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Lluís Llach: "Ni la ANC ni yo hemos defendido nunca una lista única independentista"

Entrevista a Lluís Llach en la sede de Barcelona de la Assemblea Nacional Catalana. — Jan Mompin / ANC

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madrid,

Lluís Llach (Girona, 1948) es músico, cantautor y recientemente ha sido nombrado presidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC). Llach obtuvo finalmente el pasado 1 de junio la mayoría de dos tercios necesaria para asumir el cargo y relevar a Dolors Feliu. Contrario a la lista cívica que la anterior dirección defendía, Llach asegura que su voluntad es que los partidos "se pongan de acuerdo para formar un gobierno de renacionalización catalana y que avance hacia la independencia".

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De hecho, apunta que "solo propondría una lista cívica el día que termine la Assemblea", como un "acto final", y niega haber defendido una lista única independentista. Llach ignora las voces críticas que dicen que la ANC puede convertirse en un satélite de Junts, pero advierte de que "está en contra de la proclamación de Illa como presidente de la Generalitat" y que no renuncia a la figura de Puigdemont "como una herramienta para lograr la independencia".

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Ahora que se ha renovado el órgano directivo de la ANC, ¿qué dirección estratégica cree que debe tomar la entidad?

Estamos en una fase de definición de nuestra hoja de ruta. Ahora empezamos a estudiar los documentos de estrategia y quisiéramos aprobarlos antes de fin de año. En todo caso, pienso que la Assemblea debe encontrar respuestas a las cosas que suceden cada día, además de la preparación y la adaptación de la nueva dirección. Se acaban de conformar las comisiones y ahora comienzan a funcionar.

¿El 11 de septiembre todavía no habrá una hoja de ruta definida?

Tenemos una especie de hoja de ruta provisional, donde hay unos puntos más básicos que está definiendo una comisión de estrategia, precisamente.

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¿En qué consisten estos puntos básicos?

Las cosas más evidentes que todo el mundo sabe. Nosotros somos una entidad que tiene como único objetivo la independencia. Por lo tanto, nuestras tácticas y estrategias siempre van en relación con eso. Además, la Assemblea está definitivamente en contra de la proclamación de Illa como presidente de la Generalitat y preferimos, de lejos, la formación de un gobierno independentista, ya sea ahora o el 13 de octubre. También estamos restableciendo contactos con otras entidades. Solo nos falta una, con la cual nos reuniremos el próximo jueves. He hablado con el presidente de la AMI (Associació de Municipis per la Independència), con Xavier Antich (presidente de Òmnium Cultural), con Toni Castellà, que es el representante del Consell de la República.

Lluís Llach interviene al final de la manifestación de la Diada de 11 de septiembre de 2023. — Jordi Borràs / ACN

¿Está costando restablecer puentes con alguna entidad en particular?

"No podemos imitar precisamente lo que criticamos"

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Sinceramente, no. Después de estos años y del retroceso que hemos sufrido, todo el mundo está muy escarmentado. Dentro de las entidades se ha llegado a la conclusión de que no podemos imitar precisamente lo que criticamos, que es la desunión de los partidos políticos. Los encuentros han sido de colaboración. En la preparación del 11 de septiembre, sin dejar de ser la Assemblea quien proponga el acto, queremos que sea coral. Lo hacemos por la convicción de que sin colaboración no vamos a ninguna parte.

Usted fue elegido presidente después de dos votaciones muy ajustadas, un síntoma de división interna en la entidad. ¿Todavía se mantienen estas diferencias?

Mi posición era la de no continuar con la lista cívica. Entiendo que hubiera resentimiento porque había gente que, de manera legítima, había estado luchando dos años por eso y, de repente, apareció un señor conocido. El "no" también fue un correctivo para mí, me sirvió para entender que las cosas se tienen que sudar.

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Dicho esto, la gran ventaja de la Assemblea es que cuando se empiezan a montar los mecanismos funcionales, la gente se pone manos a la obra. Una vez que la misma Assemblea desautoriza la lista cívica y nos ponemos a trabajar, la gente no tiene tiempo para esas discusiones. Costó mucho elegir los cargos del Secretariado Nacional, pero una vez elegidos, la gente entiende que o dimite o se implica.

