La Justicia anula parte de la licencia que el PP concedió al Celta de Vigo para su polémica ciudad deportiva

La sección segunda del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha  confirmado la sentencia que anuló parte de la licencia concedida al Real Club Celta de Vigo para la construcción de su ciudad deportiva en el municipio de Mos, pegado a la ciudad y gobernado por el Partido Popular.

El TSXG confirma así la resolución del juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Pontevedra que el año pasado condenó al Ayuntamiento a revisar la licencia de los campos de entrenamiento del Celta y anuló la de los vestuarios. El Tribunal desestima los recursos interpuestos por el Concello y por el Celta contra la decisión judicial en primera instancia.

El nuevo líder del PP, el senador y expresidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, junto a la alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo, y el presidente del Celta, Carlos Mouriño, inauguraron el pasado 28 de noviembre la primera fase de las obras de la Cidade Deportiva Afouteza -fortaleza en gallego-. 

Se trata de un ambicioso proyecto con tres campos de fútbol, un edificio de 2.000 metros cuadrados de superficie para instalaciones deportivas y de ocio, a los que se añade un gran centro comercial de otros 180.000 metros cuadrados. Es decir el equivalente a casi treinta veces la superficie del estadio de Balaídos.

Menos de medio año después de la inauguración, el pasado 14 de junio, el juzgado estimó el recurso que interpuso la Comunidad de Montes Vecinales en Mano Común de Tameiga, afectada por el proyecto, y anuló la licencia de los vestuarios e instalaciones auxiliares de Afouteza. También ordenó la revisión del permiso para construir dos campos de entrenamiento de 16.000 metros cuadrados y un aparcamiento anexo de otros 5.500 metros.

La jueza de primera instancia consideró que las obras se ejecutaron "en unos términos ajenos a los que exigiría la normativa urbanística de aplicación", es decir la Ley del Suelo de Galicia aprobada por los gobiernos de Feijóo, sin que el Concello redactara y aprobara el preceptivo plan de dotaciones, y troceando las licencias. Es decir, como si se tratara de varios proyectos diferentes y no de una macroinstalación deportiva y comercial conjunta que requiere de una planificación urbanística más rigurosa que la que se prevé para un campo de fútbol con vestuarios y duchas.

En una sentencia firmada el pasado 12 de mayo que se hizo pública el pasado martes, el TSXG concluye que las obras de la Cidade Deportiva Afouteza exceden "de las instalaciones mínimas a que se refiere la ley", y que lo que hizo el Ayuntamiento fue autorizar "unas obras que conformarán un conjunto completo que constituye una unidad" y que "precisan de un plan especial".

Contra la sentencia cabe presentar recurso de casación ante el Tribunal Supremo, y tanto el club como el Ayuntamiento han asegurado que acudirán a esa vía. El Celta también ha indicado que considera "injustas" las resoluciones del juzgado de primera instancia y del TSXG, y que ya se está redactando el plan especial que "dará legalidad a la obra".