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Marcos Ana recuerda su gira por Sudamérica de 1963 en su 96 cumpleaños

Homenaje carcelario a Miguel Hernández

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Marcos Ana junto a uno de los estudiantes que le invitó a dar un recital en Argentina el 23 de septiembre de 1963.- PATRICIA CAMPELO

MADRID.- Leían sus versos que salían de España en tubos de pasta dentífrica y, desde París, se exportaban editados a medio mundo. Jóvenes universitarios argentinos de la década de los años 60 situaron en la figura del poeta Fernando Macarro (Salamanca, 1920) a su principal referente intelectual gracias a recopilatorios como Poemas de la prisión y de la vida. Tal devoción llevó a tres estudiantes de Medicina a invitar al ex preso político del franquismo a un recital público en el aula magna de la facultad, el 23 de septiembre de 1963. Sobre él sabían que había resistido 23 años en cárceles de la dictadura, más tiempo que ningún otro, que su alias se formaba con los nombres de su padre, Marcos, y de su madre, Ana, y consideraban la lucha por la República que el poeta encarnaba como “un hecho fundamental” en su ideario político.

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“Qué bien estás. Recuperaste los años que te robaron”, le expresa Efrón a Marcos Ana tras el reencuentro. “La verdadera edad es la que se ejerce”, le responde el poeta, que asomaba minutos antes por el restaurante con una ‘ushanka’, o gorro ruso, sobre su cabeza despejada y una bufanda con los colores de la bandera republicana.

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“Qué bien estás. Recuperaste los años que te robaron”, le expresa Efrón a Marcos Ana tras el reencuentro.

Conectados por el hilo invisible de la memoria, el anecdotario les sitúa en el Buenos Aires de septiembre del 63. “Les hablé de lo que había significado para mí la cárcel, que había sido como una universidad, dedicando tiempo a estudiar, o en comisiones de clandestinidad y con una voluntad de hierro”, detalla Marcos Ana, cuyo periplo carcelario discurrió por las prisiones de Porlier, Ocaña y Burgos, con dos condenas a muerte, más tarde conmutadas, después de que el franquismo le atribuyera los asesinatos de tres personas en Alcalá de Henares.

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Marcos Ana junto a Ascensión Mendieta.- PATRICIA CAMPELO

Homenaje carcelario a Miguel Hernández

“También nos contaste lo del concierto de homenaje a Miguel Hernández”, le apunta Efrón sobre una improvisada función posibilitada en parte por la apatía de los guardias de las prisiones de Franco. “Cuenta cómo hacíais la música”, le insiste. A lo que Marcos Ana revive: “Pese a la vigilancia, teníamos una vida política intensa, e hicimos varios homenajes, entre ellos, el de Miguel Hernández. Construimos un escenario sobre el que aparecía, como decía Neruda, ‘el fuego azul de la poesía’. Y partíamos en trozos los palos de las escobas, que eran huecos, y así hacíamos las flautas”.

Chile, Argentina, Paraguay y Urugay fueron los países que visitó Marcos Ana en su gira del otoño del 63

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Junto a la música y la poesía, sólo se escuchaban las alertas de los centinelas, recuerda el salmantino sobre una especie de pose que tomaban estos trabajadores de prisiones. “Les oías decir ‘alerta 1, alerta 2…’, y así toda la noche desde las garitas del recinto. Lo hacían para que el sargento de guardia supiera que no se había dormido ninguno ni había incidentes”. En ese ambiente, considera hoy Marcos Ana que hacían “milagros”, como la tertulia política que fundó, ‘La aldaba’.

La publicidad franquista que llenó el Luna Park

Chile, Argentina, Paraguay y Urugay fueron los países que visitó Marcos Ana en su gira del otoño del 63. De Chile recordó a la ‘novia de Valparaíso’, Sara Vial, que le presentó Neruda, y la montería donde le llevó Salvador Allende.

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Un grupo fascista trató de sabotear el acto, pero varios compañeros atraparon a uno que llevaba el arma y lo entregaron a la policía”, detalla Jerez

Un poemario con la paloma de Picasso en la portada fue publicado en aquella época, con motivo de la visita del poeta a Buenos Aires. También hubo episodios grises, como el intento de atentado. “Un grupo fascista trató de sabotear el acto, pero varios compañeros atraparon a uno que llevaba el arma y lo entregaron a la policía”, detalla Jerez.

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