Hemos separado territorio y movilización. Será trascendente porque creemos que la ANC debe reconectar con muchas asambleas de base que se sentían desmotivadas. Hemos colocado como encargado de las acciones en el territorio a Jordi Pesarrodona, que es una persona que escucha mucho y con gran capacidad comunicativa. En esta nueva etapa es muy importante la bidireccionalidad entre base y cúpula, si es que se puede llamar así. Las historias de hace un mes ahora mismo me parecen lejanas. Colaboro y trabajo con gente que dijo "no" una docena de veces.

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¿Es difícil llegar a consensos con las personas que reiteradamente le decían que "no"?

Para mí no. No quisiera parecer más pedante de lo que ya soy, pero los egos no me impresionan en absoluto. Al contrario. A la larga se sabrá, estoy colaborando con gente que no solo no me votó, sino que competíamos.

Retomando la cuestión de la lista cívica, la anterior dirección defendía que la ANC tuviera una participación directa en las elecciones al Parlament, pero las mismas bases de la entidad tumbaron la propuesta. ¿Está completamente descartada?

Mientras sea presidente, procuraré que no entre en la hoja de ruta. No por llevar la contraria, sino porque considero que es un error.

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¿Por qué?

La presidenta Dolors (Feliu) me propuso hace un par de años encabezar la lista. Yo ya le dije que no. Era muy arriesgado hacer la lista cívica sin poner en peligro a la misma Assemblea. En un momento tan difícil de desafección, intentaron reactivar y dar a la entidad un protagonismo que era difícil de tener.

Si te soy sincero, solo propondría la lista cívica el día que termine la ANC. Es el acto final. Aunque influya mucho políticamente, la Assemblea debe ser independiente de toda organización política electoral, porque le quita automáticamente la necesaria transversalidad para hacer su papel de verdad. Por tanto, mientras yo la pueda evitar, la evitaré. De todas maneras, hay un mandato de las bases, así que ni se planteará.

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El músico y miembro del Consell de la República, Lluís Llach (i), durante una concentración por la libertad de Julian Assange a 15 de septiembre de 2023, en Barcelona, Catalunya. — David Zorrakino / EUROPAPRESS

Entonces, ¿qué relación debe tener la ANC con los partidos?

"Es evidente que el independentismo ha perdido muchos votos"

Añadiré algo: solo estoy en contra de que la lista cívica la haga la Assemblea. Si cualquier otro grupo de personas quiere hacerla, adelante. Es evidente que el independentismo ha perdido muchos votos, pero si hay alguna cuarta lista que hace que la ciudadanía se sienta identificada, es casi un deber democrático. Ahora bien, que no se haga desde la ANC. Si esa lista llega al Parlament, nosotros la trataremos con la misma contundencia y fraternidad que a los otros partidos en el camino hacia la independencia.

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Se ha instalado la idea de que los partidos son los enemigos del independentismo, pero no lo son, aunque se les critique por no haberlo hecho bien.

Enemigos no sé, pero gran parte del electorado independentista ha optado por la abstención porque estaba descontento con cómo han actuado.

Seguramente no lo han hecho bien. Eso está clarísimo. Pero de ahí a convertir a nuestros aliados institucionales a largo plazo en enemigos... Si algún día hacemos una DUI (Declaración Unilateral de Independencia), ¿quién la firmará? Debemos ser críticos y, al mismo tiempo, entender qué necesitamos. En el equilibrio de intereses y egoísmos debemos saber convivir y actuar.

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A los partidos les es mucho más difícil actuar a la ligera si detrás tienen a un conjunto de entidades cívicas, las más poderosas del país ―la AMI, la Intersindical, Plataforma per la Llengua, los CDR, Òmnium Cultural―, que no si nos vamos peleando. Primero hay que hacer una estrategia lo más común posible desde las diferencias de caracterización, aceptar los inconvenientes tácticos como una estrategia global y no caer en lo que ya se cayó, cuando casi no se podía hablar sin intermediarios que pusieran paz.

¿Cómo responde a las críticas que afirman que la ANC se está convirtiendo en un satélite de Junts, teniendo en cuenta la visión transversal que debería tener del independentismo?

Lo entiendo porque hay una figura que distorsiona el panorama político catalán, que es el presidente en el exilio. Mucha gente que no hemos votado nunca (o casi nunca) a Junts, nos encontramos con una figura que no solo es un símbolo, sino que es un hecho contundente en la normalidad del país. Como yo no tengo ninguna tarjeta y siempre he mostrado respeto hacia esta figura histórica, la gente ha pensado que mi inclinación es hacia Junts.

