Martínez Gorriarán defiende a Rosa Díez de las acusaciones de autoritarismo
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El portavoz de UPyD en el Congreso se ha atribuido este martes un nuevo cargo: el de defensor de la líder de la formación magenta, Rosa Díez, frente a los ataques internos que recibe cada vez con más intensidad entre quienes la acusan de ser una capitana "autoritaria". "Esto debe de ser la peor dictadura del mundo porque no para de haber gente que nos lleva la contraria en público", ironizó Carlos Martínez Gorriarán.
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Sus declaraciones llegan justo un día después de que el sustituto de Francisco Sosa Wagner —que cesó su militancia en el partido después de que Díez le destituyera como portavoz en favor de Maite Pagazaurtundúa— en el Parlamento Europeo arremetiera también contra Díez, acusándola de llevar el partido "a la catástrofe". Enrique Calvet, que ocupaba el quinto puesto en la lista de las pasadas elecciones europeas, ya se había pronunciado duramente en contra de la dirección actual tras "el descalabro político" del 25-M, cuando UPyD perdió 100.000 votos respecto a las generales de 2011.
Calvet pidió "un congreso extraordinario urgente" que sirviera como "trampolín" hacia una "regeneración urgente" de la formación ya que, en su opinón, Díez estaba convirtiendo el partido "en uno más de la casta". De la misma opinión es el también eurodiputado Fernando Maura, que se posicionó a favor de Sosa Wagner cuando éste lamentó que le vetaran con "métodos autoritarios" por haber propuesto un pacto con Ciudadanos.
No obstante, tanto Maura como Calvet consideran que es necesario combatir estas actitudes que le reprochan a Díez desde dentro, así como seguir trabajando en favor de la regeneración democrática desde las instituciones europeas. Por ello ambos mantienen su acta de eurodiputados como miembros de UPyD, a pesar de formar parte de la corriente crítica con la dirección del "partido de Rosa Díez".
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A ese lado de la formación pertenecieron también uno de los fundadores del partido, Mikel Buesa, que dimitió en 2009 también entre reproches de "autoritarismo" a Rosa Díez; o, recientemente, las decenas de miembros de la formación que han protagonizado una sonora desbandada en distintos territorios. Es el caso del ya excoordinador de UPyD en la Comunidad Valenciana, Alexis Marí, que dimitió la semana pasada; o de quienes han ido abandonando el color magenta a lo largo del último año como José Canedo, en Galicia; Nicolás de Miguel, en el País Vasco; o Diego Salas, en Santander. Todos ellos, partidarios de confluir con el partido que lidera Albert Rivera, se quejaron también de la "pasividad" de la dirección nacional y del "excesivo personalismo" ejercido por Díez.
Del otro lado, los diputados Irene Lozano, Toni Cantó o el propio Martínez Gorriarán se encuentran entre los defensores de la líder de UPyD. Lozano consideró "mequinas" las críticas de Wagner a Díez y arremetió contra él por no haberlas expresado en un debate interno, nueve meses antes de los comicios. "¿Cuándo encarnabas un espíritu libre y valiente? ¿Antes de las elecciones, o ahora que tienes tu plan quinquenal?", le afeó en una Carta a Paco.
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Para Cantó, que reconoce que tanto Sosa Wagner como "la dirección" han cometido errores", el "personalismo" del primero empaña "la labor de los afiliados que llevan muchos años dedicándose al partido sin cobrar un duro". También considera una "deslealtad" que el ya exeurodiputado apoyara a Jean-Claude Juncker y a Miguel Arias Cañete como dirigentes de la Comisión Europea —en contra de lo que quería el partido en Madrid— y que no tuviera el valor de "decirle las cosas a la cara y no a través de la prensa".
Y Gorriarán, por su parte, tras llamar "traidor" a Wagner, dice que estudiarán ahora las declaraciones de Calvet, pero ironiza sobre la democracia interna del partido para dar la cara por Díez: "Esto debe de ser la peor dictadura del mundo porque no para de haber gente que nos lleva la contraria en público", zanjó.