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Juzgan por prevaricación a la juez que quiso reabrir el 11-M

La Fiscalía pide 20 años de inhabilitación para Coro Cillám por prevaricar en el caso de la discoteca MOMA, donde colocó de administrador judicial a su novio

AGENCIAS

La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) juzgará a partir de hoy a la magistrada María del Coro Cillán García por un delito de prevaricación que habría cometido en relación a diversas decisiones que afectaron a la administración judicial de la discoteca madrileña MOMA, entre las cuales destaca que colocó a su novio como administrador y le asignó un sueldo mensual de 2.500 euros.

Coro Cillán cobró notoriedad pública cuando abrió una investigación por la posible destrucción de restos recogidos en los focos de los atentados del 11-M, causa que archivó la Audiencia de Madrid y posteriormente el Tribunal Supremo.

La Fiscalía de Madrid solicita para la magistrada la inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de veinte años. Desde el pasado mes de marzo, cuando se abrió juicio oral contra ella, está suspendida cautelarmente de funciones. El primer día de la vista está prevista la declaración de la acusada, mientras que los próximos días comparecerán diversos testigos.

En el auto de procesamiento, el TSJM apreciaba la existencia de elementos típicos del delito continuado de prevaricación. Por ejemplo, señalaba como conducta irregular que la juez implantó una administración judicial respecto a 'unos locales en los que ni consta ni se denuncia la comisión de hechos delictivos, sino una controversia entre sus titulares'.

Además, tachaba de 'escandaloso' que la juez nombrase a un administrador judicial 'sin debate ni reflexión ninguna' y por una providencia le reconociera seis días más tarde una retribución mensual de 18.000 euros.

Asimismo, recalcaba que la juez nombró para uno de los dos puestos de administrador a su propio novio, quien 'pasó a ser administrador único con una retribución mensual de dos mil quinientos euros'.

El pasado diciembre, la comisión Disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) incoó un expediente disciplinario a Coro Cillán por cuatro posibles faltas de disciplina cometidas en relación a diversas decisiones que afectaron a la administración judicial de la discoteca madrileña MOMA.

Al parecer, se encontraron indicios de que Cillán habría incurrido en 'ignorancia inexcusable en el cumplimiento de los deberes judiciales' por haber facilitado la entrada como administrador judicial de esa discoteca, durante el periodo en el que estuvo precintada, de su supuesto 'novio'.

Otra de las faltas tenía que ver con la 'desatención o el retraso injustificado' en la resolución de este asunto. También se le investigó por 'exceso o abuso de autoridad'.

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