición para todos los planteamientos que quiera hacerle, y sobre todo que el consejero de Salud le pueda explicar las cosas que se han hecho", dijo Bendodo.
Publicidad
Los socialistas plantean un gran acuerdo sanitario, con el aval de los sindicatos, las asociaciones más representativas del sector y los ayuntamientos, con cinco ejes que incluyen un plan de modernización de la atención primaria y de los servicios de salud mental, el incremento de la inversión y del número de profesionales sanitarios, así como el desarrollo de incentivos para la estabilización de las plantillas.
Gravedad y liderazgo
"Estamos en el punto más álgido, más negativo y más grave de la gestión sanitaria de Moreno, con centros de salud colapsados, urgencias saturadas, colas de horas en atención primaria y agravamiento de la situación de los enfermos crónicos al aplazar sus tratamientos", manifestó Espadas.
Publicidad
El PP replicó arremetiendo contra Espadas. Así, la secretaria general, Loles López, reprochó al secretario general del PSOE andaluz que "se dedique a embarrar la vida política con la pandemia" porque "ya no sabe cómo llamar la atención ante su falta de liderazgo".
Martina Velarde, coordinadora de Podemos, afirmó que, a su juicio, existe un "plan orquestado" del Gobierno andaluz para el "desmantelamiento progresivo" de los servicios públicos. Velarde cargó contra la reforma fiscal de PP, Ciudadanos y Vox que implica que "van a entrar 400 millones de euros menos en las arcas públicas en detrimento de la gente que lo necesita".
Publicidad
Teresa Rodríguez insistió en su idea de dar ejemplo y en su guerra contra las dietas de los diputados y propuso destinar las del mes de enero (cuando no hay Plenos en el Parlamento andaluz) para reforzar las plantillas de sanitarios.