Este artículo se publicó hace 3 años.
El olvidado voto de medio millón de migrantes puede ser decisivo en las elecciones de Madrid
Alrededor de medio millón de personas extranjeras pueden votar el 4M al haber logrado la nacionalidad española. La escasa atención de los partidos ante un nuevo fenómeno, encabezado por ciudadanos de origen latino, llevaría a la abstención de la mayoría, bien por desconocimiento o por no sentirse representados. Aunque se les identifica con el voto progresista, expertos y activistas dudan sobre su comportamiento en las urnas.
Jairo Vargas Martín
Madrid-Actualizado a
Desde 1998 hasta 2019, más de 520.000 personas extranjeras con permiso de residencia adquirieron la nacionalidad española en la Comunidad de Madrid, según las estadísticas del Portal de Inmigración del Ministerio de Inclusión, Migraciones y Seguridad Social. Son sobre todo latinoamericanos, aunque también han ido ganando peso los marroquíes. La gran mayoría de ellos tiene edad suficiente para votar en las próximas elecciones madrileñas, en las que representan más de un 10% de los 5,1 millones de votantes llamados a las urnas.
Su peso es importante, incluso decisivo en caso de empate técnico, que es el escenario que prevé el último barómetro del CIS. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en otros países europeos, donde la migración empezó a repuntar medio siglo antes, o en EEUU, donde el voto latino es fundamental en los comicios, en España se trata de un voto olvidado por la mayoría de los partidos. Huérfano de candidatos y de propuestas, poco estudiado por expertos y formaciones y tan heterogéneo que es difícil prever hacia qué orientación política se inclinarían. Si es que lo hacen, porque según diferentes fuentes consultadas, su participación en las elecciones es reducida, aunque apenas se ha medido durante los últimos años.
El voto migrante está huérfano de candidatos y propuestas, poco estudiado y es muy heterogéneo
"El voto migrante ya es una realidad y será cada vez más relevante. Empezamos a notar el boom migratorio de principios de siglo y hay que prestar atención a los hijos de estos migrantes, una generación puente que ha nacido o crecido aquí y que tiene más arraigo que sus padres. Participarán más", sostiene Santiago Pérez-Nievas, profesor e investigador en el departamento de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). "Los partidos tienen que ponerse las pilas, no solo para capitalizar su voto, sino para que no estén tan excluidos de la política", opina.
No en vano, solo dos partidos llevan en sus listas a candidatos de origen extranjero. Unidas Podemos cuenta con Serigne Mbayé, portavoz del Sindicato de Manteros y la Asociación de Sin Papeles de Madrid, como número nueve; mientras que Más Madrid incorporó como número tres a Manuela Bergerot, de origen argentino y miembro del equipo técnico de la querella argentina contra los crímenes del franquismo. El PSOE cuenta como numero dos con Hana Jalloul, de ascendencia libanesa y Secretaria de Estado de Migraciones hasta hace pocas semanas. Aunque para Pérez-Nievas solo son gestos tímidos más encaminados a afianzar el voto de la "izquierda blanca" que a incluir a los migrantes en el juego democrático.
Movilizar el voto migrante
Movilizar a este electorado no es tarea fácil, más aún cuando ni siquiera se piensa en él, apunta Natalia Munévar, de 40 años y colombiana con nacionalidad española tras llegar como refugiada hace 15 años. Ella votará a la izquierda, como ha hecho en anteriores comicios, aunque su principal objetivo ahora es convencer a otros en su situación para que voten. "Trabajamos para convertir a los migrantes en sujeto político, porque su desconexión es total. Cuando se migra, la primera preocupación es regularizar tu situación, y no puedes votar hasta que no tienes la nacionalidad. Son varios años, más de diez en muchos casos, pero las políticas que se aplican nos afectan a todos por igual", sentencia.
Munévar es activista de Poder Migrante, un colectivo que lleva años visibilizando la importancia de que los extranjeros que tienen derecho a voto lo ejerzan. "Comenzamos con unas elecciones catalanas, pero ahora es importante trabajar en Madrid, donde los discursos racistas están creciendo en la política, sobre todo con Vox", opina. Poder Migrante trabaja a través de las redes sociales y también a pie de calle. "La semana pasada fuimos a los centros de votación en Madrid para las elecciones de Ecuador y Perú. Informamos y repartimos folletos entre la gente sobre cómo y dónde votar. La mayoría desconoce totalmente los procesos electorales en España, a los partidos y a los candidatos; no se sienten parte de la política. Muchos ni siquiera saben que pueden participar", apunta.
