El jefe de Qanon España amenaza con cerrar el chat tras el fiasco de sus mensajes apocalípticos
El grupo de ultraderecha intenta silenciar las críticas de sus miembros, que aguardaban un "gran despertar" coincidiendo con la toma de posesión de Joe Biden como presidente de Estados Unidos. La señal que esperaban nunca llegó.
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bilbao,
Una espera larga, tensa y sin el más mínimo resultado. Un mensaje apocalíptico que se estrella contra el muro de la realidad. Un grupo de conspiracionistas de extrema derecha que este miércoles 20 de enero ha visto cómo se impone el silencio. En el incipiente movimiento Qanon España, la toma de posesión de Joe Biden como presidente de Estados Unidos ha acabado de la peor manera posible: ni ha ocurrido nada de lo que sus miembros esperaban, ni tampoco podrán pedir explicaciones al respecto.
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"Chat cerrado por y para tener paz mental. Os quedáis vosotros con las dudas", escribió minutos antes de las 19.00 el individuo que actúa bajo el seudónimo de Alpaxino. Se trata del fundador y administrador de los grupos de Telegram de Qanon en España, que suman ya más de 4.300 seguidores. Esos canales han sido, al menos hasta este miércoles, su principal vía de comunicación y contacto con quienes adherían a sus teorías conspiracionistas de extrema derecha, en las que Donald Trump ocupaba un papel central como líder de una supuesta vanguardia contra una no menos supuesta red de pederastia mundial.
"Chat cerrado hasta nuevo aviso... pasamos de vuestras paranoias y dudas... el plan sigue su curso", fue el otro mensaje dejado por Alpaxino en uno de los grupos. En España el reloj marcaba las 18.57 y en el lejano Washington ya había nuevo presidente: Joe Biden.
Pese a las promesas reiteradas una y otra vez por los líderes de este grupo –calificado como secta por distintos expertos–, no hubo ni una sola señal de ese supuesto "gran despertar" que, según la literatura de Qanon, estaba a punto de llegar.
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"Pienso que si hoy no ocurre nada y Biden es presidente la teoría de Qanon va a morir para siempre", había escrito uno de sus seguidores a primera hora de la tarde. Su mensaje llegaba entre los habituales bulos que marcan el día a día de estos grupos, mezclados con traducciones de mensajes catastróficos y amenazantes elaborados por la matriz de Qanon en Estados Unidos.
No al "debate libre"
Una de las moderadoras intentó mantener las cosas en orden, para lo cual recurrió a una práctica habitual de ese movimiento: el que cuestiona, a la calle. De hecho, durante este miércoles los administradores de uno de los grupos en Telegram silenciaron a quienes habían mostrado dudas o realizado críticas ante la ausencia de hechos comprobables sobre las teorías de Qanon.
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"Primeramente, este no es un foro de debate libre, ahí está el mal entendido. Este es un chat creado por y para seguidores de Qanons. Siempre hemos dicho que los que no crean en Q pueden salirse del chat. Yo no voy a un chat de vegetarianos a querer convencerlos de que la carne es necesaria para sobrevivir. Pues aquí igual. No es un chat para que los que no creen vengan a convencernos de que nos engañan", sentenció "Pepa" –otro de los seudónimos empleados por quienes están al frente del grupo– ante los crecientes cuestionamientos.
Tras la toma de posesión de Biden, Alpaxino decretó el cierre del grupo durante una hora. A las 20.00 volvió a permitir que sus seguidores enviasen mensajes, aunque bajo una clara advertencia: "El que no confíe en el plan tiene la puerta de salida, salgan sin dar portazo a ser posible". Por su parte, una de las moderadoras remarcó que "todo el que venga a bajar la moral será silenciado al menos 24 horas". Tras reiterar que "la verdad saldrá a la luz", precisó: "No tenemos dudas, pero no podemos especular con fechas".
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Ni rápido, ni fácil
Otra de las administradoras de Qanon España intentó tranquilizar a sus seguidores con otro mensaje. "A ver, vamos a ponernos en lo peor. Es que alguno de los que estáis aquí vais a aceptar la vida que estos globalistas nos tienen programada? Yo no, así que habrá que seguir al pie del cañón. Nadie dijo nunca que sería rápido ni fácil, pero hay que tener claro lo que uno está dispuesto a sacrificar y... lo que no. Yo no cedo mi soberanía. Eso, por encima de todo", apuntó.