Marlaska se aferra a su versión sobre Melilla pese a las pruebas: "No hubo ningún hecho trágico en suelo español"
El ministro acusa de "grave irresponsabilidad" a quienes afirman que hubo muertes en suelo español y que se negó la asistencia sanitaria a los migrantes. Justifica en la violencia de los refugiados la imposibilidad de que pudieran pedir asilo.
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madrid, Actualizado:
"La verdad no va a cambiar por más comparecencias que realice", ha asegurado el Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, durante su comparecencia de este miércoles en el Congreso para responder de nuevo sobre la tragedia de Melilla. Sus explicaciones no han variado nada desde el pasado septiembre, las ha dado sin ningún miembro del Gobierno acompañándole en el hemiciclo y con todos los grupos en contra salvo el socialista y, en parte, Vox.
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El ministro se aferra a su versión de los hechos e incluso ha acusado de "grave irresponsabilidad" a quienes afirman que hubo fallecidos en territorio español o que no se hubiera prestado atención médica a los heridos durante el intento de salto a la valla de Melilla del pasado 24 de junio, en el que murieron al menos 23 personas. No ha dado espacio a la autocrítica ni ha variado su visión a pesar de las nuevas imágenes reveladas por Lighthouse Report en colaboración con grandes medios internacionales, entre ellos El País.
Estas investigaciones confirman que al menos uno de los refugiados murió en el lado español del paso fronterizo durante la avalancha en las puertas de acceso que los migrantes lograron forzar. También que agentes marroquíes arrastraron cuerpos desde la zona de actuación española, y que no se prestó atención sanitaria a los migrantes en los momentos más críticos.
Pero Marlaska insiste, sin aludir a la publicación, en que se trata de "acusaciones falsas basadas en conjeturas", de "especulaciones" o "insinuaciones". Responsabiliza a quien usa estas informaciones para atacarle, sobre todo al PP, pero también a otros diputados que ponen en duda su versión de los hechos. "No se guíen solo por los artículos periodísticos. Está la investigación de la Fiscalía", ha confiado el titular de Interior.
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En su relato, los acontecimientos suceden en "Nador" y vuelve a insistir en que "no hubo ningún hecho trágico en suelo español", es más, "no hubo que lamentar ninguna pérdida de vida humana en territorio nacional", ha dicho. Y ha repetido los argumentos que ya dio el pasado 21 de septiembre en su primera comparecencia. Se trata de "una agresión a nuestro perímetro fronterizo desde territorio marroquí", y los agentes españoles reaccionan de manera "absolutamente rigurosa, templada y profesional". Incide nuevamente en que hubo 55 agentes heridos, dos de ellos de gravedad, y cuantiosos daños a vehículos por parte de un grupo de migrantes de alrededor de 1.700 armados con palos y piedras, pero también con hachas, mazas y radiales para forzar las verjas.
"Se cumplió de forma plena con la legalidad", ha asegurado Marlaska, que justifica en la extrema violencia empleada por los refugiados no solo la respuesta policial, sino también las 470 devoluciones en caliente efectuadas. "Esta no es la forma de entrar. La violencia está excluida en cualquier momento y lugar", ha dicho para justificar que estas personas, procedentes de Sudán en su mayoría, fueran retornadas a Marruecos sin posibilidad de pedir protección internacional, a lo que tenían derecho. "Ley de Asilo no permite pedirlo entrando por la fuerza", apostillaba.
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"España, no tengan ninguna duda, es un país de acogida para cualquier solicitante de asilo que llame a sus puertas, pero no puede permitir que nadie intente derribarlas a patadas", ha aseverado para justificar la devoluciones, consideradas ilegales por el Defensor del Pueblo.
También ha negado que hubiera omisión de socorro a los migrantes, aunque sí reconoce que los equipos allí desplazados estaban "obviamente protegidos" ante la violencia que se vivía y que no pudieron atender a los heridos durante los peores momentos por su propia seguridad.
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"El embudo no fue en zona española"
No hay dudas para el ministro de que todo pasa en Marruecos. De hecho insiste en que los límites entre ambos países están "muy claros desde hace 30 años". Aunque lo cierto es que los tratados internacionales no le dan la razón. De hecho, la SER publicaban este miércoles que la parcela del puesto fronterizo del Barrio Chino, donde ocurre la tragedia, es propiedad del Ministerio de Transportes español. Han sido varios los diputados que le han pedido que ubique claramente en el mapa dónde empieza y termina la responsabilidad española, aunque se ha zafado de responder en todas sus intervenciones.
"Parece que hay un interés que en haya un muerto en zona española", afirma Marlaska
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Según el ministro, el embudo mortal de personas se forma en la verja que da acceso a la zona de autoridad española. "Nadie lo ha negado. Pero el embudo no fue en la zona española. Parece que hay un interés que en haya un muerto en zona española, no se qué por qué razón", ha aseverado.
Y sobre todo ha hecho gala de la "transparencia" con la que su ministerio ha trabajado. Aunque lo cierto es que han tenido que pasar cinco meses para que los diputados pudieran ver la imágenes grabadas por la Guardia Civil. Aun así ha recordado todas las veces que ha comparecido ante el Congreso y ante la prensa para repetir siempre lo mismo.
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A lo que no ha hecho alusión en ningún momento el ministro es a la actuación de la fuerzas de seguridad marroquíes, a las que se ve en los vídeos golpeando en el suelo a migrantes ya heridos o lanzándoles piedras. O trasladando cuerpos de migrantes heridos o inconscientes en el paso fronterizo. No ha convencido a casi nadie y la mayoría de los diputados le han recriminado que no responda a las preguntas que le han formulado.
La más crítica ha sido la portavoz del PP, Ana Belén Vázquez, que ha pedido su dimisión por "mentir", por los pocos efectivos de la Guardia Civil desplegados en Melilla y por ocultar que hubo muertos en suelo español.
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A único diputado que no le ha preocupado lo que ocurriera ha sido a Ortega Smith (VOX), que también ha incidido en la violencia de los migrantes. "Y si hubiera un muerto en suelo español, ¿qué?", se ha preguntado, recordando que los agentes han actuados dentro del uso legítimo de la fuerza ante un ataque a la fronteras.
Desde Unidas Podemos, Enrique Santiago ha rebajado el tono contra el ministro a pesar de que da por seguro que hubo al menos un muerto en suelo español. Sí ha criticado que faltó atención médica y, sobre todo, que no hay forma de que la población subsahariana pueda pedir asilo en Ceuta y Melilla sin enfrentarse a situaciones similares. Por ello ha urgido a modificaciones legislativas, porque los refugiados "no eran delincuentes" sino "personas desesperadas".
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Otros grupos como ERC, EH Bildu, PNV o Junts también han salido decepcionados con las explicaciones de Marlaska. "Si las personas fallecidas hubieran sido blancas, hoy no sería ministro", le ha dicho María Dantas (ERC). Han lamentado que ninguna de las cámaras pudieran grabar lo que ocurría en el paso fronterizo a pesar de que podían haberse enfocado ahí y, sobre todo, han mostrado sus dudas sobre dónde empieza España y acaba Marruecos según la visión del Ministro.
La sesión, aunque esperada, no ha servido para arrojar más luz en los hechos más graves y trágicos sucedidos en una frontera europea en la historia reciente.