Según los datos del Ministerio de Inclusión, la mayoría de los extranjeros que ha conseguido tener el DNI español en Madrid son ecuatorianos (alrededor de 100.000), seguidos de los colombianos (unos 55.000) y los peruanos (menos de 50.000). Después están los marroquíes, que no llegan a los 35.000 a pesar de ser, después de los ciudadanos rumanos, la segunda nacionalidad extrajera con mayor peso en la región.
"La mayoría desconoce totalmente los procesos electorales en España"
Un contraste, apunta Pérez-Nievas, que se debe a la diferencia de trato para lograr su naturalización como españoles. "La mayoría de los latinoamericanos pueden pedir la doble nacionalidad a los dos años de residencia legal, gracias a acuerdos de reciprocidad entre sus países y España", dice. En el caso de los africanos, los asiáticos y ciudadanos de Europa del Este, estos convenios no existen, "tienen que renunciar a su nacionalidad y han de que esperar al menos diez años para solicitarlo. Eso les desincentiva a nacionalizarse", aclara. Pero la foto cambiará muy pronto, cuando el gran contingente de venezolanos llegados en los últimos años huyendo de la crisis social, económica y política en su país vaya consiguiendo su DNI español.
¿El voto migrante es progresista?
El colectivo Defiéndete nació hace pocas semanas para reforzar la idea que PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos llevan semanas defendiendo: la derecha gana si la gente de los lugares más humildes no sale a votar. Han analizado los barrios, distritos y municipios madrileños donde menos se movilizó el potencial votante progresista en las pasadas elecciones. Sus conclusiones también apuntan al colectivo migrante como decisivo, pero con participación escasa. Por eso han realizado una radiografía del voto migrante que cruza las concesiones de nacionalidad desde 2013 hasta 2019 (más de 280.000) con la población extranjera empadronada en la región. Así han logrado saber en qué municipios o zonas hay que hacer campaña para captar voto progresista. "Ante un resultado ajustado, despertar este voto dormido puede marcar la diferencia si pensamos que, por su situación socioeconómica y los barrios en los que viven, pueden votar a la izquierda", afirman desde esta campaña.
"En España es imposible apelar al voto latino como un conjunto"
Pero ni el politólogo Pérez-Nievas ni los activistas de Poder Migrante tienen claro que el voto de nacionalizados sea sobre todo progresista. "La inmensa mayoría de venezolanos en Madrid votarán a Ayuso. Los peruanos y los ecuatorianos también parecen ser más conservadores, incluso entre los colombianos hay grandes diferencias", explica Munévar. "Es imposible apelar a ellos como un conjunto, como ocurre en EEUU", advierte Pérez Nievas. "Aunque el perfil socioeconómico mayoritario les enmarque dentro del potencial votante progresista, hay otros factores determinantes para que voten a la derecha. Por ejemplo, el peso de la religión en América Latina es mucho mayor que en España y tiende hacia la derecha", observa el profesor de la UAM. "Pero el problema, sobre todo, es que casi ningún partido se dirige a nosotros, ni con candidatos ni con medidas ni con información", asegura la activista.
Posible "efecto rebote" por Vox
Confía en que los insultos a los migrantes por parte de Vox y su previsible apoyo a un Gobierno del PP de Ayuso genere un efecto rebote. Pérez-Nievas cree que es posible, sobre todo entre los ciudadanos de origen magrebí. Según Ahmed Khalifa, presidente de la Asociación Marroquí para la Integración de Inmigrantes, los marroquíes no suelen ejercer su derecho al voto. "No se sienten identificados con ningún partido y ven poco útil la participación política por la desconfianza en las instituciones que hay en Marruecos", apunta.
Pero en esta ocasión cree que puede ser diferente. "Los discursos y carteles de Vox están generando una reacción entre la población marroquí, que se siente atacada. Parece que van a votar más, no por ningún partido en concreto, pero sí contra Vox", sostiene. Khalifa recuerda que, a pesar de su escasa participación, "durante el Gobierno de Zapatero muchos marroquíes se ilusionaron y votaron por él, cuando se llevó a cabo la regularización de migrantes de 2005", recuerda.
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