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La mayoría con la que Sánchez puede ser investido ya se ha impuesto en dos ocasiones a las derechas esta legislatura

El bloque progresista logró, primero, el apoyo suficiente para hacer presidenta del Congreso a Francina Armengol y, después, un acuerdo por las lenguas con el apoyo adicional de Coalición Canaria.

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez, durante el pleno de este jueves 21 de septiembre. Eduardo Parra / Europa Press

De momento, los números le dan a Sánchez. El 17 de agosto, logró una mayoría suficiente como para que Francina Armengol alcanzara la presidencia de la Cámara y, por ende, el bloque progresista obtuviera mayoría en la Mesa del Congreso. El 21 de septiembre, una nueva mayoría —esta vez, con el apoyo extra de Coalición Canaria— aprueba la reforma del Reglamento para la implantación de las lenguas cooficiales. Con el fracaso de la investidura de Feijóo asumido por prácticamente todos, está por ver si Sánchez obtiene todos los apoyos que ha ido amasando de cara a la suya.

En el entorno del partido insisten en "esperar a que pase la investidura de Feijóo". Sin embargo, parece difícil no leer los éxitos progresistas durante este verano como una especie de ensayo para el gran acto final.

Ensayo, especialmente, en lo referente a las negociaciones. Durante esta semana y en conversación con Público, una fuente cercana a la dirección del PSOE definía la negociación que se producirá para la ley de amnistía con una palabra: "Multijugador". ¿Qué quiere decir? Que intervendrán en ellas muchos actores, que muchas partes tendrán que ponerse de acuerdo, que no es cosa solo de Sánchez y Puigdemont.

Si uno echa para atrás el carrete, la fotografía del 28 de agosto, cuando la Mesa del Congreso abrió la puerta a los grupos propios de Junts per Catalunya y Esquerra Republicana —ha llovido— encaja eso de entender las negociaciones como "una partida multijugador". Sumar prestó diputados a Esquerra Republicana. El PSOE, a JxCat. A todas luces, un juego a varias bandas que culminó en acuerdo.

También ha habido aproximaciones con los papeles cambiados. Díaz se reunió con Puigdemont el 4 de septiembre y el propio Puigdemont ha agradecido, esta misma semana, el esfuerzo del ministro de Exteriores en funciones, el socialista José Manuel Albares para que se incluya el catalán en las instituciones de la Unión Europea. El entorno de la Moncloa lo resume así: "A todas las partes les interesa la investidura".

Crónica de una investidura fallida

Pero antes de todo eso, Feijóo tendrá su momento. Su camino hasta el debate de investidura de la semana que viene se ha descrito de muchas formas. 'Vía crucis' se ha llevado la palma. Lo cierto es que ha tenido pocas reuniones. Una de las últimas —por teléfono— ha sido con un socialista, Emiliano García-Page. Todo apunta a una investidura fallida, los números son los números. Pero el popular no renuncia a defender sus principios ante la Cámara. Lo quiere hacer. Ante los medios, lo ha definido como "imprescindible".

También en declaraciones públicas, Feijóo ha colocado una nube negra sobre las instituciones españolas. Ha sugerido que el Partido Socialista no las respeta. "Es la primera vez que una ley entra en vigor antes de ser aprobada", ha señalado, en referencia a que, durante las sesiones plenarias de esta semana ya se han podido usar las lenguas cooficiales a pesar de que lo que se ha debatido y votado es la reforma de la norma.

El PSOE defiende su actuación

Sin embargo, fuentes del Partido Socialista a las que ha tenido acceso Público defienden su gestión y desmienten que una ley "haya entrado en vigor" antes de tiempo. "La presidenta del Congreso tiene potestad, según el reglamento, para flexibilizar el uso de las lenguas", exponen. "Además", continúan, "la Mesa del Congreso también llegó a un acuerdo para fortalecer la voluntad de presidencia".

Se refieren a que la vía de la reforma reglamentaria y la vía de la flexibilización lingüística, amparada, esta última, en el artículo 32.2 del Reglamento del Congreso (como cualquier otra cuestión que se pueda someter a interpretación porque no la recoge el texto reglamentario), no tienen nada que ver. "De hecho", rematan, "si hoy no se llega a aprobar la modificación del Reglamento, se mantendría la 'doctrina Armengol'", como apodan al nuevo paradigma lingüístico.

La cuestión es que sí se ha aprobado y que este nuevo hito dibuja, como ya ocurrió en la constitución en las Cortes Generales, una mayoría que Sánchez pretende para su investidura. Pero todavía es pronto. Las negociaciones de altos vuelos, y ahí coinciden todas las fuentes consultadas, empezarán más allá del 29 de septiembre, cuando la Cámara ya haya decidido sobre Alberto Núñez Feijóo.

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