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Ideológicamente, nunca he votado a Junts. En cambio, he votado a Esquerra Republicana. La falta de tarjeta en este país, es decir, ir por libre, hace que un día me digan que soy de un partido y otro día del otro. Los que me critican, que sigan haciéndolo, porque no pienso renunciar a esta figura (Carles Puigdemont) como una herramienta más para lograr la independencia.

¿Hablamos solo de Puigdemont, no de Junts?

A ver, sin un centroderecha independentista fuerte no lograremos la independencia.

¿Entonces no fue un error decir públicamente que votaría a Toni Comín (Junts) en las elecciones europeas?

Me gustaría que nos pudiéramos dedicar de una manera lateral a la política y dar salida a sentimientos humanos. Gemma Nierga (periodista del programa Cafè d'Idees, de RTVE), que nos conocemos desde pequeños, me preguntó y a mí no se me ocurrió otra cosa que decir que votaría a Toni Comín. Pero en la misma entrevista dije que era una persona que había vivido la muerte de su madre y de su hermano en Bélgica. Es amigo desde hace muchos años y dije que lo votaría por humanismo.

En un momento de gran desmovilización del independentismo, ¿qué papel debe jugar la ANC para reactivar el movimiento?

Debemos reencontrarnos con la gente que está en casa y que dice que le avisen cuando "vaya en serio". Me gusta decir siempre lo mismo: va tan en serio que casi ya no tenemos tiempo de avisarte. O te levantas y nos ponemos todos a trabajar o se desmoronará entre los dedos. Tienes que hacerlo solo, nadie vendrá a buscarte. Solo te avisamos de que te necesitamos para renacionalizar el país.

"La independencia no es solo una bandera"

En estos últimos años, todos los ámbitos convivenciales nacionales, desde la lengua hasta todas las estructuras de convivencia, se están viendo afectadas. Nos quedamos sin nación y por eso queremos hacer una campaña muy fuerte de alarma para decir que la independencia no es solo una bandera. Nosotros debemos luchar denunciando todas las consecuencias de la dependencia.

El robo de 20-22.000 millones de euros de bienes estructurales del país durante años, que incluso el (economista Santiago Niño) Becerra ya no sabe ni multiplicar, significa un empobrecimiento de las estructuras que permiten la convivencia social, lo cual se traduce en la muerte nacional del país. La independencia debe empezar por los trenes. Si esto no nos hace reaccionar... Y también hablamos de maestros y de barracones, de lengua. Este es el trabajo que debemos hacer y la Assemblea debe luchar por las cosas del día a día y para reconstruir la convivencia nacional.

¿Cree que se podrá investir a un presidente antes del 26 de agosto? ¿Qué ERC pactará con el PSC? ¿Cuáles son sus previsiones?

Creo que si ERC pacta con el PSC será un suicidio absoluto para ellos. En un momento en que precisamente deben hacer su reestructuración y entender cuál es su esencia política para tener un papel en la sociedad catalana, pactar me parecería un error. Esquerra debe ser el centroizquierda independentista catalán y es absolutamente necesario, como el centroderecha.

En caso de que no haya presidente, habrá repetición electoral. ¿Usted se posiciona a favor de una lista única independentista?

No, no. Ni la ANC ni yo hemos defendido nunca eso. Si lo has leído en algún lugar, no es verdad. Nosotros defendemos que las fuerzas independentistas se pongan de acuerdo para formar gobierno. Si lo quieren hacer cada uno marcando paquete, lo cual normalmente no les da mucha solución, o quieren hacer una plataforma conjunta y cada uno con sus personalidades, que lo hagan. Si quieren hacer un nuevo Junts pel Sí, es su problema, no el nuestro.

¿Afirma categóricamente que usted nunca ha dicho que quiere una lista única? En la prensa se ha dicho que sí.

Nunca lo hemos dicho, solo que los partidos se pongan de acuerdo. Yo particularmente estoy en contra de la lista única.

¿En contra?

No, en contra no. Sea cual sea la opción, que ellos calculen cuál es la opción más rentable y que cuando llegue el momento, planteen soluciones. Pero ahora nosotros lo que queremos es que los partidos se pongan de acuerdo y que tengan el objetivo de hacer un gobierno de renacionalización catalana y que vaya hacia la independencia.

