La política madrileña ha dado un giro de guion en 24 horas. El gobierno de la Comunidad de Madrid, dirigido por Isabel Díaz Ayuso, iba a presentar este miércoles su primer acuerdo de presupuestos —prorrogados desde hace más de dos años— con Vox. Unos presupuestos que darían cierta estabilidad a un Ejecutivo marcado por las fuertes tensiones entre Ayuso y su vicepresidente Ignacio Aguado, de Ciudadanos, que habían conseguido aplacar en los últimos meses. Pero esas cuentas nunca verán la luz. 

La moción de censura auspiciada por PSOE y Ciudadanos en la Región de Murcia contra el Partido Popular ha servido de excusa para la presidenta madrileña para activar el botón del adelanto electoral. Un botón que ya amagó con activar el pasado año pero que la dirección del Partido Popular, encabezada por Pablo Casado, paralizó para no soliviantar a su socio de Gobierno. Cs tiene la llave de la gobernabilidad en Ejecutivos como Andalucía y Castilla y León, aunque según la dirección de Inés Arrimadas estos no corren peligro.

El anuncio de Ayuso, que ya ha cesado a todos los consejeros de Ciudadanos, ha pillado completamente desprevenido a Ignacio Aguado. Solo un día antes, el martes 9 de marzo fuentes cercanas al —ahora— exvicepresidente alejaban por completo la opción de la moción de censura y auguraban gobierno para rato. En conversación con Público decían que la coalición "no se iba a romper" porque las cosas iban "bien". "Aguantará", decían en su torno. 

Estas fuentes destacaban que Ayuso y Aguado han tenido una "buena relación personal". "Lo que pasa que cada uno defiende su visión, su partido, su estrategia", justificaban. Sin embargo sí incidían que las constantes apelaciones a la fusión o a la absorción por parte del PP respondían a una clara estrategia para aniquilarlos. Una operación que, según señalaban en Cs, también estaba propiciada por los grandes grupos mediáticos y empresariales. "No puede haber tres formaciones a la derecha del PSOE; porque entonces hay Sánchez para rato", argumentaban.

¿Qué ha pasado en estas 24 horas? A la vez que Cs registraba la moción de censura en Murcia, desde el gabinete de Díaz Ayuso planificaban su estrategia, bajo la atenta supervisión de su jefe de gabinete, el todopoderoso Miguel Ángel Rodríguez. La intención de la dirigente del PP es que las elecciones se conviertan en un "plebiscito" sobre su figura y, por ende, sobre el futuro de la derecha en este territorio. En esta ocasión la operación sí ha contado con el visto bueno de un Casado en 'shock' tras perder el gobierno de Murcia.

Ayuso ha acudido al Consejo de Gobierno, que se convoca cada semana, y allí ha anunciado su intención de romper con su socio para convocar elecciones.  Según las fuentes consultadas por Público, Aguado ha intentado disuadir a Ayuso por todos los medios. "La hemos intentado convencer, pero nada, no ha entrado en razones", señalan desde Ciudadanos. En el partido naranja creen que Ayuso se ha precipitado por completo, aunque remarcan que llevaba muchos meses buscando la "excusa perfecta" para echarles del Gobierno.

"Convocas a elecciones porque te ha llegado que va a haber una moción y es mentira. No tengo palabras para definirlo ni para disculparme ante los ciudadanos. Ven cómo se cierran sus negocios, cómo siguen en el ERTE y ahora se encuentran con una convocatoria electoral. Es demencial", ha lamentado este miércoles Aguado.

¿Adelanto electoral o moción? Se inicia una batalla judicial

La incertidumbre es palpable, lo único seguro es que se producirán cambios: o bien mediante una convocatoria electoral, como así quiere Ayuso, o gracias a una moción de censura que ya han presentado tanto el PSOE como Más Madrid. Todo parece indicar que se avecina una batalla judicial en la Comunidad de Madrid a cuenta de si las mociones de censura presentadas pueden prosperar. Así lo indican a este diario fuentes relacionadas con este asunto.

La ley 5/1990, reguladora de la facultad de disolución de la Asamblea de Madrid por el Presidente de la Comunidad, establece que la presidenta o presidente, previa deliberación del Consejo de Gobierno, y bajo su exclusiva responsabilidad, podrá acordar la disolución anticipada de la Asamblea de Madrid. Sin embargo, no podrá acordarse, según esta ley, la disolución anticipada de la Asamblea de Madrid cuando se encuentre en tramitación una moción de censura. Esta es la cuestión que deberá aclararse.

Sobre las 11:45 horas, la presidenta Díaz Ayuso ha adoptado la decisión de disolver la Asamblea de Madrid. El Decreto de disolución se registró a las 12:09. Sin embargo, la publicación de este documento en el BOCAM se producirá este jueves. Para que entre en vigor el Decreto de disolución es imprescindible que éste se publique en un Boletín Oficial. Así lo marca la ley: su eficacia y entrada en vigor depende de su publicación.

Las mociones han sido posteriores. La de Más Madrid se ha registrado minutos después de las 13:00 horas y ambas han sido admitidas a trámite por parte de la Mesa de la Asamblea de Madrid. La Mesa está presidida por Ciudadanos y la reacción de Ayuso no ha tardado en llegar: "Si la Mesa trata de impedir la disolución de la cámara incurrirá en un fraude de ley", ha advertido. "Prevaricar es marca PP", respondían desde Ciudadanos.

Ayuso y Aguado; una relación marcada por las fricciones

En la hemeroteca de su gestión quedan los titulares generados a lo largo de la pandemia, en los que Ayuso ha dejado claro en más de una ocasión que no confiaba en los que han sido, hasta ahora, sus socios de gobierno. Desde Cs se quejaban de manera recurrente de que los populares actuaban como si tuvieran mayoría absoluta, mientras que, en el lado contrario, Ignacio Aguado ejercía un papel de espectador en el gobierno que vicepreside.

Los inicios de la coalición ya fueron difíciles y ambos dirigentes han mantenido una tensa relación, intensificada con la llegada de la pandemia. Sin embargo, desde ambos partidos siempre han destacado el entendimiento entre los consejeros de distinto sino político y han focalizado más las disputas en las figuras de Ayuso y Aguado, que no han llegado, ni si quiera, al ecuador de la legislatura. 

Entre sus frentes destacan el caso 'Avalmadrid',  la relación de proximidad a Vox — a quienes Ayuso nombró socios preferentes sin el beneplácito de Aguado—, la renovación de la cúpula de Telemadrid, la gestión de las residencias durante la primera ola del covid-19, el enfrentamiento constante de Ayuso con el Ejecutivo de Pedro Sánchez y el hecho de que el PP se negara a cesar al la gerente del hospital Príncipe de Asturias tras sugerir que a los pacientes de covid-19 derivados al hospital Isabel Zendal se les deberían quitar los móviles.