"Las elecciones de Castilla y León no tienen nada que ver con Andalucía. Aquí vamos a agotar la legislatura, no va a haber elecciones", dijo el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, este lunes, en plena resaca con Castilla y León. "La estabilidad cotiza al alza. El pacto en Andalucía entre PP y Ciudadanos funciona", afirmó Elías Bendodo, consejero de la presidencia y mano derecha del presidente.

De algún modo, el resultado de Castilla y León viene a reforzar la tesis mantenida hasta ahora por el presidente de la Junta, Juanma Moreno  –en cuyas exclusivas manos está la decisión de adelantar o no las elecciones andaluzas– de no tener prisa y llevar la legislatura lo más lejos que pueda, aun después de que su socio parlamentario de ultraderecha, Vox, le ha dejado sin presupuestos y, por tanto, en minoría en la Cámara.

En San Telmo, sede de la presidencia de la Junta, el escenario de un Gobierno con Vox no es precisamente el que más agrada, según las fuentes consultadas por Público. A pesar de que fue Moreno el primero que cerró un acuerdo con la ultraderecha tras las andaluzas de 2018 para garantizarse el Gobierno de la Junta, ha trabajado estos tres años para labrarse un perfil de dirigente moderado, al que no le gusta el ruido.

Las encuestas le sonríen, el PP sería por segunda vez en la historia de la autonomía el ganador de las elecciones –ya quedó en primer lugar en los comicios de 2012, pero no pudo gobernar por el pacto de cogobierno entre PSOE e IU–, pero a la vez muestran una tozuda realidad: la mayoría que dan es la misma que en Castilla y León: PP y Vox.

"Esos resultados le han quitado las ganas de adelantar elecciones, porque aquí podría pasar algo parecido. Y si Vox entra el el gobierno de Castilla y León, aquí querría también. Además una campaña ahora estaría dedicada a contestar si estas dispuesto a pactar con Vox o no, y si allí lo han hecho es muy difícil negar que se vaya a hacer aquí. Así que lo mejor sería esperar", aseguran a Público fuentes del PP.

Octubre-noviembre

Moreno ha barajado la fecha de octubre-noviembre de este año como fecha más propicia y ha mantenido que un adelanto era posible si la oposición le impedía trabajar, deslizando así la fecha de junio también. De momento, aunque está sin presupuestos y debe negociar cada norma, la actitud de Vox, aun con la ansiedad por el adelanto, no es de tierra quemada, ni tampoco la del PSOE.

El presidente no tiene la placidez de que ha gozado en otros tiempos, pero tampoco una presión insoportable de la oposición. "Toca consolidar el cambio, nos queda mucho por hacer y queremos agotar la legislatura, y queremos hacerlo como lo estamos haciendo, con el diálogo, a izquierda y derecha", afirmó Loles López, en la misma línea que Marín y Bendodo.

López añadió también que los resultados en Castilla y Léon no pueden ser extrapolables en Andalucía porque "la realidad sociológica y política" de esta comunidad es "muy distinta":  "En Andalucía hay un gobierno que está estable y encapsulado, y que está dedicado de lleno a mejorar la vida de los andaluces".