Con la Mesa del Parlament parece que lo han conseguido, pero hay desavenencias entre Junts y ERC, y la CUP no concuerda con las políticas de los postconvergentes. ¿Será posible un entendimiento?

"La sociedad no se traga cualquier cosa, cada voto es pensado"

La gente, cuando está con el agua al cuello, procura su supervivencia. Y me parece que en este momento los partidos políticos catalanes deben hacer gestos de unión para sobrevivir y por egoísmo, si quieres. La CUP debe ser un partido de Estado para sobrevivir. Si no, se van a una época muy oscura que solo habrán provocado ellos. Tenemos una sociedad que es muy activa y de la misma manera que había manifestaciones de un millón de personas, ahora hay abstenciones de un millón de personas. La sociedad no se traga cualquier cosa, cada voto es pensado.

¿Cada voto es pensado o es que los electores están hartos y huérfanos de una opción que los represente?

Estar harto es una opción política. El abstencionismo también. A mí no me gusta, pero puede ser una actitud muy cívica y reflexionada. Ponen en evidencia que en esos huecos hay una carencia. Los partidos deberían reflexionar en lugar de hacer estas definiciones tan fáciles. Si ellos no son capaces de entenderse, será un desastre el 13 de octubre si vamos a repetición electoral. Ellos pagarán muy caro la época de oscuridad absoluta que vendrá.

Los partidos independentistas a menudo apuestan por un referéndum pactado para conseguir la independencia. ¿La ANC sigue siendo partidaria de una DUI?

Nosotros somos partidarios de conseguir la independencia por la vía más rápida, que en este caso es una DUI. A partir de aquí, la política es muy voluble y cambia cada día y de repente hay oportunidades impensables. Consideramos que el 1-O es patrimonio de la historia y del país, que significa un cambio de mentalidad que no es negociable. Mucha gente se ha convertido al independentismo y muy poca gente se va aunque no voten. Somos partidarios de la DUI, pero la ANC es un elemento vivo, activo y que convive en la ciudadanía social de este país.

¿Qué balance hace de la ley de amnistía ahora que ya se ha comenzado a aplicar a varios políticos y activistas?

Si hay amnistía, no debe quedar ni un CDR en prisión. No debe ser un pacto para los políticos, sino de los políticos para la gente. En el caso del 1 de octubre y en el caso del independentismo catalán, olvidar eso sería olvidar la esencia de lo que pasó. Si la amnistía sirve para que el último CDR deje de sufrir, para que los que están en Bélgica y Ginebra puedan regresar y para que el Estado español reconozca que hizo un disparate jurídico y democrático, entonces bien.

Precisamente sirve para eso.

Sí. El Estado hizo cosas mal y es culpable de muchas cosas, pero no debemos olvidar que nosotros también. Debemos hacer autocrítica, asumir responsabilidades y espero que después de seis años hayan aprendido.

¿A qué se refiere?

Comienza una lucha muy poco coordinada entre los partidos independentistas que termina con una división de la hegemonía muy clara. Esto tiene una incidencia sobre el electorado, aunque en 2019 mantenemos la máxima participación. El mismo presidente confiesa que el día 10 (de octubre de 2017) se equivocó. Yo añadiría que el 3 y el 27 también. Junqueras se equivocó de manera persistente. Son errores y aprendizajes. El Estado español también ha aprendido y nos lo pondrá muy difícil. No pensaron que tendríamos sin medios la capacidad organizativa popular y maravillosa que tuvimos. Con la colaboración de las instituciones, claro.

Y puestos a hacer autocrítica, también a la gente de la calle. ¿Por qué nos fuimos a casa el día 3 (de octubre de 2017)? Europa se comportó fatal, España se comportó fatal. Nosotros también.

¿Es optimista con el proceso para iniciar una nueva etapa, a pesar de que sea largo y difícil?

Difícil seguro. Hay una crisis mundial que se expresa de mil maneras y un capitalismo salvaje instalado en todo el mundo. En medio de todo esto nosotros queremos lograr la independencia. Pero atención porque en estas situaciones de crisis es cuando hay oportunidades inesperadas que deben encontrarnos como un país cohesionado.

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