Moreno busca un gran acuerdo en Andalucía para la recuperación y se topa con los recelos de Vox
Susana Díaz tiende la mano al presidente de la Junta de Andalucía para llegar a pactos y Teresa Rodríguez se abre a explorar la posibilidad también de alcanzarlos
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sevilla,
El retorno de Susana Díaz a la primera línea de la política andaluza, después de su ausencia por maternidad, ha tenido una consecuencia de momento evidente: la rebaja de la tensión política en la Comunidad a cuenta de la gestión de la pandemia, que, por momentos, se estaba transformando en una bronca.
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La secretaria general del PSOE andaluz ha evitado durante dos días consecutivos –en una rueda de prensa y en el Parlamento de Andalucía– severos reproches al presidente de la Junta, Juanma Moreno (PP), y le ha tendido la mano para llegar a los acuerdos que sean necesarios para sacar adelante medidas que favorezcan la recuperación de la Comunidad.
La actitud de Díaz en la oposición contrasta con la que mantiene Pablo Casado, líder del PP, jefe de filas de Juanma Moreno, con Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Aunque Casado ha apoyado la declaración de alarma y sus prórrogas, el presidente del PP se ha desmarcado de algunas medidas del Gobierno y sobre todo, ha tratado de alejarse del presidente Sánchez y del vicepresidente Iglesias, en mayor medida, todo lo que ha podido en los gestos políticos.
Moreno, que regresaba este viernes al Parlamento a un debate con la oposición después de haber logrado evitarlo durante toda la emergencia sanitaria, ha venido convocando estos días a una gran alianza por la recuperación económica y social de Andalucía ante la pandemia.
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El presidente andaluz se mostró de acuerdo con Díaz –aunque puso por delante la cautela de si están de acuerdo todos los grupos– en que la negociación del acuerdo se configure a través de una mesa o de una comisión parlamentaria en la que participen los agentes sociales, que no se limite a los partidos, en unos términos similares a los exigidos por Casado en Madrid.
Una posición complicada
Esta oferta del presidente le ha colocado, sin embargo, en una posición complicada por dos razones, que están, en el fondo entrelazadas: la política de tierra quemada de Vox, de quien depende su cargo, y la posición de Casado, que no quiere perder el electorado duro, de derechas puro, respecto a Sánchez.
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Vox ya ha lanzado un aviso a Moreno. Tienen "recelos", según recoge Europa Press, porque: "No se puede ser amigo de todo el mundo". "Nos sorprende que piensen que desde Adelante Andalucía o PSOE de Andalucía puedan esperar una ayuda sincera y leal. Nada va a ser como antes pero hay cosas no cambian", manifestó el portavoz de Vox, Alejandro Hernández.
Este acercamiento de posturas entre Moreno y Díaz en torno a una cuestión capital, nuclear, como es el devastador impacto social y económico de la crisis en Andalucía, y la manera de afrontarlo, lleva a la siguiente pregunta: ¿Se podrá firmar un acuerdo andaluz independientemente de lo que suceda en Madrid o quedará a expensas de las decisiones de los líderes nacionales?
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Dicho de otra manera: ¿Podrá Moreno firmar aquí un pacto con PSOE y Adelante Andalucía mientras Casado se resiste a hacerlo en Madrid con el Gobierno de Sánchez e Iglesias?
Díaz y Rodríguez
La posición política de Díaz, que le viene como anillo al dedo a Sánchez para a su vez presionar a Casado, es en este momento inequívoca. "Ahora lo primero es la vida de los andaluces y salir de esto de la mejor manera posible", dijo.
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"Si la población andaluza ve que los políticos que le representan están hablando de lo que les afecta, de cómo van a salir lo antes posible, quizá de lo poco bueno que saquemos de esta crisis es que nos miren de otra manera", agregó. "No usemos los remos para golpearnos unos a otros, sino para golpear a la pandemia", remachó.
También Adelante Andalucía está por la labor de al menos explorar la posibilidad de llegar a algunos acuerdos en un contexto de parón en seco de la economía andaluza, muy dependiente de sectores afectados de manera directa por esta crisis, como el turismo y la hostelería. Este, el de la debilidad y dependencia externa de la Comunidad, es uno de los caballos de batalla ideológicos de Teresa Rodríguez.
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Rodríguez concedió este viernes que las "las mesas de reconstrucción y las fotos están bien", pero agregó que desde Adelante prefieren contribuir ante esta crisis con sus propias propuestas y reclamando "un compromiso firme de financiación de la sanidad pública".
Así, anunció que Adelante presentará una proposición de ley en el Parlamento de Andalucía con el objetivo de "blindar" la financiación de la sanidad pública y se destine cada año un 7% del PIB y de este modo evitar posibles recortes por parte de los gobiernos sucesivos.
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Rodríguez también cargó contra la gestión sanitaria de los ejecutivos del PSOE, al lamentar que, desde 2009, el porcentaje del PIB andaluz destinado a la sanidad había pasado del 6,9 al 6%, lo que supone un total de "1.700 millones de euros menos cada año".
La posición de Rodríguez y la insistencia de Díaz también en meter en el debate sus propias soluciones programáticas conduce al meollo del dilema que afronta Moreno. ¿Aceptará medidas de la oposición para salir de la crisis o perseverará en su propio modelo, que ya ha comenzado a imponer, con la ayuda de Vox, vía decreto, en plena emergencia?