Lobato preguntó a la asesora de Moncloa cómo había conseguido el correo filtrado: "Porque llega, lo tienen los medios"
Los 'whatsapp' de Juan Lobato con Pilar Sánchez Acera desvelan las precauciones del exsecretario general de los socialistas madrileños para exhibir el correo con la confesión del novio de Ayuso.
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madrid, Actualizado:
"Todo contestado, acreditado", ha dicho Juan Lobato, exsecretario general de los socialistas madrileños, a la salida del Tribunal Supremo, donde ha declarado esta mañana como testigo en la causa contra el fiscal general del Estado por la filtración del correo del novio de Ayuso confesando delitos fiscales.
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Lobato ha permanecido una hora y media ante el juez instructor, Ángel Hurtado, y tras la declaración, el recién dimitido líder del PSOE de Madrid ha entregado su móvil y el acta notarial donde dejó constancia del intercambio de mensajes con Pilar Sánchez Acera, por entonces, asesora en La Moncloa, en los que esta le entregó el correo con la confesión del novio de Ayuso, Alberto González Amador.
Juan Lobato recibió pasadas las 8 de la mañana del 14 de marzo pasado una serie de mensajes de Pilar Sánchez Acera, por entonces, mano derecha del jefe de gabinete de presidencia del Gobierno, Óscar López. En ellos iba el correo con la confesión de Alberto González Amador, pareja de Díaz Ayuso, como autor de un doble delito fiscal.
Lobato preguntó a Sánchez Acera cómo se había conseguido ese documento, a lo que ella contestó: "Porque llega, la tienen los medios", según consta en el acta notarial de Lobato, que ha entregado este viernes en el Supremo.
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"La necesito diciendo de dónde la saco, porque si no parece que me la ha dado Fiscalía", le comunica, cauto, Lobato. Finalmente, este acudió el pasado 6 de noviembre a una notaría para dejar constancia de los mensajes con Sánchez Acera, aunque habían pasado ocho meses desde que se produjeron, lo que ha provocado una fuerte polémica.
Pilar Sánchez Acera le instó a exhibir el correo en el pleno de la Asamblea de Madrid, convocado dos horas después, no sin antes advertirle de que había que tener "cuidado con los datos personales".
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Una dimisión forzada
Juan Lobato dimitió hace dos días por el escándalo generado al conocerse que llevó a un notario dichos mensajes con Pilar Sánchez Acera, en la actualidad, directora de gabinete de Óscar Puente, ministro de Función Pública, para dejar constancia de los mismos, en el contexto de la imputación de Álvaro García Ortiz, fiscal general del Estado, por la filtración de un correo entre el abogado de la pareja de la presidenta Ayuso y la Fiscalía de Delitos Económicos de Madrid.
En aquel mensaje, que acabó filtrado a los medios, el letrado de Alberto González Amador, pareja de Ayuso, reconocía en nombre de su cliente dos delitos fiscales, admitiendo el fraude que le atribuía Hacienda, de 350.000 euros.
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Lobato niega que el correo le llegara ni a él ni a Pilar Sánchez Acera por vía de la Fiscalía, que es lo que se investiga en el Supremo, que mantiene imputado al fiscal general y a la fiscal jefa de Madrid por revelación de secretos.
Hay que recordar que Lobato no fue el primero en enseñar públicamente el correo y que la noche del 13 de marzo pasado varios medios se hicieron eco de la existencia de un 'mail' con la confesión del novio de Ayuso.
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La mañana del 14 de marzo, cuando la asesora de La Moncloa instó por mensaje a Lobato a que enseñara el correo, que le había enviado previamente, en el pleno de la Asamblea de Madrid, un digital publicó el contenido del correo, con la captura del mismo; por lo que Lobato no fue el primero en enseñar el correo, con información secreta, por tratarse de una investigación de la Fiscalía y de la Agencia Tributaria.