La marcha de Carmen Crespo, consejera andaluza de Agricultura, al Parlamento Europeo –irá en puestos fuertes en las listas del PP, según recoge Europa Press– obliga a Juan Manuel Moreno Bonilla (PP) a acometer como mínimo un cambio al frente de un departamento clave en la Comunidad Autónoma.

En este caso, según las fuentes consultadas, la idea de Moreno y de la dirección del PP andaluz era demostrar mando e influencia y colocar en las listas a personas de su confianza, más allá del exalcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, según las fuentes consultadas por Público.

Además, para el campo andaluz son claves las políticas europeas, por lo que alguien que conoce la problemática, puede ser útil para los intereses del PP andaluz. Además, la propia Crespo, según las fuentes, no veía mal la propuesta después de más de un lustro como consejera de Agricultura. La llamada de Europa es también, para muchos dirigentes, una golosina política.

Estabilidad

Moreno es poco amigo de las crisis de Gobierno y más en el contexto que vive, con el viento a favor de las encuestas y con mayoría absoluta. De hecho, el presidente andaluz busca lo contrario: le gusta y vende la carta de la estabilidad como un factor de equilibrio. Nadie espera, por tanto, nada en este momento más allá de un cambio por arriba en la consejería.

Así sucedió, por ejemplo, cuando la exconsejera de Fomento Marifrán Carazo dejó el departamento para liderar la candidatura del PP en Granada. Moreno se limitó a nombrar una nueva consejera, Rocío Díaz.

Crespo proviene de Almería y es un peso pesado en el partido: cuenta con poder propio. Antes de la llegada del PP a San Telmo, Crespo fue portavoz en el Parlamento andaluz y delegada del Gobierno en Andalucía durante parte del mandato de Mariano Rajoy.