Este artículo se publicó hace 4 años.
Moción VoxLa moción de Vox divide al PP mientras Casado no se decide
El PP se enfrenta a un dilema con la moción de los ultraderechistas. La mayor parte de la dirección se inclina por el 'no', pero algunas voces señalan que Casado podría optar por la abstención al igual que hizo Sánchez con Iglesias en 2017.
marta monforte
Actualizado a
La moción de censura de Vox contra el Gobierno presidido por Pedro Sánchez se debatirá este miércoles y jueves. Una iniciativa que incomoda más al Partido Popular que al propio Ejecutivo de coalición. Los ultraderechistas son el principal competidor de los de Pablo Casado; son enemigos pero también aliados. Votar 'no' se podría interpretar como un voto de confianza al actual Gobierno, pese a la dura oposición mantenida estos meses. Abstenerse significaría admitir que Santiago Abascal les marca el paso. El líder del PP no se decide -vacila entre el 'no' y la abstención- y en la dirección nacional de Génova hay opiniones de todo tipo, mientras el debate interno fluye entre los diputados.
Lo cierto es que la iniciativa de los ultraderechistas nace en vía muerta, puesto que necesita 176 apoyos para que salga adelante, unos números que la derecha está lejos de tener en el Congreso. Desde el PP lo saben, por eso no se plantean apoyarla. Casado ha señalado este lunes ante las preguntas de los periodistas que no le preocupa "nada" ni va a "gastar ni un solo minuto" para hablar de "cuestiones menores" y que el PP "no va a perder el tiempo" en entrar en debates "estériles", pero no ha revelado el sentido del voto. La portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, ha confirmado este martes que será el propio Casado el encargado de intervenir en el debate.
Voces de la dirección popular señalan que, a día de hoy, Casado podría inclinarse por la abstención -al igual que hizo Sánchez con Iglesias en 2017- pese a que hace unas semanas la segunda opción sonaba con más fuerza en Génova y es el planteamiento mayoritario de los miembros de la dirección. "La moción como bien dicen algunos solo tiene un propósito: que Vox eche en cara al PP que es la derechita cobarde", resumen a Público. Las citadas fuentes señalan que la formación conservadora debe explicar bien que presentar una moción de censura en este momento "es una miserable perdida de tiempo" porque "no hay opciones de ganarla".
Sin embargo, hay quien piensa que el hecho de que Casado todavía no haya revelado el sentido del voto resta eficacia al discurso del PP. "Tampoco es bueno no desvelar la posición porque da la sensación de que tenemos dudas", admite una diputada popular. La estrategia del líder del PP se ha basado en ignorar las "provocaciones" de Vox después de que amplios sectores del partido, entre ellos la plana mayor de los barones, pidieran a Casado marcar distancias con los ultraderechistas.
"El PP lo que ha hecho es gobernar, los que no gobiernan en ningún lado tienen que recurrir a este tipo de estrategias condenadas al fracaso", ha aseverado el líder de la oposición, criticando que Vox solo busca estar en el foco mediático con esta iniciativa. La mayor parte de las formaciones presentes en el Congreso -incluido Ciudadanos- rechazará la moción.
La segunda moción de censura de la derecha en toda la historia
Son cuatro las mociones que se han presentado en el hemiciclo desde la Transición y solo una tuvo éxito: la que Sánchez impulsó contra el expresidente conservador Mariano Rajoy en el año 2018, desbancándolo prematuramente de La Moncloa tras la sentencia de la Gürtel. Ahora, con la moción de los ultraderechistas, serán cinco. La segunda impulsada por una formación de derechas tras el fracaso de Alianza Popular en el año 1987.
En el año 1980 un joven Felipe González intentó a desbancar a Adolfo Suárez de la presidencia. No lo logró. Obtuvo 152 votos a favor, 166 en contra, 21 abstenciones y 11 ausencias. 7 años después, con González de presidente, Alianza Popular presentó una moción contra él. Su candidato alternativo, el entonces presidente de la formación Antonio Hernández Mancha, ni siquiera pudo estar presente en el debate por no ser diputado. También fracasó y sólo fue apoyada por 67 diputados, con 195 votos en contra y 77 abstenciones. En el 2017 fue el actual vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, quien impulsó una moción de censura contra Rajoy. El líder de Unidas Podemos sumó 82 síes, 170 noes y 97 abstenciones.
Los ultraderechistas contarán con el rechazo récord en la historia de las mociones de censura presentadas
Previsiblemente, los ultraderechistas contarán con el rechazo récord en la historia. Si el PP vota en contra serán 298 parlamentarios los que voten 'no', siempre y cuando UPN y Foro Asturias también lo hagan, al igual que el resto de partidos minoritarios. Si, finalmente, los conservadores se abstienen, serán 210 los votos en contra, 52 a favor y 88 -o 91- abstenciones.
La 'vía Aznar' o la 'vía Cayetana'
La exportavoz popular Cayetana Álvarez de Toledo aseguró este pasado domingo que la "inevitable derrota numérica" de Vox en la moción de censura contra el Gobierno "no es argumento suficiente para rechazarla" y avisó que un "no" del PP "debilitaría su condición de alternativa" y "reforzaría" a Pedro Sánchez. Casado ya ha advertido de que no hay libertad de voto, una posibilidad que los estatutos del PP solo contemplan en "cuestiones éticas o morales que pongan en cuestión" las "convicciones más profundas".
La todavía diputada del PP en el Congreso reconoce que "no hay combinación realista" para que la propuesta del partido de Santiago Abascal prospere, pero avisa que el "argumento aritmético inhabilitaría" al PP "para presentar su propia moción de censura" u otras iniciativas contra el Ejecutivo. "A veces no se gana numéricamente, pero sí en autoridad política y moral". "Ese debería ser el debate del PP", señala. Un posicionamiento en el que coincide la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, pero no el expresidente del Gobierno, José María Aznar. Ambos han sido 'padrinos' de Casado.
El presidente de FAES aseguró recientemente que, si él fuera diputado, votaría en contra. A su juicio, esta "inoportuna" moción solo va a servir para "consolidar el proceso de fragmentación en el centroderecha en España" y para "consolidar a la coalición existente en el Gobierno". Un argumentario que coincide con el planteado por la dirección de Génova 13.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.